Córdoba 2020
No hay nada que produzca más placer como aficionado que ver crecer a las formaciones que a uno le excitan, sobre todo cuando no te cabe ni la más mínima duda de que el artista o la banda en cuestión se lo merece. Y diría que, en ese sentido, este año no puede uno estar más contento de repasar la lista que hemos confeccionado entre varias firmas relacionada con el hardcore. Es evidente que no contentará a todos y que no nos libraremos de los desprecios habituales, pero volvamos a lo que quería contar. No podemos estar más contentos porque es fantástico reencontrarse con formaciones que han ido dando pasos firmes adelante y creciendo en calidad y solidez. Ocurre en el caso de los cordobeses Viva Belgrado que han firmado un “Bellavista” que no solamente se encarama a la primera posición de esta selección, sino que se ha erigido también en nuestro disco favorito del año en la lista general gracias a sus textos, a su música, a sus canciones. Igual a ustedes eso no les sorprenda demasiado, pero puedo apuntarles que no había ocurrido desde los tiempos de Standstill, lo cual dice mucho sobre el nivel alcanzado por Viva Belgrado y sobre todo por lo que están aportando para llevar su sonido hacia adelante incluso en el peor año de nuestras vidas. Porque, una vez más, han tomado riesgos y se han atrevido a introducir en su universo elementos no muy habituales precisamente en las fórmulas más habitual.
Pero atención, que no solamente ocurre con ellos, sino que es fantástico ver como ha crecido también esa suerte de supergrupo llamado Ànteros, como Crossed han conseguido sonar como un torbellino que abrasa, como Boneflower se están convirtiendo ante nuestros ojos en la banda que querían ser, como Llacuna han redondeado un disco que les define mejor que nunca, como La Inquisición subrayan que lo suyo va muy en serio y podríamos continuar con cada uno de los nombres que hemos decidido incluir en esta breve lista, pasando por Habitar La Mar, Enze, Sand And Salt o Loss Leader, además de algunos que no aparecen, pero que posiblemente lo harán cuando publiquen álbumes (sirvan casos como los de Secondbest o Ultimate Frisbee, por poner dos que nos encantan). Suena a tópico aquello de que no están todos los que son, pero es increíble darse cuenta de que los que aparecen demuestran tener una calidad y una madurez indiscutibles.
Como les decía antes, 2020 ha sido un año de mierda para todo el mundo –mucho más para quienes hayan perdido familiares por el camino–, pero con discos así el mundo se nos ha hecho un poco mejor.
Joan S. Luna
1.- Viva Belgrado - “Bellavista”
(Aloud)
Decir que Viva Belgrado han cambiado puede resultar una obviedad, sin embargo el miedo al cambio era un factor común de muchos de sus seguidores mientras que los cordobeses nos avanzaban un corte como “Más triste que que Shinji Ikari”. Y es que resultaba un adelanto perturbador para los amantes de la cara más screamo o punk de la banda. Ahora, con todo el material disponible, podemos decir que el cambio no ha sido tan drástico pero al mismo tiempo que “Bellavista” no es un trabajo continuista con respecto a “Flores, carne” (14) y “Ulises” (16). Estamos ante un disco mucho más accesible pero igualmente hiriente. Un larga duración no pensado para nadie y hecho para todos los que deseen algo más que un simple hit festivalero. “Bellavista” es una referencia con un mensaje intergeneracional prácticamente inexistente en el panorama musical nacional. Al escuchar el tridente inicial conformado por “Una soga”, “Bellavista” y “Cerecita Blues” apreciamos que Cándido Gálvez es un portavoz de sentimientos en los que todo el mundo tiene derecho a verse reflejado. El grito es solo un recurso, uno más de su paleta de posibilidades.
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