Música sin fronteras
En estas listas de lo mejor del año la música africana siempre brilla con luz propia, por algo será. Empezando por el malí Bassekou Kouyaté, su n’goni (pequeño instrumento entre arpa y laúd) suena mucho más afilado (y a la vez sugerente) en su cuarto disco que cualquier guitarra eléctrica. Igual que el telúrico Sam Lee, cantautor británico, realmente hipnótico en su segunda obra. Vuelta a Malí con Songhoy Blues, cuatro jóvenes exiliados en Bamako que nos agitan en su debut con sus estimulantes letras y música. A su lado, el senegalés Cheikh Lô vuelve a emocionarnos con sus rítmicas canciones y sedosa voz. Algo que contrasta con la psicodelia espiritual e infinitamente bailable de los sudafricanos-holandeses Skip& Die. Conviene también dejarse llevar por la diva Kandia Kouyaté, a quien apodan “la peligrosa” por su poder de seducción. Otra gran voz encantadora, la marroquí Hindi Zahra nos ofrece su diario de viaje interno con influencias flamencas, latinas y blues del desierto. Y desde Italia, Ludovio Einaudi reúne a grandes nombres de las músicas de mundo en un trabajo brillante y colorido. Completan la lista la colombiana Toto La Momposina o Mbongwana Star, que debutan desde el Congo con un disco de música envolvente e infecciosa. Y apunten a pie de página los nombres de Moh! Kouyaté, Lura, Elida Almeida, Monoswezi o Monsieur Doumani... merecen la pena. Miguel Amorós
Música sin fronteras
En estas listas de lo mejor del año la música africana siempre brilla con luz propia, por algo será. Empezando por el malí Bassekou Kouyaté, su n’goni (pequeño instrumento entre arpa y laúd) suena mucho más afilado (y a la vez sugerente) en su cuarto disco que cualquier guitarra eléctrica. Igual que el telúrico Sam Lee, cantautor británico, realmente hipnótico en su segunda obra. Vuelta a Malí con Songhoy Blues, cuatro jóvenes exiliados en Bamako que nos agitan en su debut con sus estimulantes letras y música. A su lado, el senegalés Cheikh Lô vuelve a emocionarnos con sus rítmicas canciones y sedosa voz. Algo que contrasta con la psicodelia espiritual e infinitamente bailable de los sudafricanos-holandeses Skip& Die. Conviene también dejarse llevar por la diva Kandia Kouyaté, a quien apodan “la peligrosa” por su poder de seducción. Otra gran voz encantadora, la marroquí Hindi Zahra nos ofrece su diario de viaje interno con influencias flamencas, latinas y blues del desierto. Y desde Italia, Ludovio Einaudi reúne a grandes nombres de las músicas de mundo en un trabajo brillante y colorido. Completan la lista la colombiana Toto La Momposina o Mbongwana Star, que debutan desde el Congo con un disco de música envolvente e infecciosa. Y apunten a pie de página los nombres de Moh! Kouyaté, Lura, Elida Almeida, Monoswezi o Monsieur Doumani... merecen la pena. Miguel Amorós
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