Este año han ocurrido dos cosas no muy habituales en nuestras listas. La primera es que una banda, en este caso Fontaines D.C. hayan vuelto a ser Disco del Año para nuestra publicación tras serlo con su trabajo inmediatamente anterior. Pero eso es exactamente lo que ha sucedido con el impecable “Romance” del grupo irlandés. No han dejado de crecer y no hablamos solamente de cifras. La segunda es que las tres primeras posiciones del top están ocupadas por nombres procedentes de las Islas Británicas, aunque totalmente distintos entre si. Charli XCX ha coronado una trayectoria también en ascenso con su obra más completa, “BRAT”, que ha hecho el mundo un lugar más fiestero y más verde fosforito. De ahí que se intuyera ya que estaría entre nuevos favoritos de la temporada. En cambio, lo de The Cure no se veía venir. Un sopapo en todo el orgullo de aquellos que utilizan el edadismo como arma arrojadiza. Y es que dieciséis años son muchos. Pero al final ha resultado que “Songs Of A Lost World” es un disco merecedor de todos sus elogios, un disco emotivo, profundo y melancólico, pero sobre todo una demostración de que hay talentos que nunca se pierden. ¿Qué se puede esperar de un disco que empieza con la majestuosa “Alone”? Y así se redondea un podio que nos sirve además para marcar distintos vértices de lo que la actualidad musical puede darnos a día de hoy. Pero es que lo que viene a continuación todavía los marca más. Podríamos repasar la lista posición a posición, algo que obviamente no vamos a hacer, pero les aseguramos que todos los discos que aparecen forman parte importante de nuestro año, al margen de estilos, géneros, procedencias... Por eso podemos pasar de la electrónica al rap, del hardcore al urban, del folk al indie rock, del metal al post-punk, de lo experimental a lo prácticamente mainstream... Primero porque esa siempre ha sido nuestra tónica; segundo porque quienes dan forma a Mondo Sonoro son tan variopintos como las propias propuestas musicales y tercero porque la actualidad musical es así. Tómenla o déjenla, pero que nadie se lleve las manos a la cabeza por ver qué falta tal o cual disco, o que le sobra este y aquel y el de más allá. Somos una cabecera, un universo en nosotros mismos, con la que no es necesario comulgar al cien por cien. Aceptémonos todos como somos y entendamos que las listas no son más que un resumen de nuestros gustos con los que se coincidirá más o menos. Pero seguro que ayudan a que haya quien descubra a un artista por primera vez o quien decida prestarle mayor atención a algún disco que se le había pasado por alto entre todo el aluvión que se publica anualmente. Y con conseguir eso ya estaremos contentos. Joan S. Luna
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1. Fontaines D.C.
Romance
XL/PopStock!
ROCK / El cuarto disco de los de Dublín les ha llevado a XL, el sello de Radiohead y sus adorados The Prodigy. De la parte técnica se ocupa un peso pesado: James Ford (Arctic Monkeys, Blur). Todo esto certifica que han llegado a otro nivel. Sucesores de grandes bandas de guitarras que concilian calidad artística e interés masivo, lo dejan claro: el quinteto (ahora sexte- to en vivo) apunta alto y acierta. Porque aun- que estén relativamente lejos de la inmediatez punk retro de su estupendo debut, “Romance” es su álbum más completo y redondo. El título hace justicia a unas canciones impregnadas de drama, guitarras acústicas, cuerdas y puntuales sonidos sintéticos, con esa cima que es “In The Modern World”, en la que la voz de Grian Chatten, que canta con más autoridad que nunca, y los coros a su alrededor, alcanzan el cielo. Lejos de la apatía o el fatalismo, trans- miten una vitalidad contagiosa, un hambre de vida que es parte esencial de su encanto. En “Starburster” apuestan por la contundencia rítmica futurista con resultados muy con- vincentes, y aunque el falsete de “Here’s The Thing”, tan de los noventa, me suene un poco forzado, suma en la narrativa de un trabajo que cohesiona la voz de Grian y el espíritu inquieto de la banda. Ya se pongan evocado- res como en la majestuosa “Bug”, abiertamente teatrales (“Motorcycle Boy”) o bien oscuros (“Death Kink”), las melodías vocales de Grian alcanzan el magisterio, y Ford hace brillar la instrumentación con mil matices. Imposible terminar más alto que con las melodías tan eufóricas como melancólicas de “Favourite”, cuya brillante inmediatez evoca a sus compatriotas de culto Power Of Dreams. Es curioso cómo la excéntrica estética actual del grupo en vídeos y fotos recuerda el desmelene de los primeros noventa; en realidad, lo que hace a Fontaines grandes, más allá de su portada tan de hoy, es su facilidad para conectar con lo mejor del pasado desde el presente. — JC Peña
2. Charli XCX
BRAT
Atlantic
POP / Por fin pudimos materializar una imagen en ese enigmático croma que la diva de la PC Music decidió utilizar como portada del que se presentaba como un proyecto con el ego artístico como columna vertebral. Todos los singles que Charli XCX había adelantado apuntaban a su faceta más narcisistamente despreocupada, utilizando los electrónicos sonidos del club como altar donde perfor- mar un auto-culto a su figura. Sin embargo, la mayor virtud de “BRAT” la encontramos en la valentía con la que la artista juega con las expectativas sonoras y temáticas que uno podría tener sobre un disco que se había presentado —literalmente— como una enérgica boiler room pop. Su último proyecto no es tanto una reconquista del sonido electrónicamente festivo de “how i’m feeling now” (20) como una celebración de todas las estéticas que han vertebrado la discografía de Charli, convirtiendo el álbum en una especie de “The Eras Tour” particular. —Dani Grandes
3. The Cure
Songs Of A Lost World
Polydor/Universal
POP ROCK / Estamos ante el que posiblemente sea el disco más redondo y más personal de Robert Smith y compañía desde el sobre- saliente “Wish” (92), con el cual cerraron catorce años de esplendor cromático pop. A diferencia de aquel arco iris pop, de todas las tonalidades posibles, en su nuevo álbum rsuena la sensación de percibir un testamen- to discográfico, en el que la oscuridad que tanto les identifica con su trilogía siniestra, resuena más interiorizada, balsámica y hermosa que nunca. Como si hubieran encontrado el alivio entre las sombras que ellos mismos llevan invocando durante casi me- dio siglo. A lo largo de este descenso al epicentro del ADN The Cure, casi no hay asideros con lenguajes ajenos al vocabulario propio creado por Smith a lo largo de los años. Todo suena a emocionante fondo de armario. Estamos ante un trabajo forjado por tantas capas de sonoridades como descubrimientos uno se va encontrando a cada nueva escucha, la de un tour de forcé admirable embrujado por las musas de la inspiración. Ha merecido la pena la espera. — Marcos Gendre
4. Jamie XX
In Waves
Young/Popstock!
ELECTRÓNICA / “In Waves”, el nuevo disco del también integrante de The xx, llega nueve años después de “In Colour”, uno de los discos que definieron la electrónica y la música de baile a mediados de la década pa- sada. Una creación directa desde la pista de baile para la pista de baile: “In Waves” no existiría sin las raves, sin todos esos años como productor que le han curtido tras pausar el proyecto de banda, sin haber recorrido tantas discotecas en las que encontró inspiración. El esperado retorno de los tres miembros de The xx llega con “Waited All Night”, con las voces de Romy y Oliver Sim. El álbum está repleto de colaboraciones y aludiendo al sentimiento de bailar en grupo, la astucia de Jamie xx ha recaído en dar la importancia que se merece a la música en una pista de baile, algo que sus fans habían echado tanto de menos. Su inmensa búsqueda y maestría para componer música han alineado una madurez artística que tras- pasa fronteras estilísticas. Para Jamie xx, salir a bailar nunca fue tan liberador. — Karen Montero
5. Been Stellar
Scream from New York, NY
Dirty Hit/Music As Usual
INDIE ROCK / La resurrección de las guitarras en la capital del mundo en forma de desesperación, conciencia, romantización y catarsis. Un grito a lo que representa Nueva York en la actualidad y cómo se ahogan los sueños de los jóvenes entre la abundancia de sus calles. El debut de Been Stellar con “Scream from New York, NY” coloca a la banda en el punto de partida que todos esperábamos, para despegar a lo grande tras un pasado EP de oro. Desde que asomaron la cabeza por la industria, la banda despertó un gran interés en la crítica como futuros grandes herederos de una escena que cada vez se sentía más desgastada. El proyecto se presenta como la coronación de la banda a esa infusión que mezcla la raíz shoegaze de las influencias de sus miembros con el post-punk del presente. Hay un gran trabajo por parte del grupo de jugar con el ruido, amasarlo y llevarlo por terrenos más dóciles. Una auténtica espiral de guitarras y batería en la que entrar para salir de ella con la adrenalina por las nubes. — Álex Jerez
6- Waxahatchee
Tigers Blood
Anti/[PIAS]
AMERICANA / Katie Crutchfield ha ido evolucionando a lo largo de los años de sus comienzos punk a su paso por el indie rock, hasta abrazar sus raíces sureñas y un toque country, con una evidente influencia de Lucinda Williams, aquí vuelve a dominar esa especie de country alternativo en el que brilla su voz en primer plano y la guitarra de MJ Lenderman, el excelente músico joven de la banda Wednesday, que también se luce en las armonías en la mejor canción del disco, “Right Back To It”, o en la también notable “Evil Spawn”, aunque este “Tigers Blood” está lleno de momentos y canciones notables que confirman que Crutchfield se encuentra en su mejor momento. En un momento en el que el zeitgeist de la música popular en EEUU se está moviendo hacia las raíces country, como bien demuestran los últimos trabajos de Beyoncé, Adrianne Lenker, Lana del Rey o la omnipresente Taylor Swift, puede que haya llegado el momento de que Crutchfield lleve sus estupendas críticas a un nuevo nivel de popularidad. — Sergio Ariza
7. Billie Eilish
Hit Me Hard and Soft
Darkroom/Interscope
POP / El torbellino tras la irrupción de Billie Eilish fue tal que arrasó con todo. No pasó otra cosa en 2019. “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?” vivía una atmósfera tenebrosa, rara, sobre todo para llevar el sello de una adolescente que, a su vez, en directo era fortísima, firme, ultraprofesional. Fue un vendaval. Que casi se lleva por delante a la propia Eilish. La estadounidense decidió cambiar por fuera, más allá del rubio platino; “Happier than Ever” era un álbum con momentos altamente bellos, pero que escuchado ahora se interpreta desorientado. Su tercer disco es un notable más claro. “Hit Me Hard and Soft” responde a las virtudes de su carrera, que ahora ya no admite comparaciones con coetáneas ni coetáneos. En el olimpo pop, Billie Eilish no compite con la velocidad de Olivia Rodrigo ni, por supuesto, con la consolidada trayectoria de la reina Eras. Eilish cruza sus propios senderos. Ha hecho acopio de todo lo bueno de sus anteriores apuestas para crear el álbum más completo y variado de su carrera. — Yeray S. Iborra
8. Knocked Loose
You Won’t Go Before You’re Supposed To Pure
Noise Records
HARDCORE / Tras “A Different Shade Of Blue” (19) y el EP “A Tear In The Fabric Of Life” (21), Knocked Looose regresan para forjar su reinado en el metalcore moderno con diez canciones que ametrallan transitando un sen- dero similar al del par de singles que el pasado 2023 nos regalaron con “Upon Loss”, repitiendo también con Drew Fulk en la producción y dando como resultado un caos milimetrado que asfixia al oyente en veintisiete minutos. Con una ambientación y unos samples que crean tensión como en una película de terror y nos acompañan de principio a fin, el quinteto de Kentucky da su primer golpe tras una breve intro con la avalancha inesperada de gritos y rapidez de “Thirst”. Adre- nalina y cabreo discurren hasta llegar a “The Calm That Keeps You Awake” y “Blinding Faith”, que dejan el listón muy alto antes de que la oscura y densa “Sit & Mourn” corone esta nueva propuesta de los americanos, que parecen haber encontrado su sonido ideal y que están en plenísima forma. — Jaime Tomé
9. King Hannah
Big Swimmer
City Slang/Music As Usual
ROCK / Norteamérica ha fascinado a los artistas europeos desde hace mucho tiempo. Incluyendo, por supuesto, a los músicos. Sus distancias inabarcables, sus extremos, su mitología y su cine han inspirado abundantes canciones memorables también a este lado del Atlántico. Es normal que al dúo de Liverpool le haya sucedido lo mismo, teniendo en cuenta sus gustos y pasiones. Su primera gira por Estados Unidos ha catalizado un segundo álbum que convence por un maduro clasicismo que sorprende tenien- do en cuenta la juventud de sus artífices. La compositora Hannah Merrick y el guitarrista Craig Whittle exhiben influencias, de la electricidad desatada de Neil Young y Crazy Horse, a la austeridad lacónica de Bill Callahan, pasando por el eterno Lou Reed o las turbias atmósferas eléctricas en los aledaños del grunge. Bien mirado, el rock se hizo adulto también cuando en ciudades como Liverpool se metabolizaron los sonidos que llegaban del otro lado del Atlántico. Y nada suena impostado en “Big Swimmer”. — JC Peña
10. Tyler The Creator
Chromakopia
Columbia / Sony
RAP / Poco o nada sabemos de la persona detrás de todas esas personas que nos hemos encontrado en los diferentes proyectos firmados con un mismo nombre (el de un músico que se entiende antes como creador). La música de Tyler consigue apropiarse del potencial sónico del rap como vehículo para alcanzar una conti- nua metamorfosis, para convertir el concepto de era en algo más que un mero mecanismo publicitario. Fisher diría estamos ante el primer rapero que no produjo dibujos animados inhumanos, sino que utilizó su música para convertirse a sí mismo en uno. Llega “Chromakotopia”, la enigmática nueva temporada de nuestra serie de animación preferida. Un territorio de constante saturación y ansiedad necesaria para alcanzar a entender la esencia de un personaje. Un delirio febril donde el concepto de género musical es tan líquido como el propio protagonista. Una venana al futuro del hip-hop y del pop, como visión utópica de una industria musical despreocupada construida desde individuos preocupados. — Daniel Grandes
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