Este año sigue siendo tan espectacular en lo nacional que incluso la mejor obra de este año podría estar entre las mejores obras internacionales del año. No podemos negarle esa categoría de clásico a Laura Pérez, con una novela gráfica que supera a todas sus obras anteriores. Como Borja González, Pérez ha sabido depurar su estilo personal durante varias obras de casi una misma temática. También merecía ese puesto la segunda parte del “¡Universo!” de Monteys, otro motivo para creer que las segundas partes siempre fueron mejores, aunque se diluya el efecto sorpresa. Esperamos con excitación la prometida tercera parte. Si tenemos que contar con una premisa este año es aquella que engloba historias libremente inspiradas en personales o hechos reales. Y ahí entrarían muchos títulos, desde las miserias pugilísticas de “Dum Dum” de Javier Marquina y Jaime Infante, pasando por el retorno de Fermín Solís al surrealismo de Buñuel o el también surrealista mundo de Talking Heads vía Lorenzo Montatore en “Si bailáis entenderéis mejor las letras”. Ahí encajarían también los trabajos de autores que se adentran en la hermética obra de Samuel Beckett –Javier Olivares y Jorge Carrión–, las pinturas de Gabriele Münter –Mayte Alvarado– o la creación del clásico periodístico-literario “A Sangre Fría” de Truman Capote –Nadar y Xavier Bétaucourt–.
En cuanto al resto de nuestra lista, ahí están Carla Berrocal, Jaime Martín, Javi de Castro –con una sorprendente pirueta narrativa para todas las edades– o Candela Sierra. Ha habido mucho más, claro, e igualmente interesante, pero el espacio manda y con eso no hay vuelta de hoja, así que disfrutemos de este momento tan espectacular y que siga así. Manu González
1. Nocturnos
Laura Pérez
Astiberri
“Nocturnos” es una obra dedicada a la noche en la que se entremezclan más de veinte historias principales y muchas más secundarias. Los personajes de estas historias viven la noche como nuestros vetustos antepasados, temerosos de la oscuridad sin despegarse del fuego protector de la cueva que da luz a sus vidas. Otros, más valientes, abrazan esa oscuridad, cediendo a sus impulsos oníricos y vitales huyendo de la soledad de la noche. Un mundo donde existe un velo muy fino entre nuestra realidad y otra ultraterrena repleta de códigos ocultos y esotéricos que no podemos interpretar. Viñetas que se guían por puro instinto secuencial repletas de silencios y figuras fantasmagóricas que conviven con sus protagonistas. Cada historia aparece y desaparece en la página como si fuera un baile, como los invitados que cuentan historias en “El Decamerón” o en los “Cuentos de Canterbury”, obras también gestadas en la oscuridad y narradas junto al fuego. Es en esa transiciones, en esa paso poético entre historias, donde Pérez se vuelve a descubrir como una de las mejores narradoras gráficas del mundo. Laura Pérez sabe lo que se esconde en la noche y sabe cómo contárnoslo. Manu González
2. ¡Universo! 2
Albert Monteys
Astiberri
Ha pasado más de un lustro desde que disfrutamos del primer “¡Universo!”. El mundo que nos rodea ha cambiado y también el talento de Monteys. Más que cambiar, lo que ha hecho es crecer como bien demuestran estas tres historias en las que el barcelonés vuelve a experimentar con su arte –¡incluso se ahora las palabras en una de ellas–. La verdad, como dice el dicho aquel, si no existiese Monteys, alguien tendría que inventarlo para hacernos la vida mejor. Joan S. Luna
3. La tierra yerma
Carla Berrocal
Reservoir Books
Western, una maldición shakespereana y un elemento fantástico, sumados a una sororidad auténtica y la pasión lesbiana que logrará desentrañar el entuerto y cortar de raíz la tradición para generar una nueva, con ese ritmo tan Berrocal, con unos planos entre el Peter Jackson más gamberro y la Jane Campion más épica, el acierto del amarillo y unos besos que te dejan clavado en el sofá. Berrocal ha creado en "La tierra yerma" toda una mitología adecuada a su epopeya y ha salido triunfante. Octavio Botana
4. Un oscuro manto
Jaime Martín
Norma
El hospitalense Jaime Martín, con su notable y personal estilo es capaz de condensar, en las poco más de cien páginas de "Un oscuro manto", el enfrentamiento entre ciencia y superstición, en una época en la que la rabia se confundía con posesiones infernales en algunas comunidades más apartadas de la gran ciudad. También encontramos enfrentamiento, salpicado por un elemento fantástico sobrenatural, entre la tradición boticaria transmitida de madres a hijas contra la moderna medicina de principios de siglo. Manu González
5. Cosmo en el espacio
Javi de Castro
Astiberri
El dibujante leonés se atreve con su primer cómic infantil y se vuelve a revelar como un creador único. Porque lo que más sorprende en “Cosmo en el espacio” no es su estética pop de formas redondeadas y páginas multicolores, sino esa pirueta narrativa que se anuncia en la portada: “lee, gira y sigue leyendo”. El resultado es un cómic recomendado para niños y niñas a partir de siete años, pero sin duda disfrutable a todas las edades. Jordian Fo
6. Dum Dum
Javier Marquina y Jaime Infante
Autsaider Cómics
“Dum Dum” es un “Toro salvaje” español trasladado a las viñetas, pero con el mismo brillante blanco y negro y el mismo ritmo frenético scorsesiano. En él seguimos durante treinta años la durísima trayectoria vital y profesional del púgil José Luis Pacheco. Una leyenda del boxeo y un tipo que saltó, sucesivamente, de la delincuencia callejera a la cárcel, de allí a la legión y, por último, al ring y a la fama. Siempre por el “wild side”, como diría Lou Reed. José Martínez Ros
7. Buñuel y los sueños del deseo
Óscar Arce, Esteve Soler y Fermín Solís
Reservoir
Este cómic es, entre otras muchas cosas, la historia del comienzo de una gran amistad: la que unió a quien probablemente es el mayor cineasta español de todos los tiempos y el guionista francés Jean-Claude Carrière. Con una sutil imaginería surrealista, nos relata cómo a mediados de los sesenta Buñuel se sentía viejo, cansado y sin ideas. Pero el entonces joven y entusiasta Carrière lo ayudó a poner en marcha la escandalosa “Belle de jour” contra viento y marea. José Martínez Ros
8. Si bailáis, entenderéis mejor las letras
Lorenzo Montatore
ECC
Si original fue siempre el planteamiento formal de Talking Heads (visionario en lo estrictamente musical), original es también el acercamiento que el dibujante madrileño Lorenzo Montatore ha hecho a su obra a través de un cómic que no es, ni mucho menos, una biografía artística, sino una aproximación emocional – como fan irredento – a la entraña de canciones como “I Zimbra”, “Pyscho Killer”, “This Must Be The Place” o “Burning Down The House”, entre otras. Carlos Pérez de Ziriza
9. Lo sabes aunque no te lo he dicho
Candela Sierra
Astiberri
Narcisismo, ghosting, amor líquido, egolatría, autoengaño, relaciones tóxicas, inmadurez emocional y todo un compendio de situaciones en las que vernos reflejadas por un breve momento. La autora malagueña disecciona con su mirada mordaz e incisiva la jungla de incomunicación y superficialidad en la que se mueven las relaciones personales contemporáneas. "Lo sabes aunque no te lo he dicho" es un inteligente ejercicio altmaniano de vidas que se cruzan fugazmente, pero sin tocarse (y a veces siquiera mirarse). Laura Madrona
10. Gabriele Münter. Las tierras azules
Mayte Alvarado
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza/Astiberri
Una breve pero amplísima ventana por la que se asomarse al arte y a la vida de Gabriele Münter. Así es esta evocadora novela gráfica sobre la artista alemana, una cuidada y delicada coedición de Astiberri y Thyssen Bornemisza, con motivo de la exposición que actualmente puede visitarse en el museo madrileño. Un paseo revitalizante y reconfortante, como lo es la obra de la artista berlinesa, por la memoria y el tiempo. Laura Madrona
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