Pero dejemos que sea ella misma quien se explique. “He elegido estos seis discos de cincuenta que tenía en mente. Realmente es muy complicado elegir discos importantes de tu vida y, sobre todo, reducirlos a seis cuando has nacido escuchando música y no has dejado de hacerlo nunca. Al final la decisión ha sido escoger a los que últimamente vuelvo para inspirarme, pero me dejo fuera muchos discos que también han sido y son fundamentales en mi vida”.
Miguel Ríos "La huerta atómica" (1976)
Este trabajo de Miguel Ríos es de esos discos que van mucho más allá. Retrata una historia y no solamente te despierta el sentido del oído, sino que también visualizas imágenes. Tiene mucho detalle y mucho juego. Dentro de esta etapa suya más psicodélica y progresiva también merece la pena mencionar “Memorias de un ser humano” y “Al-Andalus”. Son discos para escuchar con atención en un buen equipo y dejarse llevar por todo lo que va sucediendo.
Juan Perro "Raíces al viento" (1995)
En cualquiera de sus etapas, Santiago Auserón ha sido clave para mí. Este disco, además, me parece buenísimo se mire por dónde se mire. Arreglos, sonido, músicos, letras, interpretación, atmósfera... Nada que no se sepa ya, pero a mí me pone de muy buen humor y me ha sacado de muchos malos momentos. Me ha levantado el día así por arte de... ¡música!
Margot Guryan "Take A Picture" (1968)
A Margot Guryan la he conocido ya siendo más adulta, pero ¡qué buen descubrimiento! Canciones pop bonitas y fáciles de escuchar, y a la vez complejas, con arreglos interesantes y detalles que sorprenden y te enganchan. Letras livianas cantadas en melodías aparentemente sencillas pero con mucho jugo, y aún con tintes de ese jazz del que venía haciendo antes de entrar en terrenos más psicodélicos de aquella época. Escucharla es una delicia.
Gal Costa "Gal Costa" (1969)
En 1969, Gal Costa publicó dos discos fascinantes. Teniendo que elegir me quedo con el primero, en el que aparece ella en portada en una foto de primer plano. Me encanta su manera de interpretar las canciones, es pura libertad y es salvaje y me inspira fuerza y valentía. De aquí pasé a escuchar más bandas de la tropicalia de entonces con discos sublimes (Os Mutantes, Novos Baianos, Secos & Molhados, Tom Zé, Caetano Veloso...) que ahora se han convertido en un referente y en una influencia muy importante para mí. Es el estilo musical que más escucho actualmente. Ojalá mi próximo álbum tenga algo de esa energía tan buenrollera y tan bien hecha que tenían los discos de psicodelia brasileña de finales de los sesenta y principios de los setenta.
The Zombies "Odessey and Oracle" (1968)
Me parece un disco perfecto, de esos que ponen la piel de gallina. No sé que más decir. Me suena precioso. Cada canción tiene pasajes increíbles. La voz es maravillosa y las melodías y los coros que la acompañan también. La atmósfera que The Zombies crean en este disco es sublime. Debo decir que iba a elegir un disco de The Beatles o el “Pet Sounds” de The Beach Boys que, por supuesto, me marcaron antes que The Zombies, pero he pensado que estos últimos necesitan más promo que los otros dos.
Chrysalis "Definition" (1968)
Puede que este sea mi disco favorito de todos los que he escuchado jamás, o al menos eso siento cuando lo estoy escuchando. Me lleva a ese lugar en el que me deja hipnotizada por completo. Escuchado de arriba a abajo (como todos los que menciono), es una preciosidad. Entiendo que no es un álbum fácil, pero a mí me ha tocado la fibra y le tengo un especial cariño. Además me encanta que, en un disco, haya detalles y juegos con los arreglos y las melodías y no haya miedo a que las cosas sean tan inmediatas y que la canción, conforme va sonando, se vaya abriendo y dándote sensaciones nuevas. Y eso es algo que tienen en común todos los discos que he mencionado.
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