Los milagros de Daptone Records

Aunque la historia más sorprendente de Daptone la protagonizó Charles Bradley (1948), un hombre entrañable y humilde que ha cumplido sus sueños profesionales a la edad en que la mayoría de personas anda pensando en la jubilación. La historia de Bradley parece un cuento, uno con final feliz y muchas lágrimas en el camino. Vagabundo durante años, Bradley pasó cuatro décadas ganándose algunas monedas como imitador del eterno James Brown. “Mi hermana me llevó a verlo cantar en el mítico concierto del Teatro Apollo de los años sesenta y aluciné. Yo era un adolescente y aquello me marcó muchísimo”, recuerda el cantante. Tanto le marcó que fue su carta de presentación en Daptone casi medio siglo después. “Alguien le recomendó que se pusiera en contacto con nosotros porque estaba haciendo sus imitaciones de James Brown y le dijeron que llamara a Gabe Roth”, explica Neil Sugarman. “Así fue como nos conocimos por primera vez, nos dejó un VHS suyo imitando a James Brown y unos meses después, cuando necesitamos a un cantante para una sesión, pensamos en llamarle. Sonaba muy bien y salió en el primer disco de The Sugarman 3”, añade. Pero Charles tenía algo que en Daptone supieron ver, algo especial que se escondía tras sus imitaciones de Brown. “Costó mucho que dejara de ser JB para ser él mismo. Le dimos mucho la lata para que dejara de imitarlo. Estoy muy orgullosa de él, ya lleva dos discos (el tercero se acaba de editar) y las cosas le van muy bien”, explica Sharon Jones. “No Time For Dreaming”, el debut de Bradley, se registró en “Soul Of America”, un documental que te roba las lágrimas viendo como este analfabeto conseguía su sueño de la mano de los chicos de Daptone. Jones fue su madrina, Roth su productor y los chicos de la Menahan Street Band fueron sus manos para plasmar en letras la dura vida de esta sorprendente estrella del soul. “Normalmente las canciones salen de una conversación, de tomar algo y de hablar de las cosas jodidas que suceden en la vida. Charles tiene tendencia a contarte las cosas más locas del mundo, cosas que le han sucedido a lo largo de su vida. Vamos hablando hasta que dice algo que me suena a una buena letra y partimos de ahí. Las canciones salen de buenas conversaciones y de ir tocando algo y de sentirlo”, confiesa Tom Brenneck, el joven músico de Menahan que ayuda a Bradley a escribir sus canciones. “Es un tipo duro. El modo en el que ha vivido es increíble. Ha sido analfabeto toda su vida y tiene mucho mérito lo que hace. Le ha ido muy bien y es una persona íntegra que ama lo que hace, que se siente muy orgulloso de lo que ha conseguido”, añade Tom. “Mi primer disco fue para mí como salir de la oscuridad y poder hacer otro ha significado mucho, es una señal de que el primer álbum gustó y eso es mucho ya”, afirmaba Bradley en 2012 durante la presentación del genial “Victim Of Love”. En abril llegó a las tiendas “Changes”, el tercer largo de Bradley y en el que participan de un modo u otro gran parte de las voces de Daptone. Un disco que confirma que la de Bradley es mucho más que una bonita historia y que tiene mucho que aportar.