Los milagros de Daptone Records
EspecialesCharles Bradley

Los milagros de Daptone Records

Alfonso Cardenal — 04-05-2016
Fotografía — Shayan Asgharnia

Al margen de las instalaciones de Daptone o de los Dap-Kings, la fabulosa banda de estudio que acompañó a Amy Winehouse en sus mejores y en sus peores momentos, el secreto de este pequeño sello se basa en el ojo de ambos dueños para ver el talento donde otros no ven nada. Les sucedió con Sharon Jones, su artista de más éxito. Jones se pasó media vida tocando en noches de micro abierto y como líder de una banda que actuaba en bodas hasta que Gabe y Neil vieron todo su potencial y apostaron por ella. Su camino al éxito no ha sido ni rápido ni sencillo, pero tras siete álbumes con el logo de Daptone, Jones está considerada como una de las grandes artífices del resurgir del soul. Los dueños de Daptone han conseguido que toda la fuerza de Sharon sobre las tablas se traslade a unos discos arrolladores y seductores que reflejan la esencia que llevó al soul a sus años dorados a principios de los sesenta. Y Jones, que nunca pensó que cumplidos los cincuenta pudiese debutar en la música, no tiene más que palabras de agradecimiento a sus descubridores. “Gabe ha sido clave en mi vida y en mi carrera y es el compositor de la mayoría de mis canciones”, apunta Jones. “En Daptone somos como una familia donde todo el mundo cuida de los demás y eso es clave para seguir adelante”, añade la cantante, que en 2005 editó “Naturally”, el primer disco del sello que comenzó a sonar en las radios y que supuso un empujón y el reconocimiento de lo que se estaba haciendo en esa casa de Bushwick. Un empujón que se consolidó en 2007 con “100 Days & 100 Nights”, un trabajo que despachó 100.000 copias y que permitió a la cantante abrir su primera cuenta bancaria y más tarde comprar una casa a su madre sacándola de la vivienda de protección oficial en la que residía. A pesar de estos primeros triunfos, la mentalidad de Daptone es otra. “Para nosotros la medida del éxito es diferente, nuestra idea de un buen disco no es el número de copias que venda, es la sensación que te produzca al escucharlo”, admite Sugarman. Y con esa medida el triunfo del sello neoyorquino es mucho mayor. Un éxito que se muestra en discos tan especiales como “I Learned The Hard Way” (2010) o “Give The People What They Want” (2014).

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