25.- Residente
Residente
(Sony Music)
(MESTIZAJE) Residente es un disco con una fuerte presencia de la electrónica, pero sobre todo del ritmo más tribal que crea un esqueleto sobre el que construir su forma de decir las cosas. Un trabajo en el que el crossover y las guitarras se cuelan por casi todos los poros para alcanzar lo que podríamos calificar de arenga rock superlativa que, en ocasiones, utiliza el juego de los contrastes entre lo suave y lo fuerte, la paz y el conflicto, la vida y la muerte, el presente y el futuro. Porque, en definitiva, nada es lo que parece. Y si no me crees pregúntale a tu ADN. Don Disturbios
24.- Princess Nokia
1992 Deluxe
(Rough Trade / Popstock!)
(RAP) Destiny Frasqueri, bajo su alias Princess Nokia, ha conseguido con una sola mixtape -de producción regulera, pero cargada de hits- hacerse necesaria en el rap actual. Esencia New York, hooks de peso, fraseos que miran tanto a la vieja escuela como a Migos y, sobre todo, un discurso inapelable. En 1992 se reivindica como superviviente, escupe (sobre) las miserias pasadas, empodera y se empodera. Una respuesta frontal y orgullosa a un sistema que se sostiene con la opresión de clase, raza y género -y ella ha sufrido las tres- como combustible. Darío García Coto
23.- Father John Misty
Pure Comedy
(Bella Union / [PIAS])
(POP) Musicalmente, Father John Misty juega a caballo ganador, porque emplea argumentos clasicistas que no enajenan a la modernidad. Pero lo hace con tal maestría y audacia (canciones espaciosas y serpenteantes, letanías morosas sin aprecio por el metrónomo ni la factura de hits) que es normal que hasta Nico Muhly vea en él “un caballo de Troya de alto contenido emocional”. Un disco que, como muchas obras magnas, es todo un estado de ánimo. Carlos Pérez de Ziriza
22.- Amenra
Mass VI
(Neurot Recordings)
(POST-METAL) Amenra vuelven a su paleta sludge de gran simplicidad rítmica y ejecución lenta, que refleja una nueva sensibilidad en la que se aborda el horror de la soledad, la enfermedad y la muerte desde la perspectiva de quien no tiene nada que perder. Uno de los ejercicios más catárticos jamás dados en la historia del post-metal. Fernando Acero
21.- Jlin
Black Origami
(Planet Mu)
(ELECTRÓNICA) De una homogeneidad apabullante y un entendimiento del street dance Chicago de principios de los 90 alejado de cualquier convencionalismo, Black Origami es ya uno de los discos indispensables de electrónica avant-garde de esta era. Si bien su sello personal e inconfundible labrado a golpe de estructuras complejas e imprevisibles la separan de otros productores que han militado en el footwoork, incluido uno de sus pioneros y mentor de Patton, el malogrado Dj Rashad, sí encontramos trazas que la sitúan en la nueva ola del género: proliferación de samples y rolls de batería, subgraves de ultratumba y temas que rondan los 160 bpm. Daniel Mesa
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.