30.- Nathan Fake
Providence
(Ninja Tune)
(ELECTRÓNICA) Providence marcó el fin de un oscuro periodo en la vida de su artífice. De ahí, ese halo casi sagrado y mágico que envuelve gran parte del disco, profanado tan solo por los crudos sintetizadores del Prophecy de Korg, cuyo nombre sirvió de inspiración para el título del álbum. Daniel Mesa
29.- Julie Byrne
Not Even Happiness
(Ba Da Bing!)
(FOLK) Su voz te desarma. Te lleva a la rendición incondicional. Su autoconfianza resulta creíble. Tanto como merece alguien que descorcha su segundo álbum con un tema llamado Follow My Voice. Todo esto se sustancia en colecciones de canciones cocidas a fuego lento, sin prisas, en las que su embriagador timbre vocal, el fingerpicking de una guitarra acústica y el aditamento (muy puntual) de unas cuerdas o un sintetizador se bastan y sobran como únicos mimbres, junto a textos sencillos pero muy evocadores. Formidable. Carlos Pérez de Ziriza
28.- Fever Ray
Plunge
(Mute / [PIAS])
(POP)De un personaje imprevisible, extravagante y en constante mutación musical y estética -como es Fever Ray– esperamos siempre la excelencia de lo fresco y sorprendente, pero no, su música sigue sonando como siempre. Diría que es la banda sonora perfecta para un cuento nórdico, infantil y macabro, en el que los alfileres gigantes acaban siempre clavados en las pupilas de los más inocentes y sonrosados. Karin Dreijer sigue a su marcha, escribiendo con renglones torcidos, inmersa en su propio teatrito de final seguramente no feliz, ajena a todo y a casi todos y cantando –mejor que nunca- desde su más cotidiana paranormalidad. Fernando Fuentes
27.- Austra
Future Politics
(Domino)
(ELECTRO POP) Desde la fascinación de Stelmanis por la filosofía y su intención de hacer frente a las dolencias del mundo moderno, la formación de Toronto se torna hacia el compromiso político al más puro estilo Huxley. Una actitud pesimista con afán de cuestionar y confrontar con lo establecido. Pero no nos confundamos, este carácter de intención política y oscuridad en las letras no alejan a Austra de las pistas de baile. Como ya hicieran en su anterior trabajo, los de Toronto siguen explorando las posibilidades de la música electrónica en Future Politics. Guillermo Chaparro Terleira
26.- Alt-J
Relaxer
(Infectious / [PIAS])
(ART-POP) En Relaxer ya no hay ni las intros ni los pasajes inseguros de sus dos primeros discos, no hace falta una excusa ambiental para ponerte en situación para su siguiente canción. Las canciones producen sensaciones y no al revés. Ya sea gracias a las extensas giras, o a las vacaciones del grupo, que muy cabalmente se tomaron antes de empezar a pensar en su tercer álbum; Alt-J han digerido su pasado con un sentido común atemporal, y se han convertido con este disco en un grupo de referencia ideal. Y sobre todo porque no han perdido la oportunidad de que Relaxer fuera un álbum capaz de aunar el pop de los últimos diez años con la ilusión de una época perdida. Jorge Obón
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