14.- Hudson Mohawke
"Lantern"
(Warp/Music As Usual)
(ELECTRÓNICA) Por el tiempo -seis largos años- que se ha tomado para publicar su segundo álbum cualquiera diría que Ross Birchard es un tipo de producción lenta. Nada más lejos de la realidad. En ese tiempo a uno de los últimos héroes que la ilustre ciudad de Glasgow ha aportado a la música popular le ha dado tiempo a grabar temas sueltos bajo su alias de siempre, Hudson Mohawke, partir la pana junto a Lunice como TNGHT, producir canciones para Kanye West o Drake y grabar con Antony, Oneohtrix Point Never, Yannis Philippaki (el líder de Foals), Tiga o Boys
14.- Hudson Mohawke
"Lantern"
(Warp/Music As Usual)
(ELECTRÓNICA) Por el tiempo -seis largos años- que se ha tomado para publicar su segundo álbum cualquiera diría que Ross Birchard es un tipo de producción lenta. Nada más lejos de la realidad. En ese tiempo a uno de los últimos héroes que la ilustre ciudad de Glasgow ha aportado a la música popular le ha dado tiempo a grabar temas sueltos bajo su alias de siempre, Hudson Mohawke, partir la pana junto a Lunice como TNGHT, producir canciones para Kanye West o Drake y grabar con Antony, Oneohtrix Point Never, Yannis Philippaki (el líder de Foals), Tiga o Boys Noize discos que todavía están pendientes de publicación. Una locura tanto por lo que supone para la agenda de un músico como por la heterogeneidad de los desafíos a los que se ha enfrentado de hace dos años para acá, cuando todo ha empezado a coger velocidad y Birchard se ha convertido en fijo del puente aéreo Londres-Nueva York. Luis J. Menéndez
13.- Kurt Vile
"B'lieve I'm Goin' Down..."
(Matador / Popstock!)
(POP) La escisión que The War On Drugs experimentaron tras la gestación de su primer álbum viene a probar que, en ocasiones, la separación amistosa de las partes puede acabar deparando mucho más que lo que la suma de ellas conseguía destilar. La apreciación no es caprichosa, porque suele ser al revés: disoluciones que derivan en esquejes totalmente accesorios, incontinencias que no saben aplicar la tijera y la pérdida irreparable de esa química que hacía que ciertas combinaciones de talento fuesen únicas e irrepetibles. No es ese el caso de Kurt Vile y su ex compinche Adam Granduciel, quienes se han ido superando disco a disco desde que partieran peras hace un lustro, conjugando una creciente accesibilidad con cotas ingentes de inspiración. Carlos Pérez de Ziriza
12.- Deafheaven
"New Bermuda"
(Anti / Pias)
(METAL) Tras el éxito masivo de su segundo largo, “Sunbather”, en el 2013, los californianos Deafheaven fue catalogados como banda metal para hipsters. El apoyo de ciertos medios más dados al indie, fotos promocionales del dúo fundador en plan Depeche Mode y una portada totalmente rosa ayudaron bastante. Pero pocos sambenitos son tan injustos como éste, porque la banda radicada en San Francisco merece un mayor respeto y nunca debió ser reducida hasta el absurdo de la ocurrente etiqueta. Puede que los blackies más puristas no entendieran nada, incluso seguramente les tocó mucho las pelotas que se atrevieran a incorporar elementos extraños a ‘su’ encorsetado género, pero la propuesta musical de la banda capitaneada por George Clarck (cantante) y Kerry McCoy (guitarras) era y es tremendamente interesante e impecable. Géneros y prejuicios al margen, sus temas estaban trabajados al máximo y, sobre todo, tenía mucho mérito meterse en el bolsillo a tanta gente con una suerte de black metal y post-rock shoegazer, dos géneros a priori antagónicos en muchos sentidos. Luis Benavides
11.- Father John Misty
"I Love You, Honeybear"
(Bella Union / Pias)
(POP) El pasado como batería de Fleet Foxes es casi anecdótico y en esta entrega lanza dardos cargados de ironía, cinismo y amor. Su alter ego (creado en 2012, tras varios años publicando como J. Tillman) se erige como un crooner pasivo agresivo, que flirtea con el uso y abuso de sustancias, el sexo y profesa religiones varias. Once canciones que caminan pisando la sombra de Harry Nilson o de un Lennon en solitario. Su magia reside en las letras, mordaces, genuinas, cargadas de sorna, pero también de un entendimiento del amor que va más allá de los finales felices y del azúcar, como “When You Are Smiling And Astride Me”, con ese aire Lionel Richie. Tillman intercambia diálogos al borde del desquicio y de ilusión, consigo mismo, con su alter ego y con cualquiera que se cruce en su camino. Marta Terrasa
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