Nuevos tiempos, nuevos sonidos
Reconozcámoslo, 2015 no ha sido un año que recordaremos en el rap español por haberse publicado grandes clásicos que pasaran a los anales de esta música. El nivel de los discos presentados no ha mejorado, en líneas generales, lo ya presente. Sin embargo, podemos decir y decimos que este curso ha significado un punto de inflexión para el rap nacional, un año en el que el sonido procedente del subsuelo, oscuro y macarra, ha dado un paso al frente muy relevante, tanto en calidad como en repercusión. Y es por esto que, tras un duro mano a mano con Tote (quien nos ha recordado porque se le apodaba King), nos hemos decantado por los irreverentes Natos y Waor como el disco más importante de esta temporada. Porque abanderan ese rap transgresivo, libre de cadenas, creado con pocos medios pero con facilidad para hacer sentirse identificado a un público muy numeroso. Y porque o los odias o los amas, pero es innegable que aportan frescura a la escena, al igual que otros artistas de su quinta como Ceerre y Gareta, Arce, El Coleta, Tone o Nikone, capaces de competir con pesos pesados de nuestra escena como Sharif, Capaz, Costa y los de Evander. Sin olvidarnos, por supuesto, de la esperada vuelta al ruedo con temas propios del irreductible Kase-O, anécdotas agradables como la mixtape de C. Tangana sobre bases de Drake o, cambiando de aires, la larga lista de mixtapes y temas trap que han inundado las redes (Yung Beef, Dellafuente, Kaixo, etcétera). Alfonso Gil Royo
Nuevos tiempos, nuevos sonidos
Reconozcámoslo, 2015 no ha sido un año que recordaremos en el rap español por haberse publicado grandes clásicos que pasaran a los anales de esta música. El nivel de los discos presentados no ha mejorado, en líneas generales, lo ya presente. Sin embargo, podemos decir y decimos que este curso ha significado un punto de inflexión para el rap nacional, un año en el que el sonido procedente del subsuelo, oscuro y macarra, ha dado un paso al frente muy relevante, tanto en calidad como en repercusión. Y es por esto que, tras un duro mano a mano con Tote (quien nos ha recordado porque se le apodaba King), nos hemos decantado por los irreverentes Natos y Waor como el disco más importante de esta temporada. Porque abanderan ese rap transgresivo, libre de cadenas, creado con pocos medios pero con facilidad para hacer sentirse identificado a un público muy numeroso. Y porque o los odias o los amas, pero es innegable que aportan frescura a la escena, al igual que otros artistas de su quinta como Ceerre y Gareta, Arce, El Coleta, Tone o Nikone, capaces de competir con pesos pesados de nuestra escena como Sharif, Capaz, Costa y los de Evander. Sin olvidarnos, por supuesto, de la esperada vuelta al ruedo con temas propios del irreductible Kase-O, anécdotas agradables como la mixtape de C. Tangana sobre bases de Drake o, cambiando de aires, la larga lista de mixtapes y temas trap que han inundado las redes (Yung Beef, Dellafuente, Kaixo, etcétera). Alfonso Gil Royo
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