Pisar el acelerador
Cada vez cuesta más confeccionar la clásica lista de punk y hardcore, y no me refiero a la calidad de las últimas cosechas. Las etiquetas cada vez se quedan más obsoletas cuando intentas describir la actualidad musical. Y es que muchas bandas trascienden estos dos subgéneros, cuando no los mezclan, transforman o adaptan a su discurso. Y esa es una muy buena noticia, pues las posibilidades son infinitas.
Así, la presente lista, elaborada por la facción 'core' de la redacción, incluye trabajos tan a priori alejados en el espectro musical como el “Underneath” de los brutos Code Orange y el reivindicativo “No Dream” del simpático Jeff Rosenstock. También puede chocaros ver a los otrora abandorados del pop de guitarras Boston Manor en esta selección, pero se cuelan por méritos propios con su ambicioso “Glue”, un disco con pegada post-hardcore, tintes experimentales y unas letras oscuras que tienen algo de retrato generacional.
Pocas sorpresas, eso sí, en la primera posición. Los californianos Touché Amoré lideran la lista con ese canto al amor llamado “Lament”, un quinto trabajo de estudio que funciona perfectamente como la réplica al luto de “Stage Four”. La banda capitaneada por Jeremy Bolm, gran frontman y mejor letrista, sigue creciendo y evolucionando musicalmente –ahora tienen temas de cinco minutos, algo impensable en sus inicios– y están consiguiendo agrandar su legión de seguidores sin perder ni un ápice de credibilidad y fuerza. La redacción no tuvo ninguna duda: primera posición merecedísima para el quinteto estadounidense. Y supongo que esta elección era algo previsible para muchos de nuestros lectores afines a la caña punk, hardcore y derivados como el screamo. Menos conocidos son unos jóvenes valores que responden al nombre de Dogleg, que este año nos han deleitado con el excitante y frenético “Melee”, un disco muy rápido, muy físico y muy melódico. Medalla de plata para ellos. Vienen pisando muy fuerte y tenían que estar arriba, como Coriky una nueva banda –aunque llevan ya unos años cocinando sus primeros temas– con viejos conocidos en sus filas. La espera mereció la pena: son lo más parecido a la reencarnación de Fugazi –encontramos a dos cuartas partes de la mítica formación de Washington DC: Mckaye y Lally–, pero con un tono similar al dúo The Evens. No en vano es el nuevo proyecto de Amy Farina y Ian Mckaye. Nada malo podía salir de su local de ensayo. Quien tuvo retuvo, dicen. Ahí están también históricos de la escena dura Hatebreed con “Weight Of The False Self” y Cro-Mags, que han vuelto con “In The Beginning”, dos bandas que pocas veces defraudan a sus seguidores.
El punk de libro pero con personalidad propia llega a la lista de bandas jóvenes como Pears, con un homónimo que es lo mejor que ha sacado Fat Wreck Chords en muchos años, una auténtica salvajada con mucha actitud y técnica, y Chubby And The Gang, que con apenas dos años de vida nos han regalado un discazo que bebe de la mejor música punk inglesa de los setenta para escupirla a toda velocidad. “Speed Kills” se llama. Se quedaron fuera por muy poco los nuevos trabajos de Highter Power, Four Year Strong, Drain y Jamie Lenman; y si no véis a Idles y Metz aquí es porque ya juegan en otra liga y podréis leer sus nombres en la lista general.
Epitaph/Pias
“Lament”, el sexto largo de Touché Amoré es un álbum que va creciendo con cada escucha. Debería estar destinado a convertirse en un clásico dentro de la discografía del grupo californiano y, si me apuran, del post-hardcore de la presente década. En el salto cualitativo que supone este trabajo para los de Jeremy Bolm, su cantante y líder, ha tenido mucho que ver la labor de Ross Robinson como productor.
“Come Heroin” abre el disco de manera inmejorable, anticipando todo lo que está por venir. Voces rotas, guitarras abrasivas y una sección rítmica inagotable nos levan a lo largo de algo más de media hora por un torbellino de agresividad sonora, perfecta vía de escape emocional. Hasta llegar a “A Forecast”, caben destacar puntos álgidos como el estribillo a corazón abierto de “Reminders”, los justificados cinco minutazos de “Limelight” o las guitarras evocadoras y el estribillo de oh-ohs de “A Broadcast”.
La combinación de una producción de calidad y una colección de canciones emocionantes y con gancho es lo que hace de este un trabajo tan especial. Las letras indagan en el dolor y la necesidad de pertenencia a una comunidad, en la pérdida de seres queridos y los altibajos de la amistad duradera. El conjunto, en fin, merece un puesto de honor en las vitrinas lo mejor del rock de la presente temporada.
Juan P. Holguera
2.- Dogleg - “Melee”
(Triple Crown)
3.- Coriky - “Coriky”
(Dischord)
4.- Boston Manor - “Glue”
(Pure Noise)
5.- Jeff Rosenstock - “No Dream”
(Specialist Subject)
6.- Code Orange - “Underneath”
(Roadrunner)
7.- Hatebreed - “Weight Of The False Self”
(Nuclear Blast)
8.- Pears - “Pears”
(Fat Wreck Chords)
9.- Chubby And The Gang - “Speed Kills”
(Partisan/[PIAS])
10.- Cro-Mags - “In The Beginning”
(Arising Empire)
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