Las mejores canciones de Lindsey Buckingham y Stevie Nicks con Fleetwood Mac
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Las mejores canciones de Lindsey Buckingham y Stevie Nicks con Fleetwood Mac

Sergio Ariza — 31-12-2024
Fotografía — Archivo

La historia de la música está llena de discos de ruptura, despecho y corazones rotos. Probablemente hace miles de año cuando el primer sapiens comenzó a tararear la primera melodía de la historia, no tardaría mucho en colocarle la primera letra sobre lo mucho que echaba de menos a alguien o cualquier cosa parecida.

Lo que no ha habido muchos ejemplos a lo largo de tan lejana historia es de dos artistas escribiendo esas canciones el uno sobre el otro, recriminándose acostarse con otros o gritando que su voz les perseguirá toda la vida y encima haciéndoselo cantar al otro en maravillosas armonías, pero así ha sido la carrera en Fleetwood Mac de Lindsey Buckingham y Stevie Nicks en las filas de la banda que les cambió la vida y rompió su relación.

Y es que en diciembre de 1974, hace 50 años, Mick Fleetwood escuchó a un guitarrista espectacular en una canción de un disco que había hecho con su pareja pero que no había tenido ningún éxito comercial y decidió reclutarlo para su banda, un combo de blues rock que estaba pasando su particular travesía en el desierto después de que su líder, fundador y estrella absoluta, Peter Green, hubiera decidido dejarlo todo entre malos viajes de ácido y diversos problemas mentales. Desde entonces Fleetwood y el imprescindible bajista John McVie, la sección rítmica en cuyo honor Green había bautizado al grupo, habían ido tirando con una larga colección de miembros entre los que destacaba la teclista, y esposa de McVie, Christine (Perfect) McVie.

Buckingham vio una tremenda oportunidad pero puso una condición, la banda tenía que aceptar que también entrara en la banda su pareja, la cantante Stevie Nicks. Aceptaron y el curso de la banda, y se podría decir que de la música popular, iba a cambiar totalmente, convirtiendo una vieja banda de blues rock británica en el buque de popa del soft rock californiano. En menos de un año tendrían un disco número 1 de las listas estadounidenses, en menos de dos se habrían roto las dos parejas de la banda y el matrimonio de Fleetwood y en menos de tres sacarían uno de los 10 discos más vendidos de todos los tiempos, "Rumours". Una obra que sigue rompiendo barreras generacionales y haciendo de los Fleetwood Mac de Lindsey Buckingham y Stevie Nicks una de las más populares de todos los tiempos, con sus canciones volviéndose virales en TikTok para los 'milenials' y "Rumours" convirtiéndose en un fijo en el Billboard 200 semana tras semana (mientras escribo esto en plena época navideña, es el 43 disco mejor vendido del momento, acumulando un total de 610 semanas en lista).

Así que par celebrar semejante acontecimiento voy a destacar 10 canciones de cada uno de ellos durante su paso por Fleetwood Mac, con la única condición de que estén compuestas o co-compuestas por ellos sin la participación de otro miembro de la banda, lo que elimina la fundamental "The Chain" y las iré poniendo por orden cronológico:

Rihannon (1975)
Si había alguna duda dentro del grupo de que Stevie Nicks era algo así como una enchufada, esta se encargó pronto de disiparlas escribiendo las dos mejores canciones del primer disco que hicieron juntos, llamado simplemente "Fleetwood Mac" y que supuso un renacer con una nueva personalidad para la banda. Se trataba de "Rihannon" y "Landslide". La primera marcaría para siempre el papel de Nicks en la banda, su icónica imagen como de bruja misteriosa siendo el principal foco visual de la banda pero, a la vez, convirtiéndose en la principal compositora de la banda, trayendo los principales éxitos de la banda. Musicalmente, vuelve a demostrar que Buckingham es el mejor arquitecto sonoro de la banda, y en particular de las canciones de Stevie, creando un riff de guitarra tan misterioso y espectacular como la propia canción. Eso sí, es Nicks la que termina hechizando con su toma vocal, subiendo cada vez más en intensidad como si estuviera realizando un exorcismo. Fue el segundo, y más exitoso sencillo de "Fleetwood Mac".

Monday Morning (1975)
Con Lindsey Buckingham, Fleetwood Mac fichaba mucho más que un guitarrista, y es que este era también un compositor notable, pero también un increíble arreglista y productor. Su llegada cambió por completo el sonido de la banda, dándole una afinidad mucho más pop, esto al principio chocó con un McVie que seguía echando de menos a Green y quería seguir tocando blues. Cuando Buckingham presentó las nuevas canciones que traían tanto él como Nicks, tanto "Rihannon" como "Landslide" o "Monday Morning" estaban planeadas para un nuevo disco de Buckingham y Nicks, el bajista se quejó de la nueva dirección, sobre todo porque Buckingham tenía un carácter tan perfeccionista que llegó a decirles cómo tenían que tocar la batería y el bajo, lo que hizo que McVie le dejara clara una cosa: "La banda en la que estás es Fleetwood Mac. Él es Fleetwood, toca la batería. Yo soy el Mac. Yo toco el bajo". Aun así, el antiguo productor de la banda terminó por convencerle de la nueva dirección de la que "Monday Morning" era un perfecto ejemplo, soleado folk pop californiano con melodías pop y armonías maravillosas. Al terminar la canción McVie la volvió a tomar con Buckingham (nunca se llevaron bien, de ahí una de las mejores frases del bajista: "los únicos que no hemos tenido un 'affaire' en esta banda somos yo y Lindsey") y le dijo "sabes, solíamos ser una banda de blues. Esto no suena nada parecido a una banda de blues", fue entonces cuando intervino Keith Olsen para convencerlo sin demora "puede que esté muy alejado del blues, John, pero está mucho más cerca de tu cuenta del banco".

Landslide (1975)
Cuando eran pareja, Stevie Nicks trabajaba de lo que fuera, como camarera o limpiando casas, mientras Buckingham se quedaba en casa practicando con la guitarra y esta canción va de cómo ella ve que ha construido su vida alrededor de la de él y el éxito no parece llegar, con una certera melodía country folk y un Buckingham imperial en el fingerpickin' en la acústica. No la sacaron como sencillo pero es una de las mejores y más populares de su carrera. "Incluso los niños se hacen mayores y yo me estoy haciendo mayor también".

Go Your Own Way (1977)
Comienza el drama, cuando parecía que lo habían conseguido, se habían hecho millonarios y estaban en una banda famosa la relación entre Buckingham y Nicks saltó por los aires, fue ella quien dio el paso definitivo no sin antes ver cómo el guitarrista aprovechaba su nueva fama con varias infidelidades. Su ruptura, y la de Christine con John McVie (la tercera compositora del grupo) daría vida a ese "Rumours" con el que romperían las listas de venta y en la que cada canción parece una contestación a la otra. Las dos mejores, dentro de que no hay una sola mala o regular, son dos monumentos en los que Buckingham y Nicks afrontan su separación de maneras muy distinta. "Go Your Own Way" es puro resentimiento y fuerza, una de las mejores canciones de todos los tiempos. Comienza así: "Amarte no es lo correcto" y entre otras cosas Buckingham le dice a Nicks que "hacer las maletas y acostarse con otros es todo lo que quieres hacer". Normal que Stevie se una a Lindsey en el estribillo para exclaamr: "Puedes seguir tu propio camino". El solo está interpretado con la misma amargura y resentimiento que el resto de la canción, puro resquemor y algo de maldad que llevó a Nicks decir que cuando la oyó quiso "matarlo". Y eso que no era consciente de que iba a estar cantándola encima de un escenario durante varias décadas.

Dreams (1977)
Mi canción favorita de la banda, la encapsulación perfecto del sonido suave y refinado de los nuevos Fleetwood Mac, una canción con la mejor melodía de Stevie Nicks a la que Lindsey Buckingham puso el mejor manto, como esa guitarra casi fantasmal, y una Nicks que aporta su punto de vista sobre el final de su relación "aquí vas de nuevo, dices que quieres tu libertad, bueno, ¿quién soy yo para retenerte?", la música es suave y celestial, con unas maravillosa armonías a tres voces, pero el sentimiento es de una melancolía otoñal: "Sólo yo quiero envolver tus sueños ¿y tienes algún sueño que quieras vender? Sueños de soledad, como un latido te enloquece en la quietud de recordar lo que tuviste y lo que perdiste".

Silver Springs (1977)
A Stevie Nicks siempre se le vino al pelo el término hechicera o bruja, desde su atuendo en escena a canciones como “Rihannon” en las que describe a misteriosas pero seductoras mujeres que le van como anillo al dedo. Pero ninguna canción se ha convertido en un embrujo, maldición o profecía que este "Silver Springs", la canción que incomprensiblemente dejaron fuera de "Rumours", supongo que a petición de Buckingham. Y es que no hay nadie que dude que de entre los 12 "rumores" que se lanzaron unos a otros, este es el que se ha convertido en la maldición que va persiguiendo al guitarrista allí donde va, Nicks cuenta el por qué terminó su relación con el guitarrista, por las diversas infidelidades del mismo ("y no me digas que es bonita ¿y has dicho que te ama? Cariño, no lo quiero saber") y le cuenta lo que le va a pasar en el futuro "El tiempo te hechizó, pero no me olvidarás (...) Nunca te alejarás del sonido de la mujer que te ama (...) Te seguiré hasta que el sonido de mi voz te persiga". Claro que si eso se cumplió para Buckingham, con el agravante de su despido de la banda hace unos años a propuesta de la propia Nicks, también lo ha hecho para la propia Nicks, ni el despido, ni posiblemente la muerte de alguno de ellos les librará del hechizo que les une. Hasta el punto que el propio Dylan en su antológica lista de peticiones a Wolfman Jack en "Murder Most Foul" les dedica una a Lindsey y a Stevie Nicks. Para siempre unidos, a pesar de que rompieron su relación sentimental hace casi 50 años. No hay nada que explique mejor esa relación que verlos juntos cantándola en 1997, con Nicks mirando directamente a los ojos de Buckingham al final, con las palabras todavía doliendo como 20 años atrás...

Second Hand News (1977)
La canción que abría "Rumours" marcaba el tema del disco, lo primero que se oye es un "Sé que no hay nada que decir, otro ha tomado ya mi sitio", luego Buckingham ataca a Stevie donde más duele "una cosa te tiene que quedar clara, no voy a echarte de menos cuando te vayas", es el tono que seguirá durante todo el disco, ambrosía musical cubriendo los sentimientos más turbios y cabreados.

Gold Dust Woman (1977)
Para el momento que grabaron "Rumours" además del culebrón de rupturas e infidelidades, ya había un nuevo miembro en la banda, la cocaína. No es que Fleetwood Mac consumieran cocaína es que sus cinco tabiques nasales parecían estar embadurnados siempre de blanco. Nicks la mete en la ecuación en la última canción de "Rumours", una de las más poderosas del mismo. Buckingham volvió a embellecer la canción metiendo varias partes de guitarra después, aunque lo que le da el aura misteriosa y melancólica a la canción es su utilización del dobro.

Never Going Back Again (1977)
La canción con la letra más corta de todo “Rumours” es una exhibición de Buckingham con el fingerpickin’ a la guitarra, probando que, por lo menos, hacía sus deberes a las seis cuerdas mientras Stevie Nicks trabajaba para mantenerlos a los dos. Eso sí, en su corta letra Buckingham deja claro que no piensa volver nunca “been down one time, been down two times, never going back again”, algo, por supuesto no cumplió y según llegaban las reconciliaciones y las nuevas rupturas iba actualizando la letra en directo, “been down five times”…

I Don’t Want to Know (1977)
La canción con la que el resto del grupo decidió sustituir a “Silver Springs” en el disco. Era una canción que Nicks había escrito en los tiempos en los que ella y Buckingham eran un dúo, y el guitarrista se sabía las dos partes vocales, así que, sin decírselo a Nicks, los otros cuatro del grupo la grabaron y le dieron la noticia a Nicks, “Silver Springs” no iba a salir pero, si quería, podía grabar la voz principal de esta canción. A Nicks le dolió pero decidió grabarla. Posteriormente dijo que si “Silver Springs” tenía que ser sustituida, que fuera por esta canción la hacía feliz ya que tiene una melodía infecciosa y unas armonías dignas de los Everly Brothers. Se trata de un caramelo folk pop con el que Nicks vuelve a poner miel en la herida de su separación, mientras Buckingham seguía echando sal y limón.

I Know I'm Not Wrong (1979)
Nos movemos dos años al disco más esperado de la época, la obra que iba a suceder a “Rumours” y que la industria pensaba que la iba a sacar de la crisis de ventas en la que se encontraba… Pero la cabeza pensante de Fleetwood Mac tenía otra visión en mente. Si el mundo y cuatro quintas partes de Fleetwood Mac creían que su “Tusk” iba a ser “Rumours 2”, Lindsey Buckingham no quería repetirse sino conectar con los aires de cambio de la Nueva Ola. El arquitecto del sonido que había hecho rico al grupo estaba escuchando a los Talking Heads y a Elvis Costello, se había cortado el pelo y pedía al resto de la banda que confiaran en él. Las otras dos compositoras de la banda, Stevie Nicks y Christine McVie, decidieron dejarle hacer, aunque ellas sí que siguieron con el estilo de “Rumours”.Por su parte, la vieja guardia de Mick Fleetwood y John McVie tampoco lo tenían muy claro, pero viendo que aquel tipo les había hecho multimillonarios tampoco protestaron. Mientras Buckingham hacía instalar un cuarto de baño en el estudio que se habían construido y se tiraba en el suelo para cantar, el resto se dejaba llevar mientras pedía las cenas más caras del mundo, con el mejor champán y la cocaína más pura de Los Ángeles. La primera canción que se empezó a grabar para el nuevo disco, “I Know I'm Not Wrong”, parecía una petición a sus compañeros de banda para que le dejaran seguir sus instintos más básicos: "Don't blame me/Please be strong/I know I'm not wrong (No me culpéis, sed fuertes, sé que no estou equivocado"). Era una canción vibrante y vertiginosa, más cercana a los Talking Heads que a Buffalo Springfield.

Walk A Thin A Line (1979)
Pero Buckingham no solo vivía de Nueva Ola, y cocaína en “Tusk”, fue en ese disco cuando su obsesión por Brian Wilson se hizo más patente y pudo escuchar las cintas perdidas del “Smile”, el mítico proyecto inacabado de los Beach Boys. Buckingham hizo su particular versión del mismo con canciones tan increíbles como este “Walk A Thin Line”, mi canción favorita de “Tusk” en la que una vez más parece estar hablando a sus compañeros de banda sobre su nueva dirección: “Camino por una delgada línea y dije «Por favor, seguid la línea» pero nadie dijo nada, «El destino se toma su tiempo» pero nadie me escuchó”, todo ello con unas increíbles armonías, una estructura liberada del verso/estribillo y una banda que parece realmente estar tomando riesgos, andando por una fina capa de hielo que parece a punto de romperse. Es mucho más bella por todo ello.

Tusk (1979)
“Tusk” es, sin duda, la obra más importante de la carrera de Buckingham, el disco en el que tomó todos los riesgos y se puso al frente totalmente. La jugada no le salió bien del todo a nivel de opinión pública porque, a pesar de vender millones, lo hizo mucho menos que “Rumours” y, desde luego, no fue el disco que salvó a la industria. Pero, aun así, entre sus canciones a medio formar, sus experimentos y sus guiños a Brian Wilson, también le dio tiempo a entregar una de las canciones más exitosas de la banda, una que siendo tan arriesgada como el resto del disco, tenía un indudable gancho comercial, estoy hablando de la canción titular. Corta, nerviosa, sexual y rabiosa, 'Tusk', donde Buckingham se olvidaba del amor y hacía una declaración franca de pasar a la acción (a través de ese maravilloso estribillo, “Don't say that you love me/Just tell me that you want me/Tusk!”). Todo lleno de percusiones extremas, una pierna de cordero, un paquete de kleenex (al que dieron mucho uso en el disco) y la banda de música de los Trojans al completo. Imparable.

Sara (1979)
“Tusk” es el disco más Lindsey Buckingham de la discografía de Fleetwood Mac pero eso no quita para que Stevie Nicks volviera a demostrar una vez más que era la compositora de las melodías más irresistibles de los tres, como demostraba el exitoso sencillo “Sara”, en la que volvía a hacer referencia de las diversas y turbulentas relaciones que tuvo después de Buckingham con gente como Mick Fleetwood y Don Henley. En las canciones de Nicks de “Tusk” es donde encontraron consuelo los que buscaban una continuación a los melancólicos rumores previos.

The Ledge (1979)
Buckingham decidió abrir “Tusk” con “Over & Over”, una canción de Christine McVie que hubiera podido aparecer en “Rumours” sin problema, pero de segunda canción puso esta “The Ledge” que debió ser como una bofetada en la cara para sus seguidores, una especie de nervioso y agitado post punk de dos minutos, con la guitarra medio desafinada y las armonías sonando crispadas en vez de angelicales. Supongo que lo que sintieron los seguidores de Fleetwood Mac al escucharla fue parecido al momento en el que los que habían llamado a Ok Computer como la salvación del rock escucharon por primera vez “Everything in Its Right Place”.

Angel (1979)
Stevie Nicks se ponía el traje de Christine McVie y se sacaba de la manga una especie de “Don’t Stop” segunda parte, una de las canciones más animadas de su carrera, con una increíble interpretación vocal y un tema claro, su breve relación con Mick Fleetwood, la que seguro hizo mucho más interesante las sesiones de grabación de un disco ya desquiciado de por sí…

That’s All For Everyone (1979)
La sombra de Brian Wilson y “Smile” es palpable en otra de las maravillas de Buckingham en “Tusk”, una canción que fue construyendo poco a poco hasta completarla del todo, siendo primero un instrumental para pasar luego a esta especie de psicodélica ensoñación con un punto misterioso y críptico.

Gypsy (1982)
Stevie Nicks se convirtió en una estrella en solitario en 1981, con la aparición de su primer disco en solitario, “Bella Donna”. Allí estuvo a punto de utilizar esta canción, pero al final se decantó por hacerla con Fleetwood Mac, convirtiéndose en el sencillo más exitoso de su disco “Mirage”. La canción va sobre sus días pre fama, cuando vivía con Linsday Buckingham y compartían un colchón tirado en el suelo. Es una canción muy personal y Buckingham la acompaña con una producción exquisita, esas guitarras sollozantes como en ”Dreams”, esas armonías parecidas al día en el que se conocieron y se pusieron a cantar el “California Dreamin'” de The Mamas & The Papas...

If You Were My Love (Mirage Outatke) (1982)
Una de las canciones más exitosas de su debut en solitario fue “Stop Draggin' My Heart Around” que grabó junto a Tom Petty & The Heartbreakers. La experiencia de grabar con ellos llevó a Nicks a escribir esta preciosa canción que suena a declaración de amor pero que no era un amor romántico, sino de una Nicks que se había sentido mucho más a gusto con aquellos tipos que lo que lo había hecho en su propia banda en años. La versión que grabaron durante las sesiones de “Mirage” debería haber sido parte del disco si ninguna duda.

Big Love (1987)
Para mediados de los 80 Lindsey Buckingham había sacado dos discos en solitario que no habían conseguido mucho éxito mientras que Stevie Nicks se había convertido en una estrella en solitario. Cuando en 1985 se decidió volver a intentar a grabar un disco de la banda, cada uno de los miembros de la banda se encontraba en un momento malo personalmente, Nicks había tenido que pasar por un centro de rehabilitación y Fleetwood consumía más que en los tiempos de “Rumours”. Buckingham estaba realizando su tercer disco en solitario y esta vez sí que contaba con la canción que le podía convertir en una estrella. Se trataba de este “Big Love” que se convirtió en el buque insignia de “Tango In The Night”, el segundo disco más exitoso de su carrera, a pesar de que Stevie Nicks no aportó casi nada, aunque hay estaba su gran interpretación en “Seven Wonders”. El caso es que “Big Love” se convirtió en la canción que abría el disco y en el sencillo que lo presentó con su perfecta combinación entre la sensibilidad pop de Buckingham y su gusto por la experimentación, siendo una perfecta continuación de “Tusk”. Eso sí, conociendo un poco de la personalidad de Buckingham y habiendo pasado todo lo que ha pasado desde entonces seguro que todavía se despierta en medio de la noche pensando que hubiera pasado si la hubiera sacado en solitario...

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