The Thin White Duke
(1975-76)
Coincidiendo con su papel protagonista en "El hombre que cayó a la Tierra" (Nicolas Roeg, 76), David Bowie se sacó de la chistera un nuevo personaje: el delgado Duque Blanco ("The Thin White Duke"). A primera vista su nueva encarnación podía resultar la más convencional hasta la fecha (pelo engominado y elegantes trajes de caballero), sin embargo puede que fuera la más desquiciada de todas.
En aquella época, como ya reflejaba el documental "Cracked Actor" (Alan Yentob 75), el cantante sufría una severa adicción a la cocaína, lo que le provocaría un aspecto cada vez más demacrado, además de multitud de problemas físicos y emocionales.
El Duque Blanco era básicamente un ser deplorable que coqueteaba con el nazismo e interpretaba canciones con simulada intensidad al tiempo que no sentía absolutamente nada. Bowie reconocería a posteriori que en aquel momento se alimentaba exclusivamente de leche, pimientos rojos y cocaína.
El personaje quedaría reflejado en el el excelente "Station to Station" (RCA, 76) un álbum de transición entre su etapa soul y el creciente interés que Bowie empezó a desarrollar por la vanguardia alemana. El proceso de grabación se convertiría en el patrón de referencia para todos sus obras venideras. Repleto de texturas, overdubs y otros efectos de producción, sitúa el trabajo de estudio como principal elemento creativo.
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