Los discos de mi vida por Jesse Hughes (Eagles Of Death Metal)

Aunque lo ocurrido en París lo haya impedido durante meses, a Jesse Hughes le encanta hablar sobre música. En el fondo sus Eagles Of Death Metal no son más que el fluir de sus gustos musicales en su propia música. Aquí nos descubre seis de los discos que más le han marcado y por tanto sus influencias más directas en todo cuanto hace.

THE DAMNED - “Damned Damned Damned” (1977)
Con este disco The Damned nos enseñaban que se puede ser punk y tener un buen sentido del humor, que ambas cosas son compatibles. Definitivamente, en un año en el que hubo tantos buenos lanzamientos en este género, este debut está entre los destacados.

BLACK SABBATH - “Black Sabbath” (1970)
Black Sabbath son la banda con mayúsculas, elegir uno de sus discos es misión casi imposible, pero por una cuestión sentimental me quedo con el primero que escuche: los riffs de Tony Iommi, la voz de Ozzy Osbourne, ese inicio tan poderoso con “Black Sabbath”.

DAVID BOWIE - “Hunky Dory” (1971)
David Bowie no es un músico más, él era un universo en si mismo, cada disco es un mundo, y este también lo es, en la que es su etapa más glam, quizás mi favorita suya. ¿Quién puede resistirse a temas como “Changes”, “Life On Mars” o “Kooks”?

THE ROLLING STONES - “Exile On Main St.” (1972)
La portada de este disco es una de mis favoritas de todos los tiempos, sino la que más. Y el concepto del disco me parece fascinante. Es un disco que me obsesionó durante mi adolescencia, me la conocía al milímetro. Lo tengo en vinilo y es uno de mis mayores tesoros.

LED ZEPPELIN - “Physical Graffiti” (1975)
Todo lo que he dicho antes sobre “Exile On Main St.” es igualmente aplicable a este disco. Creo que Led Zeppelin es la banda de rock con la discografía más sólida y esta es su cumbre, lo cual es mucho decir. Es un disco único que no se puede comparar a ningún otro.

BRIAN ENO - “Before And After Science” (1977)
Brian Eno nunca lo ha puesto fácil, siempre te obliga a un esfuerzo cuando escuchas sus discos, su mundo es complejo y, en consonancia, su música también. Es atmosférico y teatral, Brian Eno experimenta una vez más en uno de sus discos y en este en concreto entra en otra dimensión.