Izaro, los discos de mi vida (2022)

Izaro sigue adelante con su gira “Limones de oro”, que la ha llevado a un sold out de 6.000 personas en San Sebastián y por diversas partes del mundo. Ahora anuncia un total de veinte nuevos conciertos en nuestro país, momento que aprovechamos para preguntarle por sus discos favoritos.

Pedro Guerra - Ofrenda (2001)

Sonaba en el coche cuando era niña. Yo tenía unos ocho años, y en mi casa mi madre y mi padre siempre compraban muchos discos, y cantábamos en el coche y bailábamos en casa. Me aprendí este disco entero –todas las canciones menos “El encantador de serpientes” porque me daba miedo (risas)– desde mi asiento de detrás del conductor, mirando por la ventana. Me fascinó lo visuales que eran las letras, la cantidad de imágenes que proyectaban, los sonidos extraños pero al mismo tiempo naturales. Creo que este disco influenció en aquel entonces mi manera de escribir hoy, junto con los dibujos animados musicales que veíamos en casa, y más canciones.

Julieta Venegas - Limón y Sal (2006)

Entrando en la adolescencia llegó este disco a nuestro coche. Era la primera vez que escuchaba a Julieta Venegas, con aquel limón en la portada, y su voz, y su forma de cantar, y su forma de contar. Y fíjate, quizás me nacieron a mí los limones después de esto. Hasta ese momento mi cabeza iba construyendo más las maneras de contar y mostrar las cosas, y ya a los trece empecé a poner atención en cómo cantar. Este disco lo he cantado mucho, mucho. Iba corrigiéndome, repitiendo, mejorando. Mi escuela vocal también la formaron Miley Cyrus, Ella Fitzgerald, Demi Lovato, Celine Dion, Norah Jones… y luego se ha ido sumando mucha gente más.

The Corrs - Dreams. The Ultimate Corrs Collection (2006)

Mi madre compró este disco recopilatorio de The Corrs, que era doble porque también traía el DVD. Creo que es el primer disco físico que me marcó por su diseño. Era suave, brillante, la foto de portada, la luz, el color, la electricidad. No conocía a la banda, y fue raro porque cuando entré en su mundo musical ellas ya lo habían dejado. Se convirtió para mí como un fósil súper valioso, y luego volvieron. Creo que fue una de las primeras veces que me enamoré de una canción: “When The Stars Go Blue” (feat. Bono en este caso). Piel de gallina, lágrimas en los ojos, exceso de salivación, como una explosión de sensaciones. Esta canción (me la acabo de poner ahora) tiene un botón especial en mi cerebro. Uffffff

Norah Jones - Feels Like Home (2004)

Mi madre me trajo este disco porque se lo recomendó un amigo. Le dijo que era una artista que teníamos que escuchar en casa. Ya tendría yo diecisiete años, porque me acuerdo que no mucho después me saqué el carnet de conducir, y lo escuchaba en el coche sola, y cantaba. La sensibilidad, la dulzura, la ternura, la voz, la miel, la elegancia, la sutileza, su juventud en la portada. Quizás mi primera referente realista, de decir “quizás yo pueda hacer esto algún día, encontrar mi propia voz, un disco propio”. Para mí es paz, esperanza, y hogar. Realmente feels like home.

Taylor Swift - Fearless/Evermore (2008/2020)

Siempre he disfrutado mucho del arte de mis contemporáneas. Yo he crecido a la vez que Taylor Swift, o Miley Cyrus, o Selena Gómez. Crecía mirándolas, y ellas siendo miradas. La sociedad ha hecho que sus vidas no sean fáciles, yo las admiro mucho. El primer disco que tuve suyo fue “Fearless” en 2008. Yo tenía quince años, quise aprender a tocar la guitarra por ella. Para poder tener mis canciones completas, porque yo ya tenía mis canciones pero solo con voz. Ese disco conectó mucho con la Izaro de quince años, y “Evermore” conectó mucho con la Izaro de veintisiete. “Evermore” un disco precioso, precioso, precioso. Podría pasarme horas escuchando a Taylor Swift. Todavía sigo escuchando aquel disco de 2008, era su segundo disco si no recuerdo mal, y este el noveno. De alguna manera, una vida entera compartida.

Rosalía - Motomami (2022)

Hay muchos discos clave para mí en mi vida, pero nunca había comprendido del todo eso de “ese disco me salvó la vida”, hasta que llegó “Motomami” en un momento oscuro para mí, y me ayudó a “salvarme la vida”. Llevaba tiempo sintiéndome como invisible, es largo de explicar, pero sentí que este disco me vio, y fue tal el alivio… Lo que dice, desde dónde lo dice, cómo lo dice, la producción, la fortaleza, la voz, la foto, el talento, la valentía, la inteligencia, la elegancia, la capacidad, el amor. Siento una conexión muy fuerte con este disco, con todo su concepto, con ella.