Es pleno Julio y hace mucho calor a eso de las 10 de la mañana. Quedo con Valero en su garaje ya que tenemos que hacer acopio de todo el material que vamos a usar para grabar las guitarras. No cruzamos palabra, lo cual es bastante normal, sin embargo se nota que estamos nerviosetes...y bastante dormidos. Ponemos el “Ain´t Life Grand” de los “Slash´s Snakepit” (disco que se quedaría en el coche durante casi todos los días de la grabación) y ponemos rumbo hacia las diferentes localizaciones donde nos esperan buenos colegas que, amablemente, nos han prestado sus equipos, y a su vez nos hacen quedar como auténticos gorrones. Así es como empieza nuestra segunda experiencia en el estudio.
Bloque III – GUITARRAS
Lo que teníamos claro para este segundo disco era que queríamos ser más partícipes en el sonido de guitarras del mismo, partiendo de la idea de intentar sonar algo más limpio que en “Storming the Gates”y sobretodo intentar sacar el sonido particular que pedía cada canción. Cuando llegamos al estudio automáticamente empezamos a construir un pequeño gran set de cabezales y pantallas. Por un lado teníamos nuestro propio material: un cabezal Marshall Superbass, un Marshall JCM 800, un cabezal Orange OR 120 y una pantalla Orange (el sonido del ROCK). Y para intentar salir de nuestra zona de confort teníamos todo el equipo que nos habían dejado: Aitz de “Fetitxe” nos prestó su cabezal Hiwatt y una pantalla Genz Benz, Iurgi de “Suge” un cabezal Marshall JMP con su respectiva pantalla y Arturo de “Estudio Mar24” un Hot Plate THD.
A partir de ahí la consigna que nos puso Xanpe era sencilla: “Buscad un sonido con el que estéis cómodos y os mole como suena dentro de la sala”. Dicho lo cual, y como yo iba a ser el primero en grabar mis partes rítmicas, empecé a probar distintas combinaciones con la ayuda de mis compañeros y unos buenos cascos de obra. Llega un momento en el que cuando estas usando material de primera, nada te suena mal solo te suena diferente, aunque al final barrí para casa y me quedé con mi JCM 800 y la pantalla de Aitz: un sonidazo.
Con todo preparado para empezar a grabar, llego el momento más esperado de la grabación, el primer menú en Koba Estudios: unas rodajitas de fuet (mi dieta básica durante ese mes) y un buen arroz a la cubana para cimentar canciones como ladrillos.
Con una dupla de Les Paul y Stratocaster empezamos a grabar y rápidamente entramos en una dinámica muy eficaz, grabando primero las canciones de tesitura más limpia y dejando las distorsiones fuertes para el final. Desde el principio me sentí muy cómodo y las tomas salían de forma muy fácil gracias al trabajo hecho los meses anteriores en el local (ensayando, grabando una pre-maqueta y ensayando todavía más), y es que el ambiente de buen rollazo y “currela pero sin presión” que tuvimos no hizo más que motivarnos para las siguientes sesiones de grabación.
Acabar mis partes rítmicas me llevaría otro par de días más, en los que trabajamos otro aspecto que teníamos pendiente para este disco: producir más este nuevo disco. Para ello hicimos varias capas de guitarra en temas que nos pedían sonar de una forma más grande y después grabamos todos los arreglos que tenía pensados de antemano, y alguno nuevo con la ayuda de Xanpe lo cual fue muy divertido ya que muchas veces tuve que “descifrar” sus onomatopeyas del estilo: “¿Por qué no metes un piripipiri o un dara ducara cara?”. Muy Cañita Brava todo.
Con todas mis partes acabadas era el turno de Valero, que siguiendo la misma metodología de grabación no le llevo más de tres de días hacer lo propio, usando el Orange con la pantalla Marshall de Iurgi y la Flying V que le caracteriza. Una vez más se noto el trabajo ya hecho y que las ideas que teníamos para las dos guitarras funcionaban y se complementaban a la perfección, asignando a cada una un sonido particular.
Mientras Valero grababa aproveché para hacer la compra y reponer la nevera con más fuet e introduje a todo el personal que pululaba por el estudio en el maravilloso mundo de los Snacks a la vinagreta (una droga más dura que el estramonio, una vez empiezas no puedes parar).
La cosa marchaba bien, ya teníamos esa sensación de euforia por como sonaba todo y aun quedaban las voces y los solos, para los cuales recurrimos de nuevo a Aitz de “Fetitxe” y le pedimos un ampli pequeño de pocos vatios que pudimos ponerlo a pleno volumen consiguiendo un sonido muy directo y cañero. Un par de días después los solos estaban finiquitados y a pesar de haber soñado reiteradas veces en casa que aun estábamos en el estudio decidimos ponernos con las voces antes del fin de semana, ya que eran fiestas en Arrigorriaga y no queríamos sufrir males mayores.
Bloque IV – VOCES
La grabación de las voces no tuvo prácticamente ningún misterio, pero he de decir que fue el momento en el que, personalmente, mas presión sentí. Por suerte Xanpe supo cómo hacer que fuese una experiencia más relajada y cómoda que en la anterior grabación y pienso que usé esa presión a mi favor, intentando clavar mis tomas principales y los coros. Por otro lado Miguel no tuvo ningún problema y es que es un autentico crack, haciendo tomas brutales y currándose varias armonías de voz y coros que hacían que todo adquiriese un nuevo nivel más. Con todo esto, pasamos el fin de semana con Xanpe en Arrigorriaga donde celebramos el trabajo bien hecho bebiendo y hablando de los Cult, Deep Purple con Tommy Bolin, Blue Öyster Cult, Ozzy Osbourne con Jake E. Lee y los Oasis.
Y ya estaba todo grabado... ¿seguro?
Al acabar todas las partes vocales teníamos un objetivo extra, y es que en las últimas semanas antes de entrar a grabar, había compuesto un nuevo tema acústico con una onda muy “zeppeliniana” y hasta llegar al estudio teníamos dudas de si lo incluiríamos en el disco o no. Viendo que Xanpe entraba en éxtasis cuando se lo enseñé, se puso al lio: automáticamente subió al pequeño almacén que tiene en el estudio y bajó con una mandolina y un bouzouki griego (y con una sonrisa de oreja a oreja). El resultado fue un tema que grabamos en un solo día, añadiendo, aparte de esos dos instrumentos, una guitarra acústica estándar, otra de doce cuerdas que nos prestó Lázaro de “La Ferralla Records”, un bodrhán irlandés y varias percusiones tocadas por Sergio . Tanto Miguel y yo grabamos las voces dobladas y añadí unos coros que se me ocurrieron allí, dejando terminada una canción que será uno de los mejores recuerdos que me llevo de esta grabación.
Unos días después recogimos todo el material y nos despedimos de Xanpe con una sensación agridulce, contentos por haber acabado el disco pero algo tristes porque la experiencia hubiese terminado ya. Le dejamos a cargo de la mezcla del disco, proceso que hemos terminado a primeros de este mes, y desde entonces han pasado varias cosas: varios (pocos) días de vacaciones, concierto en Mundaka Festival, un Antzoki petado en la Aste Nagusia y sobretodo, Xanpe ha sido padre. Así que aprovechamos estas últimas lineas para mandarle un “Zorionak” como una casa y “Eskerrik asko” a él, a todo el mundo que nos ha apoyado hasta la fecha y a todo aquel que lea este diario.
¡Vais a flipar con el disco! ¡R'N'R!
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