Así que no se nos ha ocurrido mejor momento para preguntarles por discos que les han marcado y este es el resultado. “Obviamente no son los discos de nuestra vida, pero esta semana hemos elegido estos”, apuntan al respecto.
Phil Spector - "Back To Mono (1958-1969)" (1991)
Esto tiene trampa porque es un greatest hits de una década entera en Estados Unidos. Nacimiento, cúspide y muerte del pop, luego ya llegarían “los grupos”. Sencillo y denso. Exagerado y pegadizo. Producciones atrevidas y melodrama. Salió en 1991, nuestro año favorito.
Deee-Lite - "World Clique” (1990)
A finales de los ochenta y principios de los noventa vimos como se abrían las puertas de un mundo nuevo de música que mezclaba pasado, presente y futuro, pop, baile y hip hop, con total desparpajo y sin restricciones, y este es quizás uno de los discos más chulos de esa época por la que sentimos tanto cariño. Todo en este disco está bien. No sobra nada, y hay tantas cosas que es imposible echar de menos algo. Podíamos haber elegido “Raw Like Sushi” de Neneh Cherry en esta categoría.
Dusty Springfield - “The Silver Collection” (1988)
Este es el recopilatorio de Dusty que nos tocó a nuestra generación. Salió en 1989. Son veinticuatro canciones con los mejores compositores, arreglistas y productores (Bacharach/David, Goffin/King, Ivor Raymonde, John Franz…) y la mejor voz. Y sobre todo Dusty eligiendo el repertorio que quería cantar, algo que no era normal en la época.
MGMT - “Little Dark Age” (2018)
Quizás sea el disco que más hemos escuchado en los últimos cinco años. El conjunto es un regalo, se nota el cariño que le pusieron en cada canción. Es algo que agradecemos mucho y que te hace volver a escuchar muchas veces un disco: las estructuras te sorprenden, cada arreglo y cada sonido son algo único, el tratamiento tan diferente en las voces. Chispeante y generoso. Parecen cinco grupos diferentes y todos nos gustan.
Saint Etienne - “So Tough” (1993)
Normalmente elegiríamos “Fox Base Alpha”, pero por cambiar hoy escogemos su segundo disco “So Tough”. ¿Más de lo mismo? Puede que sí. No tiene el efecto sorpresa, la frescura y atrevimiento del primero, pero quizás tenga mejores canciones y la mezcla perfecta de las cosas que más nos gustan: el pop, los sesenta, la música de baile, la canción romántica, el sampling, los collage sonoros y la sensación de que tú también podías hacerlo.
Michel Legrand & Jacques Demy - “L’Integrale” (2013)
Sólo por lo que hicieron en “Los paraguas de Cherburgo” ya merecen la gloria: una película en la que todos los diálogos están cantados, algo normal en algunos musicales o en la ópera, pero no en el cine. ¡Tener ese atrevimiento y además llevarlo a cabo con tanta gracia e inspiración! Legrand hizo para Demy aún más bandas sonoras memorables, melodías de las que se te quedan en la cabeza: “Lola”, “Las señoritas de Rocheford”, “Piel de asno” o “La bahía de los ángeles”.
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