¿El rodaje fue tenso, por la responsabilidad?
Hacer una película como director es fantástico (él es un veterano productor, pero esta es su segunda película dirigiendo), trabajas con gente interesante e incluso divertida, pero en el fondo… nunca consigues relajarte. Y luego están los “no hay suficiente”… “no hay suficiente tiempo”, “no hay suficiente luz”, no hay suficiente dinero”… ¡jajaja! Al menos no había demasiado dinero que perder. Hablando en serio, la responsabilidad estaba muy presente, pero me sirvió para concentrarme en el hecho de que estaba ante una oportunidad única. Además, es difícil de explicar la satisfacción que me dio ver que los actores que había contratado llevaban su papel mucho más allá de lo que había imaginado. Algunas escenas de Tom fueron como ver un home-run en directo, ¡yeaaah!
¿La familia se implicó?
Pues esto puede que suene a broma, pero lo mejor para un director de biopic es que la familia se involucre lo menos posible, porque cada miembro tiene una opinión distinta sobre cómo debe hacerse la película, o un recuerdo distinto de cómo fueron las cosas. Lo único que hicieron, que por cierto fue bastante valiente por su parte, fue no presionarme. De todas formas, desde el principio del proyecto yo sabía qué quería buscar, tenía la información y sabía cómo quería transmitirla, así que cuando contacté con la familia el guión estaba prácticamente cerrado. Cuando vieron el resultado hubo sentimientos distintos, pero en general les gustó la película, especialmente a los más jóvenes. Dos de sus nietas han apoyado mucho acompañándome a proyecciones y estrenos. Una de ellas nació justo después de morir Hank, y para mí fue muy emocionante compartir este proyecto con ella.
¿Tiene la sensación de que la juventud norteamericana conozca la influencia de Hank Williams en la música popular?
Esta es la pregunta que llevo meses esperando que me hagan, porque esa es la razón de que haya hecho esta película. Es gracioso, porque siempre se habla de lo arraigada que está la música en la educación anglosajona, pero en Estados Unidos casi ningún chaval siente curiosidad por ese tipo con pinta de cowboy que murió hace casi 65 años. Incluso los fans del country actual, que como sabes está muy de moda, son bastante ignorantes respecto a la figura de Williams. La gente que escucha a tipos como Blake Shelton, por ejemplo, no tiene ni idea de dónde viene el country. No sé qué más habrá que hacer para que Williams tenga más reconocimiento. Al menos sí lo tiene entre Bob Dylan, Bruce Springsteen, Neil Young… ellos sí saben quién fue Hank Williams.
¿Tom Hiddleston era fan?
Tom es un tipo brillante, bien educado, que sabe tocar y cantar, así que sabía quién era, pero no llegaba a ser lo que se dice un fan. Sí sabía que era un artista al que hay que conocer, por supuesto, pero durante la preparación del personaje llegó a convertirse en un verdadero conocedor de su historia.
¿Tiene la sensación de que la juventud norteamericana conozca la influencia de Hank Williams en la música popular?
Esta es la pregunta que llevo meses esperando que me hagan, porque esa es la razón de que haya hecho esta película. Es gracioso, porque siempre se habla de lo arraigada que está la música en la educación anglosajona, pero en Estados Unidos casi ningún chaval siente curiosidad por ese tipo con pinta de cowboy que murió hace casi 65 años. Incluso los fans del country actual, que como sabes está muy de moda, son bastante ignorantes respecto a la figura de Williams. La gente que escucha a tipos como Blake Shelton, por ejemplo, no tiene ni idea de dónde viene el country. No sé qué más habrá que hacer para que Williams tenga más reconocimiento. Al menos sí lo tiene entre Bob Dylan, Bruce Springsteen, Neil Young… ellos sí saben quién fue Hank Williams.
¿Tom Hiddleston era fan?
Tom es un tipo brillante, bien educado, que sabe tocar y cantar, así que sabía quién era, pero no llegaba a ser lo que se dice un fan. Sí sabía que era un artista al que hay que conocer, por supuesto, pero durante la preparación del personaje llegó a convertirse en un verdadero conocedor de su historia.
¿Le confesó alguna dificultad en la interpretación? Hank era un tipo muy temperamental, y eso a veces tiene un doble filo para los actores…
Para mí no hay doble filo, es fantástico interpretar a personajes temperamentales. Cuanto más haya a lo que agarrarse, más excitante es para el actor. Uno de los retos más grandes a los que se enfrentó fue el de aprender el acento. Él es inglés, y tenía que hablar con un deje de un área muy específica de Alabama, así que imagínate. Lo de cantar fue bastante fácil para él, lo integró en su interpretación como un todo. Él sabía que jamás podría cantar como lo hacía Hank, pero sí acercarse a esa forma de interpretar, tan llena de alma, con esa combinación de fuerza y fragilidad que fascinaba a su público. La caracterización física también fue dura, porque Hank no era un tipo particularmente saludable… Creo que los espectadores nunca nos damos cuenta lo suficiente del trabajo que requiere cambiar tus hábitos y tu dieta durante meses, para después empezar el trabajo real. A pesar de todo eso, a Tom le encantó el desafío.
¿Fue fácil elegir el título?
Es curioso, porque costó bastante. Hay tantas canciones de Hank Williams con títulos fantásticos para una película… “Cold, Cold Heart”, “I’m So Lonesome I Could Cry”, “Your Cheatin’ Heart”, “Jambalaya”… Pero me decidí por “I Saw The Light” porque encierra un fuerte sentido irónico hablando de Hank.
Hank falleció a los 29 años así que no haré ningún spoiler con esto… Cuando murió camino de un concierto, la noticia fue comunicada al público y he leído que éste reaccionó con sorna, porque sus excesos eran bien conocidos. Había faltado a algún compromiso con anterioridad, y pensaron que era una excusa de mal gusto. Sin embargo, usted no ha reflejado así la escena.
Quizá eso ocurriera, quizá no. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que a los pocos segundos todo el público comenzó a cantar “I Saw The Light”, y aunque hubo un momento en que me parecía un final muy cursi, no pude terminar de otra manera porque es lo que ocurrió. Además, para los últimos planos conté con un documento excepcional, un vídeo real que un policía grabó en súper 8 durante su funeral, que tiene un gran valor histórico. Su nieto se enteró de que estábamos haciendo esta película y nos la cedió.
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