Llevándote de nuevo al comienzo de la banda ¿en qué pensabas en el momento en el que Faith No More dio forma a su sonido y se definió como grupo?
(Piensa) Bueno, es una pregunta muy amplia. En el 84 u 85 realmente no sabíamos quienes éramos, pero sabíamos lo que queríamos. Era una época en la que no conseguíamos hacer conciertos con facilidad, no nos hacían reseñas, a nadie le importábamos. Teníamos amigos, sí, nos venían a ver y había una pequeña escena, pero no éramos capaces de salir de gira y esas cosas que uno quiere hacer como músico. Al mismo tiempo, de algún modo, sabíamos que teníamos “algo” entre manos, aunque no supiésemos exactamente qué era. Mi postura era: “no sé bien de qué va esto, pero lo quiero llevar lo más lejos que pueda”. Esa era mi perspectiva, pero no es algo que haya analizado a fondo aunque tenía algunas certezas, claro. Quería que fuese música que se sintiese de forma profunda, poderosa, fuerte… y el bajo tenía que sonar bien. Ese tipo de cosas, más bien técnicas, estaban presentes.
¿Qué tan distinto es para ti escuchar “We Care A Lot” hoy a haberlo hecho en 1985?
No hay sorpresas. No estoy descubriendo nada nuevo en cuanto a las canciones, conozco cada detalle en ellas. Pero sí es absolutamente diferente la experiencia por una cuestión de distancia. Cuando te vas haciendo mayor, encuentras la manera de perdonarte a ti mismo (risas). En este caso funciona así porque una de las razones por las que este disco no fue reeditado con anterioridad es porque me hacía sentir cierta vergüenza. Es un álbum hecho por gente que estaba muy verde; entusiastas pero no sofisticados. Creo que pasó el tiempo suficiente como para poder apreciar las limitaciones y no sentirse avergonzado por ellas.
Presentaron el disco tocando en vivo junto a Chuck Mosley en la voz ¿Cómo fue aquello?
Fue un desafío porque no sabíamos cómo saldría ni cómo se sentiría, ya que las otras veces que Chuck se nos unió en el escenario no fue óptimo. A pesar de haber tenido todo en cuenta para que saliera bien, no sabíamos qué esperar. Tampoco quisimos hacer de esto un gran show de Faith No More. Lo presentamos como Chuck Mosley & Friends, así que la gente que viniese podría vivir una buena experiencia, con una sorpresa cool sin tomarlo como un gran evento o algo histórico. Una vez que la energía fluyó y la presión cedió, lo hicimos. Más tarde hubo opiniones de la gente. Queríamos reconectarnos para hacer algo no usual. Y en ese sentido funcionó exactamente como planeamos.
El día después del primer show tuiteaste “Al carajo con los haters. Eso es todo”. Asumo que fue para quienes hablaban mal de Chuck en las redes, comparándolo con Mike Patton.
Sí, sabes, es curioso y en parte es cierto. Con esta banda que existe desde hacen treinta y tres años, siempre tuvimos gente diciéndonos lo que tenemos que hacer. Y también gente definiéndonos en plan “esto es lo que sois”. Y nosotros, en el rincón contrario, respondiendo y explicando nuestras intenciones. Luego comenzamos a tener fans que nos valoraban por lo que hacíamos, por hacer lo que sentíamos y no por lo que supuestamente debíamos hacer. Y hoy en día llegar a este punto y ver gente, algunos de ellos fans nuestros, que nos castiga por tener a Chuck cantando en la banda me hace preguntarme: “¿Quién carajo es esta gente? ¿Cómo pueden nuestros propios fans ponerse en la actitud de los cabrones que cuestionaban a mi banda en los comienzos?”. Es pura mierda. No pueden poner a Chuck en una posición de defensa ya que no tiene nada de lo que defenderse. ¡Es el cantante original! (risas). Entonces, quizá hubo algo de drama, pero tampoco me enfadé demasiado. Fue algo más como “esto es lo que somos y esto es lo que hacemos, así que si no te gusta vete a la mierda”. Simplemente sentí que era necesario decirlo.
Un día después posteásteis en vuestro Facebook una foto de Patton y Mosley juntos. ¿Crees que ahora podéis disfrutar de una buena relación entre todos, gracias a aprender de los períodos conflictivos del pasado?
Sí, y creo que es más sencillo aún: todos nos dimos cuenta que esto no duraría para siempre. A pesar de los períodos duros y los malos sentimientos, nos sentíamos atrapados dentro del grupo, sin salida. Nos dimos cuenta que simplemente fue mucho el tiempo el que tuvimos separados. En lo personal, ahora no siento presión alguna.
Para el lanzamiento de “We Care A Lot” tuvísteis otra idea novedosa cuando invitaron a sus fans en distintas ciudades del mundo a escuchar el disco en exclusiva un día antes que saliera. ¿Cómo surgió esta idea?
Lo que quise hacer fue darle un cierre a lo que hacíamos cuando girábamos con ese disco, en la época en que nadie nos conocía. Generalmente llegábamos temprano a las salas, les regalábamos camisetas a los que allí trabajaban. Nos hacíamos amigos. No eran fechas en las que ganásemos mucho dinero, a veces dos dólares, a veces diez, pero eran muy divertidas. La gente se abría a nosotros, nos invitaban a quedarnos en sus casas, nos presentaban a sus amigos, etcétera. Entonces de algún modo, quise traer de nuevo ese sentimiento a través de esta idea: encontrar un bar, poner el disco y emborracharse. Podemos hacerlo aquí y en muchos otros lugares, nos podemos comunicar y la idea era que no fuese un lanzamiento formal, donde estás realmente atento a cómo suena el disco, sino como una fiesta en la que Faith No More convoque gente a emborracharse mientras su disco suena.
Te consideras a ti mismo un músico, pero eres más que eso: productor, dueño de tu propio sello, pero sobre todo eres una persona de la cultura que se conecta con gente de distintos lugares y a su vez hace que esa gente se conecte entre sí…
Sí, estoy de acuerdo. Como músico tuve la suerte de girar mucho y conocer muchos lugares que extrañaría si me tuviese que quedar para siempre en mi país. No se puede volver atrás en esto. Es como cuando pruebas una buena taza de café y conoces su sabor, no querrás volver a un café malo nunca más. Yo crecí en California, en muchos sentidos un lugar maravilloso para vivir, pero si me quedase atrapado aquí ahora, sabiendo cómo soy, me deprimiría mucho. Hay cosas que se hacen mucho mejor en otros lugares: más placenteramente, donde la gente tiene una actitud distinta respecto a las éticas de trabajo, a la música, a la comida. Echaría mucho de menos todo eso.
Sueles compartir noticias sobre política de muchos lugares del mundo pero no tanto de tu país ¿Cómo ves este momento en la actualidad estadounidense?
Muy triste y deprimente. Hay dos cosas que están pasando aquí, una viene de lejos y es que la gente está viviendo aislada y “encerrada” desde hace mucho. Tenemos unos medios de comunicación que los tratan como si fuesen el centro del mundo. Creo que vivo en un país que está muy separado del resto del mundo y por eso tenemos a los presidentes o a los candidatos que tenemos. Por otra parte, la corrupción es terrible.
¿Qué visión tienes de las próximas elecciones?
Cualquiera que gane tendrá muchos problemas para gobernar ya que la mitad del país estará en su contra. Habrá demostraciones en ambos lados. Odio decirlo pero vienen tiempos duros.
Volviendo a la música, ¿se podría decir que Faith No More es un grupo inconformista de acuerdo a su búsqueda sonora?
Creo que no se trata de ser inconformista o conformista. Creo que tiene que ver con ser feliz con tu trabajo, creando un espacio para ti en el que puedas expresarte como quieras. En el negocio de la música hay un lado muy conservador en el que las expectativas suelen alcanzarse. No sé bien cómo es hoy en día, pero antes se hacía mucho dinero vendiendo productos y cuanto mejor definidos estaban, más posibilidades de ganarlo había. Nosotros nunca tuvimos ese enfoque. Nuestro acercamiento a la música es más de fan. Queríamos sentirnos inspirados y excitados por los discos que haríamos, lo mismo que con los discos que nos gustaban cuando éramos muy jóvenes. El sistema es bastante conformista por naturaleza, así que se trata de expresarte de una manera que no esté afectada por ese conformismo latente.
Entre todos los miembros de la banda tienen infinidad de proyectos paralelos muy distintos entre sí. ¿Crees que los fans de Faith No More son capaces de entender toda esa suerte de “galaxia musical”?
No, y no creo que deban hacerlo. Creo que pueden odiar muchas de las cosas que hacemos de forma paralela. Es como la comida, no a todo el mundo le gusta lo mismo. Aquellos a los que les gusta todo son los que me preocupan un poco (risas). No intento sacar partido de ser el bajista de Faith No More para favorecer otros proyectos paralelos. Para nada.
¿Cómo te sientes con la idea de las reediciones de “Album Of The Year” y “King For A Day”?
Hay varios aspectos positivos. No somos nosotros los que los estamos sacando nuevamente, sino el sello, pero es un buen signo que sigan generando interés entre la gente. Fueron muy complicados en su momento y esto me hace pensar en que sobrevivieron a la prueba del paso del tiempo, lo cual me hace muy feliz. Lo que realmente me gusta de estos lanzamientos es que tienen un punto de vista más artístico que las versiones originales. No estuvimos muy involucrados en el sonido en sí, pero Roddy escribió algunas notas y lo que es importante para nosotros a la hora de publicar una retrospectiva, es hacerlo de la forma que queremos que sea leída. Es muy cool que hayamos puesto todo en el contexto adecuado desde nuestro enfoque.
Con todas estas reediciones quizá sea un buen momento para preguntar ¿cuál es tu disco favorito de Faith No More?
(Piensa) No tengo uno. Son todos muy diferentes y son lo mejor que pudimos hacer en cada momento en particular. Todos fueron nuestros favoritos cuando los hicimos. Y tan pronto como los terminamos dejamos de escucharlos, así que no es algo que pueda responder. Una vez más, es como la comida, podemos compartir gustos, pero un día a mí apetece carne y a ti pescado.
Con estas tres reediciones, uno puede pensar en que Faith No More están entrando en una época “peligrosamente nostálgica”. ¿Estoy en lo cierto o habrá nueva música en el futuro cercano?
Bueno, no lo puedo ver de esa manera ya que estas dos reediciones de los noventa no son decisiones de la banda. Definitivamente da la impresión de que estamos nostálgicos, pero no es el caso. Con respecto al futuro, lo que quiero decir es que no podemos controlar a nuestra banda ahora mismo, cuando tengamos algo que contar lo haremos. Normalmente los primeros en saberlo son nuestros amigos.
Por Faith No More han pasado músicos muy diferentes a lo largo de su historia ¿Cómo fue que lograron tener una carrera consistente partiendo de una suerte de familia musical disfuncional?
(Piensa) Creo que no hubo un plan. Sólo confiamos en lo que creíamos y la suerte nos acompañó en varios momentos. Nuestro arte e intenciones aparecieron en el momento correcto. No hubiese funcionado bajo un estricto plan, fueron muchas cosas que se combinaron en nuestro favor.
¿Estás metido en nuevos proyectos ahora, Billy?
Sí, lo estoy. Acabo de terminar con todo lo de la reedición de “We Care A Lot” la semana pasada y eso fue muchísimo trabajo. Me tomaré una semana libre y luego veré en qué me meto. Trabajaré con la banda chilena Cómo Asesinar a Felipes nuevamente. También hay una película en la que me involucraré, algo muy interesante pero aún es temprano para hablar de ello. Y alguna cosilla más vendrá.
¿Qué puedes decir del nuevo disco de Cómo Asesinar a Felipes?
Todavía no lo escuché. Iré a Chile unos días a trabajar con ellos en la pre- producción. Luego vendrán a grabar aquí. Estoy muy curioso por lo que traerán ya que ahora no tienen teclados y esa era una parte fundamental de su sonido. Es una banda que me encanta, son únicos, suenan a ellos mismos. Son un grupo de “ninguna parte”, una de esas bandas con las que me encanta trabajar. Amo su espíritu respecto a tomar riesgos.
Viviste un tiempo en Barcelona ¿Por qué decidiste vivir allí y por qué te fuiste?
Amo Barcelona. Viví allí por un año. Eso fue en 2001 y pasó porque mi mujer perdió su trabajo aquí en Estados Unidos y pensamos que era un buen momento para vivir donde quisiésemos y salir de este país. En San Francisco estaba muy latente toda la cosa de las punto com y nosotros no estábamos interesados en eso. Fue genial estar allí y nos fuimos porque decidimos ver otras partes de Europa así que nos mudamos un tiempo a Francia y luego volvimos a casa ya que yo comencé a estar metido en trabajos de producción. ¡No volví a Barcelona hasta este verano!
¿Cómo descubriste a 7 Notas 7 Colores, a los que publicaste en tu sello internacionalmente?
Los conocí en Granada en 1997. Me decían que no tenían manera de sacar sus discos en Estados Unidos ni en Sudamérica y eso fue justo cuando yo comenzaba con mi sello Koolarrow, así que fue la oportunidad perfecta para involucrarlos en el sello. Su disco fue nuestra segunda referencia.
Has estado en muchos proyectos y colaboraciones pero no siempre como un bajista de banda clásico como haces con Faith No More ¿esa es una función que reservas para tu banda?
Sí, creo que sí. En cualquier caso, no importa la música que haga, es posible que escuches algo de Faith No More en ella ya que la forma en la que construyo música tiene una idea clara. No puedo hacer mucho contra eso. Es básicamente la forma en la que aprendí a tocar y escribir. Me encanta hacer otras cosas como cuando toqué con Porn o Jello Biafra, proyectos que me sacan de mi zona de confort y me obligan a hacer cosas que no suelo hacer. Es un buen ejercicio que me permite trabajar diferentes músculos. Pero cuando escribo, siempre escucharás algo de FNM, te guste o no.
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