Cuatro mil profesionales –entre ellos representantes de cuatrocientos festivales de todo el mundo–, doscientos treinta y ocho artistas de treinta y nueve nacionalidades y unos cuarenta mil asistentes se darán cita en esta reunión ineludible de la industria musical global. En lo artístico, España estará representada, según escribimos estas líneas, por diez artistas. La lista se ha ampliado hace pocos días.
Eurosonic ESNS es una piedra de toque perfecta para conocer la vitalidad de la escena musical europea y sus distintos mercados. La cita se viene repitiendo con puntualidad anual desde su primera edición en 1986: bandas y solistas emergentes de todos los países de Europa enseñan sus cartas sobre el escenario, bajo la atenta mirada de los profesionales que forman cada uno de los eslabones de la cadena de la industria: promotores, representantes de festivales, sellos discográficos, plataformas, medios...
También se proponen docenas de conferencias y mesas redondas, y en su marco se entregan los Music Moves Europe Awards (MME Awards), que ya tienen a sus quince nominados, entre ellos, el español Ralphie Choo. En ediciones previas han ganado el premio artistas que se han hecho masivos, como Dua Lipa y Stromae.
Los showcases les servirán a los artistas para darle un empujón a su carrera en un mercado musical que se mueve a velocidad vertiginosa, y en el que géneros y tendencias cosmopolitas se combinan en propuestas que muestran todo el caleidoscópico panorama de la música popular contemporánea. Recordemos: por Eurosonic han pasado las galesas Wet Leg, los irlandeses Fontaines D.C. o bandas españolas como Hinds. La británica de origen albanokosovar Dua Lipa, hoy súper estrella del pop global, actuó en la edición de 2016.
Eurosonic ESNS funciona como escaparate de las tendencias de cada país, cada uno con su idiosincrasia propia y particular. Hasta treinta y nueve países (incluyendo Islas Feroe, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) van a estar representados este año con músicos que practican del pop más etéreo y la electrónica al noise más agresivo y descarnado, pasando por el soul, el jazz, los sonidos étnicos y las diferentes estéticas urbanas y electrónicas.
Polonia, protagonista
Si el año pasado le tocó a España estar bajo el foco -en una edición memorable, con la participación de nombres emergentes como Irenegarry y Queralt Lahoz, junto a artistas consolidados como León Benavente-, en esta edición va a ser Polonia, a través de Focus On Poland, el país que muestre la pujanza de una escena rica y pujante que se remonta a los tiempos del Telón de Acero. Trece artistas polacos estarán presentes (una cantidad sólo por detrás de la de Países Bajos, que de momento cuenta con treinta y cuatro). Entre ellos la diva electrónica Artificialice –con reminiscencias de Björk y Arca–, el grupo psicodélico de Cracovia Moonstone o la banda de raíces punk y noise Izzy And The Black Trees. Berry Galazka, nominada a los premios, es una artista multidisciplinar y con influencias de hip-hop criada en Florida.
Del Este se podrá degustar también el pop soleado de los checos Island Mint, la apuesta inclasificable del camaleónico búlgaro Ivo Dimchev o el drum’n’bass electrónico de las eslovacas Meowlau X Val. Y es que Eurosonic es una oportunidad única para conocer de primera mano qué se cuece musicalmente en países tan poco conocidos en lo musical como Bielorusia, Letonia, Serbia o Macedonia del Norte. Incluso Ucrania, pese a la trágica situación del país, con una guerra que va camino de cumplir dos años, contará con tres artistas: entre ellos, los ganadores de Eurovisión Kalush Orchestra. Por su parte, Fran Vasilić prueba que en Croacia se hace indie pop con vistas a The Strokes, y el dúo femenino freekind. que se hace pop cálido con influencias jazzeras en Eslovenia. Los húngaros Duckshell mezclan influencias húngaras, balcánicas y brasileñas con ska y hip hop. Son unos pocos ejemplos de la efervescencia musical de aquellos países.
Respecto a Europa Occidental, Países Bajos, Alemania, Bélgica, Francia e Irlanda cuentan con nutridas representaciones. Siempre hay que seguir de cerca a Inglaterra por su peso histórico pese a las complicaciones del Brexit. De este país actuarán los guitarreros post-punk Cucamaras, el misterioso cuarteto electrónico Honesty, capaz de fusionar garaje, ambient y shoegaze en una única propuesta, la elegante cantante de soul y R&B Jazz Karis y la joven banda Picture Parlour. Las irlandesas CMAT o Yunè Pinku son una buena muestra de por dónde se mueve el talento juvenil de aquel país de cantera también inagotable, capaz también de alumbrar bandas de noise electrónico industrial como YARD.
Pero fuera del ámbito anglosajón hay también mucha vida, por supuesto. De Francia llegan, entre otros, el dúo electrónico Bracco, la cantante con querencia por el disco, el kraut y el synth pop Zaho de Sagazan y el trío psicodélico Brama. Respecto a los artistas alemanes, están el cantante de indie con trazas de post-punk Betterov, el cantante de soul Eddington Again, el trío inclasificable ClockClock (nominados también) y el dúo folk Amistat.
El tándem punk suizo Bound By Endogamy es una buena muestra de la vitalidad del país alpino, capaz también de albergar talentos como el de Caroline Alves, que teloneó a Coldplay el pasado verano. De Escandinavia estarán presentes desde los suecos Den Der Hale y su noise caótico y la cantante de dream pop fichada por Sub Pop Waterbaby al dúo femenino danés Prisma, que acumulan premios desde 2020. Desde Islandia, Valdimar Gudmundsson propone en su nuevo proyecto Lón una mezcla de folk y rock empapada del carácter de la isla, y Arny Margret ofrece delicadeza folk existencial. La rapera noruega Ash Olsen mostrará su carácter sobre las tablas, de igual modo que el etéreo dúo finlandés Pearly Drops.
Llevar los sonidos tradicionales a nuevos terrenos sonoros es uno de los rasgos que definen a muchos músicos. Es el caso de la portuguesa Ana Lua Caiano (otra nominada a los premios), que incorpora los beats y los sintetizadores a la rica música tradicional de su país. El trío búlgaro Trigaida hace lo mismo con los sonidos propios de su lugar de origen.
En cuanto a los artistas locales, la presencia es muy numerosa, como es lógico –hasta cincuenta y dos, y las propuestas serán variopintas: punk (Tramhaus, que también han sido seleccionados para los premios), R&B elegante (Zoë Livay), electro-pop (Anna-Rose Clayton), indie rock (Elephant) o bien post-punk oscuro (Droom Dit)…casi todo cabe en la escena actual de Países Bajos, según puede verse en Eurosonic.
Nutrida presencia española
Los arriba mencionados son sólo algunos de los cientos de músicos que van a participar en la edición de este año. Y por supuesto, no podemos terminar este repaso de lo que nos esperará en el evento sin hablar de los diez artistas españoles que estarán en esta nueva edición del ESNS, de la mano de The Spanish Wave. Una selección que resalta el mestizaje estilístico y la personalidad de nuestra escena.
Con su cruce de modernidad pop imprevisible y sonidos tradicionales flamencos, el artista madrileño Ralphie Choo lanzó en septiembre su debut largo “Supernova” y está en plena progresión: ha sido nominado a los MMEA y ha despertado interés en la prestigiosa revista norteamericana Pitchfork. También procedente de Madrid, el artista multidisciplinar Eurowitch combina de forma experimental reggaetón, trap y beats funk con el fin de crear una propuesta bailable y adictiva.
Dame Área es un dúo de Barcelona con querencia por la estética industrial contemporánea, dos álbumes y varios EP’s. Apuestan por una electrónica con influencias del post-punk, el minimalismo y ritmos complejos. La electrónica es también el lenguaje del productor de San Sebastián Álvaro Granda Ferrer, que bajo el nombre de Divorce From New York propone un sonido de ritmos dislocados con influencias del jungle.
Aunque el dúo catalán La Élite se formó en 2015, ha sido recientemente cuando han llegado a tener una importante notoriedad gracias al impacto de su álbum de debut “Nuevo Punk”, en el que perfeccionan su fórmula. Por su parte, Habla de mí en presente es un quinteto con miembros catalanes, alemanes y franceses, que apuestan por un concepto nuevo de carácter lúdico: la technorumba.
También dará a conocer sus canciones la mallorquina Júlia Colom, que recupera tradiciones milenarias de su tierra con improvisaciones jazz. El dúo Los Sara Fontán también tira de formas de expresión ancladas en el Mediterráneo antiguo. Nacida en Londres de padre búlgaro y madre española, Ona Mafalda compone canciones de pop electrónico con influencias de artistas como Lana del Rey o Florence And The Machine. Otro solista de electrónica es pablopablo, que grabó su primera maqueta con once años y tras estudiar en Londres lanzó su disco de debut en 2022.
Un trampolín perfecto para desembarcar en Europa, nuestro mercado natural.
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