Que la música psicodélica ha experimentado un considerable resurgimiento en el siglo XXI es, a estas alturas, un hecho innegable. Basta con echar un vistazo a la proliferación de festivales del género a lo largo y ancho del globo... Desde finales de la pasada década el término no ha hecho más que revalorizarse, ya sea a través de revivalistas que emulan sonidos de los 60’s (Tame Impala, Pond, Melody's Echo Chamber, Temples, Foxygen,…) o mediante aproximaciones puramente experimentales o vanguardistas (Animal Collective, Fuck Buttons, Gang Gang Dance,...). Eso por no hablar de la labor de sellos como Sacred Bones o Holy Mountain, fundamentales en la redefinición de los límites del término (ahí están Wooden Shjips, Psychic Ills, Moon Duo, Föllakzoid, Amen Dunes, The Holydrug Couple,...).
La escena nacional no ha sido en absoluto ajena a este nuevo despertar psicodélica. El sello a caballo de Aragón y Madrid Analog Love, responsable también del Zaragoza Psych Fest, acaba de dejar constancia de ello con la recopilación “Spanish Neo-Psych Collection” (Analog Love, 2015), una verdadera joya para amantes del género, tanto por el contenido como por el continente. Por no hablar de "Una nueva dimensión" (Ondas del Espacio, 15), disco que reúne temas de doce artistas como Hi Corea!, Baywaves, Éter o Morales entre muchos otros.
A la hora de confeccionar la siguiente lista de nuevas bandas nacionale nos percatamos por un lado de la vigorosa salud de la escena y por otro de la extraordinaria subjetividad del termino. Numerosos nombres salieron a colación, muchos de los cuales abarcaban paisajes sonoros mucho más extensos de lo que cabría imaginar. Porque cabría preguntarse: ¿De qué hablamos exactamente cuando utilizamos la palabra ”psicodelia” en el año 2015?
"¿De qué hablamos exactamente al utilizar el término 'psicodelia' en 2015?"
Desde un punto de vista estético y cultural, la psicodelia es una vertiente de la música popular anglosajona que tuvo lugar principalmente en los EEUU y muy concretamente entre los años 1966 y 1986, coincidiendo con la popularización del LSD como droga recreativa, así como las consiguientes revitalizaciones fetichistas de ese particular sonido. En ese sentido, cientos de bandas intrascendentes podrían incluirse en la categoría. Léase, imitadores nostálgicos de los visionarios Jimi Hendrix o Syd Barrett, pero hoy ya desprovistos de coartada contracultural.
Sin embargo, el término puede tener también otras acepciones. Principalmente asociadas a la cultura de club y la electrónica de baile (acid house, trance) pero en general aplicables a cualquier tipo de música que haga de la repetición hipnótica y la sinergia con el oyente sus señas de identidad: krautrock, shoegaze, post-rock, noise, drone, stoner, ambient, doom.... Muchos son los estilos que se han visto salpicados por la policromía psicodélica.
Existe pues una diferencia entre la utilización de la palabra como una clasificación musical genérica (formalmente suscrita a un época concreta) o como una forma de definir los efectos sensoriales que produce la misma. Originalmente no existía tal dicotomía. Sencillamente la correlación entre música y experiencia psicodélica era indivisible. En su momento, los afortunados que escucharan por primera vez "Tomorrow Never Knows" o "Interstellar Overdrive" tuvieron, literalmente, que alucinar.
Ese elemento experiencial debería ser (y era) la clave de la música psicodélica. Música que envuelve al oyente, causando un efecto confuso y/o esclarecedor. Esto sólo puede darse en el marco de una música genuinamente exploratoria.
Ese y no otro es el enfoque de nuestra selección. Los grupos y artistas incluidos en esta lista no son exclusivamente psicodélicos. Algunos de ellos son populares, otros eminentemente underground; pero todos comparten una misma característica: están profundamente vinculados a la naturaleza “experiencial” del término. Como suele decirse en estos casos, no están todos los que son, pero son todos los que están.
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