“Let The Rhythm Hit’ Them”
Para su tercer álbum, prosigue la estilización de su ataque. La tensión desprendida por el tema que da título al álbum parece sacada de una banda sonora de un film de blackexplotation noir. Rakim retoma la inercia agonizante de “Lyrics Of Fury”. Sus descripciones de la vida en la calle siguen encuadrados entre planos abocados al horror y un presente de tendencia catastrofista, remarcado en su habilidad para incluir hasta el más mínimo detalle en su prosa. El realismo cocinado entre rima y rima es tan demencial como infatigable el redoble de platillos que le acompaña en todo momento. Más allá de ser un nuevo hito en su carrera, estamos ante otra pieza básica para entender la evolución brutal del género. Si de 1987 a 1988 parecía que había pasado un lustro, de 1989 a 1990 ya era una década.
“Mahogany”
(1990)
Uno de los aspectos más identificativos de la plantilla sonora de este par de nigromantes del ritmo radicaba en su progresivo gusto por la sutileza jazz y el sentir soul. Para ello, Eric B. edifico monumentos como “Mahogany”, el single más sexy del grupo. En éste, filtra el halo sensual de las producciones de Curtys Mayfield entre estampidas de hip hop con vientos y cuerdas siempre remarcadas por un Rakim que luce como un Teddy Pendregrass de la ortodoxia hip hop. Cómo no, aquí también hay truco. ¿Una versión almibarada al uso? Ni de broma. No hay más que dejarse llevar el selvático carrusel de percusiones, como una versión sincopada del gran Airto Moreira cuando tocaba su cuica para Miles Davis.
“Know The Ledge”
(1992)
Para su último asalto hasta la fecha, han perdido peso entre unas audiencias que han pasado del miedo a un planeta negro a la proyección gangsta-rap. Dr. Dre y Snoop Dogg son los nuevos reyes del percal, pero ninguno de los dos ha sido capaz de vertebrar algo tan palpitante y estremecedor como “Know The Ledge”. En este single perfecto, Rakim se impone sobre los efluvios ególatras de las nuevas camadas. Lo suyo responde a un ideal: neorrealismo funk. Como si hubiera anticipado “The Wire” una década antes de su emisión. Dice 50 Cent que esta canción le animó a ser MC. No es para menos, Rakim canta en primera persona, su verbo se yergue sobre un brutal documento de camellos y drogas. Ha conseguido dar continuación a “Lyrics Of Fury”, y ampliar su efecto gracias a un groove jazz más goloso que cualquier demostración de Guru o Pete Rock.
“Don’t Sweat The Technique”
(1992)
Al igual que en “Know The Ledge”, la tracción vuelve a ser demoledora. Eric B. funde grooves de los años cincuenta entre una maraña de sonidos recién sacados de la calle. ¿Funk tridimensional? Seguramente, pero aún más la intención de reinventar el pasado como forma de entender mejor el presente. Toda una lección de historia para la que Eric B. toma el “Give It Up” de Kool & The Gang como corazón del gran desfile de ritmos y melodías encapsuladas entre estos casi cuatro minutos de oda a unos orígenes, los de la vieja escuela de la era pre-disco.
“Keep The Beat”
(1992)
Junto al memorable “Stunts, Blunts And Hip Hop” (92) de Diamond And The Psychotic Neurotics, “Don’t Sweat The Technique” (92) pasa por ser una de las obras más infravaloradas de la edad dorada del hip hop. Tanto en los dos temas anteriormente mencionados como en el resto del álbum, brota una reinvención de la simbiosis entre soul y jazz, abigarrada entre bajos vigoréxicos y una compleja telaraña de scratches y samples de tacto industrial. Por la parte más jazzy de la apuesta, “Keep The Beat” nos devuelve a unos Eric B. & Rakim trufados por un roce tan físico como de terciopelo al raso. Los pianos caen como lágrimas heladas, los coros femeninos sueltan humo y Rakim vuelve a demostrar porque es el MC más versátil de su generación y Eric B. uno de los productores de gusto más poliédrico.
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