Sus tres directoras, Larraitz Zuazo, Zuri Goikoetxea y Ainhoa Andraka, nos muestran el camino seguido, en el que lograron convencer a Juan Carlos Pérez para que vehiculara una película que aúna en forma de documental, entrevistas actuales, archivo y ficción, tras casi cuatro décadas de silencio del propio líder del grupo.
-Conozco que la idea viene de lejos y supongo que habrá pasado por distintas fases. Cómo podríamos resumir el proceso hasta llegar a cristalizar en "Itoiz udako sesioak"?
LARRA: Itoiz ha sido parte de la banda sonora de mi infancia. En casa mi aita nos ponía sus discos y más tarde yo también fui fan de la banda. Hace ya unos 8 años tuve la oportunidad de conocer a Juan Carlos Pérez a través de un amigo en común y en ese mismo momento empecé a fantasear con la idea de hacer un documental de Itoiz. Había oído hablar de las reticencias de Juan Carlos a participar en proyectos relacionados con el grupo, pero el día que nos conocimos, tuve la sensación que se abrió una puerta. Conocía a Ainhoa y a Zuri de un proyecto anterior y pensé que podrían ser buenas compañeras de viaje. Había elementos muy interesantes para trabajar. Una de las bandas más icónicas de Euskal Herria, un líder enigmático que en 40 años no ha querido hablar de la banda, una ausencia de imágenes y archivo de los inicios…Todos estos elementos eran muy atractivos para un proyecto cinematográfico y empezamos a trabajar juntas.
-Cómo os habéis distribuido el trabajo entre las tres directoras?
AINHOA: Ha sido un trabajo conjunto muy artesanal, de varios años, pero porque también creo que era el tiempo que necesitaba el proyecto y el propio Juan Carlos. Hemos estado las tres en todos los procesos, pero intentando mantenernos siempre en diferentes planos de implicación. Por ejemplo, una de las tres empezaba a escribir las secuencias de ficción, con la ayuda de la segunda, y después la tercera lo leía sin saber nada y daba su visto bueno, o no. Y así en cada fase. En rodaje, una estaba más pendiente de la interpretación, otra de lo técnico, y una tercera estaba en combo cogiendo distancia con el material. Y no parábamos hasta estar las tres satisfechas. De esta manera, íbamos añadiendo capas y reafirmándonos en lo que nos gustaba, y eliminando lo que no funcionaba.
“Ha sido un trabajo conjunto muy artesanal, de varios años, pero porque también creo que era el tiempo que necesitaba el proyecto y el propio Juan Carlos”
-La parte ficcionada nace ante la escasez de imágenes de archivo o es consecuencia directa de que la película busque esa mezcla de géneros?
AINHOA: Pues un poco las dos. Partíamos de una escasez de imágenes de archivo, lo que nos hizo buscar desde el principio soluciones creativas, así que de alguna manera primigenia sí surge de ahí. Pero nuestra intención siempre ha sido plantear un viaje subjetivo, guiado por la emoción, donde la memoria y el acto de recordar jugara un papel importante. En este sentido, desde el principio en guion planteamos un tipo de secuencias muy libres, que transmitieran al espectador los despertares musicales de Juan Carlos Pérez, sus inspiraciones e inicios como creador. Al principio estas secuencias eran animación pero después optamos por la ficción, ya que nos parecía un lenguaje más natural, muy directo y vivo, que dialogaba con las imágenes de archivo con las que sí contábamos, al tiempo que podía transmitir la explosión de emociones de la juventud de Juan Carlos. También encontramos a Jon, Eriz, Unai… unos chavales de Mutriku de 15 años que también tenían un grupo, y estaban ellos mismos inmersos en esa energía creativa.
-Os fue complicado encontrar a los actores y cuáles eran vuestras principales directrices con respecto a la historia y la época en que se desarrolla?
ZURI: Llevamos a cabo un casting muy exhaustivo; incluso nos acercamos al instituto de Mutriku en busca de alguna sorpresa, y la magia estuvo de nuestro lado. Podríamos decir que peinamos la zona. Así encontramos a un grupo de chavales de 15 años que tenían una banda llamada Casus Belli (ahora Obego). Se comportaban como podrían haberlo hecho los primeros Itoiz en Mutriku: un líder virtuoso y compositor, Jon, acompañado por dos escuderos excepcionales, Unai y Eriz, que lo seguían hasta el fin del mundo y lo admiraban profundamente. Para ellos, Itoiz era una leyenda, y aceptaron con entusiasmo formar parte de la película. Durante los ensayos, partimos de una propuesta de guion pautada, pero exploramos la improvisación en la puesta en escena. En todo momento, buscamos que se sumergieran en las situaciones, comprendieran bien lo que queríamos transmitir y lo hicieran suyo, expresándolo con sus propias palabras y gestos. Cada secuencia la enfocamos en emociones concretas, y a través de las improvisaciones escribíamos algunas partes del guión. Así, como si fuera un juego, logramos alcanzar emociones más profundas y complejas que terminaron sorprendiéndonos.
-Cuál fue la primera reacción de Juan Carlos cuando le proponéis el proyecto y cómo ha sido su reacción una vez finalizado?
LARRA: Al principio Juan Carlos estaba más frio. Tampoco fui con una propuesta concreta, pero reavivar toda la historia de Itoiz le daba pereza. Siempre me decía que la época de Itoiz ya pasó y que todo estaba dicho. Pero el hallazgo de la cinta “Udako Sesioak” y algún otro material inédito suscito también en él una necesidad de hacer esa revisión de los primeros años de la banda de los inicios todavía como Indar Trabes. El recorrido que hace Juan Carlos en la película, esa semana en los estudios Tio Pete, es un recorrido muy real. Se implicó muchísimo en el proyecto y desde ese lugar creo que lo ha disfrutado mucho. Y Creo también que ha sido un proceso muy enriquecedor para él. Revisar el archivo que hemos encontrado y tener las conversaciones que tiene con los demás miembros del grupo diría que ha podido ser hasta sanador.
-Dónde creeis encontrar el público de la película, en los nostálgicos del éxito de Itoiz, o también en las nuevas generaciones atraídos por la leyenda del grupo?
AINHOA: La película tiene elementos para atraer a los nostálgicos de Itoiz, eso está claro, ya que incluye canciones e imágenes inéditas, y verdaderas joyas en bruto, como la cinta de “Udako Sesioak”, que Foisis y Juan Carlos grabaron con dos guitarras y un grabador casero en su habitación de Mutriku, cuando apenas tenían 15 años, y donde se pueden escuchar algunos de los temas que luego han sido hits del grupo. O la maqueta de “Ezekiel”, donde Juan Carlos, usando solo su voz y una guitarra, canta el disco entero explicando todos los arreglos e instrumentos, para pasarle la cinta al letrista. Pero creemos que también tiene algo muy vivo y juvenil, encarnado en las ficciones del grupo en sus inicios, que estamos viendo en los preestrenos que conecta con las nuevas generaciones. Además, creemos que hay elementos que la hacen universal, ya que al final es la historia unos chavales de un pueblito vasco, que en los años 70 sueñan con montar un grupo de rock como los que admiran. Y la historia de estos mismos chavales 40 años después de haber llegado a lo más alto, mirando atrás y hablando de cosas que nunca llegaron a decirse. Y todo ello hilvanado por la música, que es el lenguaje más universal que existe. El año pasado nos seleccionaron para acudir con un corte de 20 minutos a Cannes Docs, y allí se nos acercaron varias personas de todo el mundo (Taiwan, Turquía, Francia…) para decirnos lo mucho que les había gustado la historia y la música del grupo. Al final, aquí y en cualquier lugar del mundo, ¿quién no ha soñado con montar con sus amigos una banda de Rock and Roll?
“Verlos tocar juntos con esa ilusión que se respiraba en el ambiente, fue muy emocionante. Fue algo que se fraguó de manera muy natural y casi en el último momento”
-La gran sorpresa para muchos será verles reunidos de nuevo en el final del documental, interpretando "Lanbrora". Qué podéis contar de aquella grabación con respecto al reencuentro de los músicos?
LARRA: Sobre todo que ha sido un regalo increíble para todo el equipo que estuvimos allí. Verlos tocar juntos con esa ilusión que se respiraba en el ambiente, fue muy emocionante. Fue algo que se fraguó de manera muy natural y casi en el último momento. De la misma manera que Juan Carlos sintió esa especie de necesidad para hacer la revisión del archivo y participar el proyecto, también empezó a sentir que le gustaría terminar de esta forma poniéndole un increíble broche final a la película.
-Seguro que les han ofrecido nuevos conciertos a raíz de esto. Creéís posible una nueva etapa de Itoiz, como ha sucedido con tants formaciones, o Juan Carlos es totalmente reacio a ello?
ZURI: Sí, estamos al tanto de alguna que otra propuesta... En cualquier caso, nadie mejor que Juan Carlos para responder a esta pregunta. No queremos ser responsables de arruinar el sueño de quienes desean volver a verlos en directo.
-Qué feedback habéis recibido hasta ahora y dónde se estrenará este 24 de enero, aparte de Euskal Herria?
ZURI: Hemos tenido la suerte de contar con varios termómetros que nos han permitido medir la acogida de la película. El primero de ellos fue el año pasado en Cannes Docs, como ha comentado antes Ainhoa, donde mostramos 20 minutos (aún en Work In Progress). Fue en ese momento cuando comenzamos a ser conscientes de su dimensión más universal. Nos dimos cuenta de que contenía elementos que conectaban con un público internacional. En primer lugar, la música, y en segundo, el hecho de tratar emociones universales como la ilusión de formar un grupo de rock, la inadaptación, el disfrute, el sentimiento de pertenencia, la vergüenza, el pudor, el hastío, el peso de la creatividad, la fama y el éxito, el cansancio, la memoria, la subjetividad de los recuerdos, el paso del tiempo, la admiración, entre otros. Posteriormente, realizamos un doble estreno en las secciones oficiales de Zinebi y Gijón, lo que nos permitió sentir el calor de estrenar en casa y ver cómo la película sería recibida tanto en nuestro entorno local como en el ámbito nacional. La respuesta del público, tanto si conocían al grupo como si no, ha sido muy positiva, y estamos encantadas con la acogida. Hoy por hoy, podemos decir que la película se estrenará en más de 30 cines, y más de la mitad de esas copias se distribuirán en cines comerciales de capitales de provincia, como Barcelona, Madrid, Málaga, Lleida, entre otros. Miren Aperribay, de Atera Films, irá desvelando más detalles sobre las proyecciones en sus redes a lo largo de la semana. Eso sí, nos gustaría aprovechar este altavoz para comunicar a quienes deseen verla que se animen a hacerlo la primera semana. Una película de estas características nunca se sabe cuánto tiempo permanecerá en cartelera, y esa primera semana es clave para garantizar que pueda seguir proyectándose la siguiente y las siguientes.
-Os gustaría continuar con otros proyectos musicales, o Itoiz ha sido un empeño especial en este campo?
LARRA: Siempre digo que yo estoy en este mundo porque me atraía mucho el mundo de los videoclips. Con mis primeras pagas me compraba DVDs recopilatorios de directores de videoclips y podía estar horas viendo la MTV. Me encanta trabajar con proyectos relacionados con la música, me parece muy inspirador. “ITOIZ Udako Sesioak” ha sido un regalo para mi y espero que no sea el último proyecto de este estilo.
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