Michael, como empresario musical, ¿Qué opinas de lo que dice Baron?
M.L.: Bueno, no es lo mismo ser promotor de un festival que a lo que Baron se refiere. Al menos no en aquella época. En mi opinión hubo un antes y un después del festival de Altamond, que se celebró unos meses después. Aquello fue una cagada. Quisieron hacer algo parecido a Woodstock pero en la costa oeste, por eso me llamaron, para asesorarles. Pero que quede claro que yo no tuve nada que ver en la organización. Alguien tuvo la brillante idea de contratar a los Ángeles del Infierno como seguridad para los Rolling Stones. Fue allí cuando mataron a Meredith Hunter, un pobre chicho de 18 años. Esa gente no estaba preparada para trabajar como seguridad en un festival, eran gente violenta y habían bebido mucho alcohol. Fue muy triste. A partir de entonces las cosas empezaron a cambiar y el nivel de libertad que pudimos vivir en Woodstock nunca se volverá a repetir.
"El nivel de libertad que pudimos vivir en Woodstock nunca se volverá a repetir".
¿Es entonces cuando abandonas la organización de eventos y pasas a trabajar en la industria discográfica?
M.L.: Sí, decidí abrir el sello discográfico Just Sunshine Records. Publicamos principalmente discos de folk, que era lo que más me gustaba entonces: Karen Dalton, Mississippi Fred McDowell… buenos discos. Luego me pasé también a ejercer de manager. Estuve llevando a gente como Billy Joel, Rickie Lee Jones…
B.W.: ¿Fuiste manager de Billy Joel?
M.L.: Sí, he hecho muchas cosas en mi vida (risas)
Incluso trabajaste con una banda española, El Último de la Fila ¿Cómo surgió aquella conexión?
M.L.: Sí, El Último de la fila… Manolo y Quimi. Buenos tipos. Pues fueron ellos los que se pusieron en contacto conmigo. Me buscaron. Habían oído hablar de mi y me propusieron que les montase algunos conciertos en EEUU. Me cayeron muy bien, y eran muy famosos en España, así que les monté unos cuantos.
En cualquier caso, en los 90 vuelves a revivir “Woodstock” organizando dos nuevos festivales con la misma etiqueta ¿Cómo fue la experiencia?
M.L: Pues Woodstock 94 lo recuerdo como algo muy agradable, pero el del 99 no quiero ni acordarme. Me asocié con la gente equivocada. En el 94 había artistas más hippies, incluso a algunas bandas que habían tocado en el primer Woodstock. Pero en el 99 juntamos a un montón de grupos que no tenían nada que ver con el espíritu inicial. Grupos con mucha ira. Aquello acabo muy mal, como ya sabes. Nunca repetiría algo así.
Aún así tengo entendido que planeas un nuevo Woodstock coincidiendo con el 50 aniversario del primero, ¿Puedes contarme algo sobre ello?
M.L.: Estás muy bien informado (sonríe). Sí, queremos hacer un Woodstock en 2019, pero todavía es pronto para hablar de eso. Como comprenderás no puedo darte ningún nombre, pero estoy muy ilusionado. No va a tener nada que ver con los Woodstock de los 90. Va a estar mucho más en consonancia con el original.
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