En “Enferma de mí” (Sick Of Myself) Kristoffer Borgli en el que nos comparte una historia de personas que, por su incesante búsqueda de atención, se nos hacen despreciables y atractivas a un mismo tiempo. “Hay un libro llamado ‘¡Salva al gato!’ de Blake Snyder, en el que se habla de cómo hacer que tus personajes gusten. Se supone que tienes que mostrar al protagonista a solas y hacerle salvar a un gato. Entonces, la audiencia pensará que es empático y altruista. Siento que hay una tendencia a que cuánto más nos guste un personaje, más calidad tendrá la narrativa en la que aparece. Y con gustar me refiero a que invitarías a esa persona a tu fiesta de cumpleaños. Sin embargo me atrae más uno que haga cosas malas. Me encanta Jordan Belfort en ‘El lobo de Wall Street’, también Travis Bickle en ‘Taxi Driver’ o Daniel Plainview en ‘Pozos de ambición’. No me interesa tenerles en mi cumpleaños, pero sí como personajes. Lo que me funcionaba es que me sentía atraído por este tipo de personajes y por sus comportamientos. No necesitas que salven ningún gato para hacerlos interesantes”. Y lo cierto es que este director noruego de casi cuarenta años lo ha logrado. Ha creado personajes con los que poder moverse en temas controvertidos. “Es que la ficción es donde debemos experimentar con esos temas, explorar las partes más oscuras de nuestra psique. Así podemos liberar, de alguna forma, la presión que ejercen sobre nosotros esos pensamientos y mantenerlos alejados. Soy de la opinión de que la industria del cine debería estar saneada de una forma que no sea un medio para educar cómo ser, sino más bien un espacio de cómo no ser”, argumenta con mucha convicción. “En esta película estaba viendo las peores versiones de mí mismo. Excavé en mi mente y encontré narcisismo, manipulación, oportunismo, lástima, competitividad... Todas ellas existen en mí, pero me detengo antes de actuar en consecuencia”. Ahora cabe preguntarse que ocurriría si nos enfrentásemos a personajes sin filtro ninguno, que pudiésemos convertir en personas interesantes como Borgli comenta. “Es que casi no les podrías culpar por ser así por toda la presión que siente. Signe, la protagonista, consigue esa cicatriz tan especial y la gente está en plan ‘Whoah, qué persona más interesante! Su historia debe ser potente’. Consigue la atención que necesita porque su narrativa está en el rostro. Me parece que la idea de Signe es brillante. Si eres lo suficientemente estúpido para llevarla a cabo, claro”.
"Sería un error diagnosticar el momento actual como una crisis de las redes, porque es algo más grande que eso”
El resultado de toda esta investigación sobre la psique de los personajes es un juego de contrastes que permiten al director hablar de algo sobre lo que no podemos escapar y que encaja en el momento actual. “Sí, creo que es una historia muy moderna, de gente joven viviendo el ahora. Pienso que el impulso sería contar este tipo de narrativa de una manera digital. Por mucho que suceda ahora a nuestro alrededor, el deseo de ser reconocido, de ser el personaje principal, es algo innato, lo que hace que el tema sea atemporal. En la modernidad hay muchas formas de saciar nuestro deseo de protagonismo, pero yo quería presentarlo como algo ancestral que se encuentra en un mundo moderno”. De hecho, “Sick Of Myself” no es una película digital, sino que se filmó en treinta y cinco milímetros. “La filmé en treinta y cinco milímetros y usé música clásica por ese preciso motivo. La idea era tener un poco del pasado y un poco del presente. No obstante no quería culpar a las redes sociales, porque no quería que se convirtiese en una película sobre redes sociales. No aparecen en el filme. Sería un error diagnosticar el momento actual como una crisis de las redes, porque es algo más grande que eso”.
La película presenta ciertas coincidencias con otra obra noruega de la misma productora. Hablamos de “La peor persona del mundo”, lo cual para Borgli es algo con cierto sentido. “No la he visto. Salió después de que nosotros acabásemos de rodar. Es la misma productora y sabía sobre qué iba la historia. De hecho, mientras hacíamos scouting, los productores nos iban diciendo en qué lugares filmar para no coincidir. Así que cualquier solapamiento es pura coincidencia. Sin embargo, ambas películas están rodadas en Oslo durante el verano y venimos de backgrounds culturales con cierta similitud. Es curioso, porque a pesar de todo eso, algunas personas me han dicho que ese debería ser el título de nuestra película, porque Signe es, sin duda, la peor persona del mundo. Me hace gracia porque esa similitud es una forma de ver la perspectiva y los temas que se tratan desde Oslo”. Además, “Sick Of Myself” supone la ópera prima en largometraje de Borgli, fuera del que había sido su medio habitual, el cortometraje. “La presión que sentí al pasar al formato largometraje surgió en el guion. Filmar es parecido, en cambio, encontrar una manera de contar una historia que tiene tres actos, crear un mundo para el personaje, trabajar su arco dramático, toma prioridad en la historia. Y ese es el gran reto. Siento que este proyecto me ha hecho crecer más como escritor que como director”. Ahora solamente nos queda ver cómo habrá crecido en su siguiente trabajo, “Dream Scenario”, una comedia protagonizada nada menos que por Nicolas Cage y Michael Cera, con producción del mismísimo Ari Aster para A24.
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