Encuentros: Ana Naranjo vs Antonio Luque
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Encuentros: Ana Naranjo vs Antonio Luque

Luis J. Menéndez — 18-05-2016
Fotografía — Alfredo Arias

Sr.-Chinarro-+-Linda-Mirada-152

Sobre todo este tema de la cuestión política y cómo está afectando al músico comentabas el otro día en esa entrevista de la que hablábamos antes que temías el efecto que cualquier opinión tuya podía tener en las redes sociales.

(Antonio) Es como el chiste aquel del autoestopista y el camionero: monta el autoestopista en un camión y el tío piensa “voy a tener que darle conversación al conductor. Le puedo hablar de fútbol, pero, hostia, no, que yo soy del Barcelona y a ver si va a ser del Madrid. Le puedo hablar de política, pero yo soy de izquierdas y a ver si él va a ser de derechas”. Y así un buen rato pensando, hasta que 100 kms más tarde le dice: “Pues sí...”. “¡Pues no y ya te estás bajando del camión!”. No puedes decir nada.

En vuestro casi me parece sin embargo que no podéis evitar “mojaros” y terminar en el ojo del huracán de alguna discusión. Vamos, un poco lo que está ocurriendo en esta charla. De hecho, en “El progreso” reconoces que hay letras de contenido político-social. Cargadas de ironía, pero ahí están...

(Ana) Pero él lo hace de una manera mucho más costumbrista. Y no es por hacerte la pelota...

(Antonio) Lo hago en plan “cuñao”.

(Ana) Mis letras a menudo tienen que ver con el contexto en el que vivo y hay letras de muchos grupos que tienen muchísima más enjundia que un tío que está diciendo que es comunista.

(Antonio) Cuando ignoras la política lo que estás diciendo es que no te crees nada de lo que dicen ninguno de estos, lo que en sí mismo es un posicionamiento político claro. Entre otras cosas porque son gente muy poco creíble. Y si los ignorábamos en los noventa era por algo. Ahora veremos si tenemos que ignorar a los nuevos o no. Poco va a vivir el que no lo vea, como dicen los toreros...

Ana: “Mis letras a menudo tienen que ver con el contexto en el que vivo y hay letras de muchos grupos que tienen muchísima más enjundia que un tío que está diciendo que es comunista”

Antes ya dejabais caer cuál es el papel que juega la prensa y cómo su opinión condiciona el trabajo de los grupos. Ana, precisamente tú siempre has sido muy cañera en tus opiniones sobre la prensa musical, ya sea escrita, radio, etc., y la responsabilidad que tenemos en el desarrollo de la música pop-rock en España. Me interesaría profundizar un poco en vuestro diagnóstico en ese sentido...

(Antonio) Mira, antes ha venido un chaval a hacerme una entrevista para un periódico de derechas y se ha excusado: “Es que yo soy freelance”. Pero bueno, ¿en qué país vivimos? ¿Qué ocurre, que si confiesa que es de derechas lo va a ahorcar Manuela Carmena en la puerta del Sol? No creo... Antes quitaría lo de Vodafone. Vivimos un momento muy estúpido. Yo casi preferiría acampar, por lo menos se bebían litronas.

Pero me refería más bien a vuestra opinión sobre la responsabilidad que tenemos los que hablamos de música para afianzar y regenerar el panorama. Al hilo de esto, Antonio, recuerdo cuando hace unos años un redactor de MondoSonoro esperaba para entrevistarte y te escuchó decir en la habitación de al lado: “¿A quién le toca ahora? ¿A los de MondoSonoro? Esa revista de mediocres...”.

(Antonio) En realidad yo quería decir que era una revista para todos los públicos, no especializada en un estilo concreto. Eso que para Mushroom Pillow era claramente un complejo mío, en mi caso era la sensación de que mi música sólo iba a funcionar para un perfil muy determinado de público. Entre los lectores de MondoSonoro hay gente que escucha hip hop, metal... y son estilos de música que a mí me molestan, me hacen daño. Ahora mi hijo escucha hip hop y me lo tengo que comer con patatas, pero en aquel momento me parecía que no era ahí donde había que poner a Chinarro. No sólo. Por supuesto que tienes que salir hasta en la sopa si puedes, pero... Lo que pasa es que yo tenía deudas que pagar, y ya no las tengo, por eso ahora hablo con más libertad.

(Ana) Hay un problema grave y es que la música ha perdido a la radio y a la TV.

No existen tampoco la radio y la TV para grupos que sí están funcionado. El caso de Vetusta Morla...

(Ana) Sí... pero son casos muy puntuales. Vetusta Morla es un grupo que a base de mucho esfuerzo ha llegado donde otros no han podido. Pero antiguamente un grupo del tamaño de Los Romeos podía girar y sostenerse. Apenas hay una clase media de grupos.

Antonio lleva años viviendo de ello y no es una súper estrella... De hecho ¿cuál es la estructura que tenéis a vuestro alrededor?

(Ana) Yo siempre me he autogestionado, lo que ocurre es que voy llegando a acuerdos con sellos que me licencian fuera... El máster siempre ha sido mío, el management soy yo y la editorial la tengo con Bona Tarda.

(Antonio) Yo ahora mismo publico los discos con El Segell, pero el máster es mío pasados cinco años. No me pasa como con los discos de Mushroom y los de Acuarela, que no me pertenecen, son propiedad del sello. Editorial no tengo, y eso de que te puedan comprar una canción para un anuncio me suena a mito porque nunca me colocaron ninguna y sin embargo siguen llevándose un 35% de algunos discos.

(Ana) Mi acuerdo es con una editorial pequeña, independiente, son contratos que hago cada tres años y sí que me consiguen salir en cosas... Además, se llevan un porcentaje pequeño y llevan a cabo una labor que a mí no me gusta hacer: me informan de dónde han sonado las canciones,...

(Antonio) Es cierto que de esas canciones de las que yo tengo el 100% me llega mucho menos dinero de SGAE, porque ya no salen en la TV. Antes a veces sonaba un trocito en un programa de fútbol, en el Eroski,... Ellos te ponen en más sitios pero a cambio se llevan su porcentaje del total. Como todo en la vida: si no das nada no tienes nada a cambio.

¿Y cómo fue la experiencia de la autogestión con “Perspectiva caballera”?

(Antonio) Era algo que quería experimentar con algún disco y lo hice con ese y... ya está. Tuve la suerte de que me ayudó FNAC, que me compraron un buen número de copias. El vinilo llegó tarde, como va a pasar también con este, y no me compraron muchos, pero lo coloqué bien por correo. La parte digital la hice con Orchard, y guay. Tuve suerte de que le gustaba Chinarro al de FNAC y al de Orchard, si no...

Si la experiencia fue buena y salieron los números ¿por qué has vuelto a vincularte a un sello?

(Antonio) Porque no hice promo. Cuando quieres conseguir a una persona para que hable con los medios y que te saquen te vale 3.000 euros, eso lo primero. Y luego esa persona no tiene una firma de mail que termina “primaverasound.com” para abrirle las puertas. Así que aunque no tenga el máster los primeros cinco años por lo menos no me toca empezar pagando. Yo te llamo a ti para que me saques una entrevista en MondoSonoro, y más después de haberos dicho lo de “mediocres” y...

Oye, que estoy aquí ¿eh? Y no por la publicidad que pone Primavera Sound en la revista, precisamente.

(Antonio) ¿No hace nada?

No, Primavera Sound tiene por norma no invertir en publicidad, al menos en medios escritos. Si ahora hasta tenemos que pagar para acreditarnos...

(Antonio) Pues yo espero que me den pulsera... ¡Qué ya tengo hasta el vuelo! (risas). Bueno, pues llamo a Ruta 66, por ejemplo, diciéndoles que he sacado un nuevo disco y no me hacen caso, pero a ellos sí. Yo no sé si es la publicidad o qué es... Con que lo sepáis vosotros...

Lo que sí creo que tiene que ser complicado es algo que comentabas una vez, Ana, en un chat con C. Tangana: hacerse autopromoción, tener que “venderte” a ti mismo como artista, debe ser un trago.

(Ana) La autogestión es una mierda. Yo no me saqué el disco porque quisiera reivindicar nada. De hecho nunca he puesto el puño en alto en las entrevistas diciendo que soy mejor que tal o cual porque me autogestiono, y eso a pesar de que lo hice mucho antes que la mayor parte de grupos, antes de que existiera el crowdfunding y todo eso. Lo hice porque veía que no encajaba en ningún sello, aquello era muy difícil en aquella época... Pero yo personalmente creo en la labor de los sellos.

(Antonio) Yo también, lo que pasa es que quería hacerlo como el que cruza el Estrecho de Gibraltar a nado. Porque Mushroom Pillow me hubiera sacado el disco sin problema y El Segell también.

(Ana) Y creo que tal y como están las cosas está muy bien que los grupos adquieran esa experiencia, valoras más el trabajo del sello.

(Antonio) Yo estoy deseando encontrarme con Marcos de Mushroom Pillow para darle las gracias, porque su trabajo es muy desagradecido.

(Ana) Es lo mismo que hablábamos antes del productor: es que la labor del músico es escribir canciones, no promocionarte o venderte. A mí me resulta muy incómodo llamarte a ti para decirte que tienes que sacarme más grande, y me acabo callando porque me da vergüenza. Aunque hay gente que no tiene vergüenza ninguna, eso está claro (risas).

(Antonio) Pero esos no son artistas. Los artistas solemos ser gente insegura.

Antonio: “Estoy deseando encontrarme con Marcos de Mushroom Pillow para darle las gracias: su trabajo es muy desagradecido”

¿Y hasta qué punto es real el mantra de que los grupos pueden y deben vivir del directo? ¿Pueden músicos de vuestras características sobrevivir de girar por España?

(Antonio) Bueno, está claro que es lo que más dinero mueve. Digamos que te da un sueldo. Si el hombre que está cómodamente sentado poniendo sellos en la oficina de Correos gana unos 1.600€ al mes, ¿cómo voy yo que estoy todo el día con la guitarra a cuestas -ahora que me voy a Oviedo, a continuación que me vuelvo a cruzar el país- a cobrar lo mismo? Pues eso es lo que se gana. Y muchos grupos grandes que meten a más gente igual ganan menos porque se lo gastan todo en “criados”. De repente se paran a pensar: “¡¿Qué hemos hecho?! Que aquí nada más gana dinero el técnico de sonido”.

(Ana) Eso ha servido también para que los foreros en internet dejen comentarios del tipo “¡Todo el mundo sabe que los grupos viven de tocar en directo!”. Cada vez que veo eso me pone del hígado.

(Antonio) Están deseando que llegue el momento en que eso también se pueda piratear. Es el discurso español por antonomasia, el del “Lazarillo de Tormes”, de las “Novelas ejemplares”, el español puro con el que no acabará ningún partido político jamás. Está en nuestro ADN, el instinto pirata que nos llevó a saquear América, el que nos llevó a tener fama de crueles por Europa en tiempos de Carlos V y Felipe II,... Ese es el español puro. Saqueador. Y el día que puedan entrar en un festival tirando las vallas lo harán.

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