Encuentros: Ana Naranjo vs Antonio Luque
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Encuentros: Ana Naranjo vs Antonio Luque

Luis J. Menéndez — 18-05-2016
Fotografía — Alfredo Arias

Sr.-Chinarro-+-Linda-Mirada-139

Personalmente, me sorprenden las tesis que al mismo tiempo que critican la absoluta irrelevancia de la música independiente que se hizo en España en los 90, le achacan una responsabilidad directa al panorama del pop y el rock español actual. O dicho de otra forma: me cuesta trabajo imaginar hoy a un grupo de veinteañeros influido por El Inquilino Comunista o Parkinson DC... Es más, me parece bastante más probable que conozcan una canción de Radio Futura o Los Rodríguez que de Australian Blonde.

(Ana) Es que los chavales de veinte años no están haciendo música sino jugando a videojuegos o son youtubers.

(Antonio) Yo defiendo la canción. Esto es como la moda y las modelos: yo defiendo a la modelo, salvo que sea demasiado flaca... Hay canciones que son demasiado flacas y es entonces cuando nos paramos a pensar en cómo está grabada la voz. Cuando escuchas a Los Planetas no te paras a pensar si la voz está muy baja (que tampoco lo está). ¿Por qué? Porque la canción es muy buena. El problema de los Penelope Trip no era que la letra estuviera en “guachiguá”, sino que ahora mismo yo soy incapaz de tararearte ninguna de sus canciones, no sé cómo eran. Y de El Niño Gusano se me han quedado, pero igual porque se parecen más a canciones de Los Brincos que de los Jesus & Mary Chain. Las canciones son buenas o son malas. Y luego ya puedes hablar de la mezcla, de la producción,... Separar forma de contenido es muy metafísico, pero yo creo que se puede hacer. El truco de la guitarra: “Sácame la guitarra y enséñame cómo es tu canción”, que es lo que te dice cualquier productor cuando le planteas que quieres trabajar con él. Personalmente prefiero siempre a las modelos de lencería, que creo que son las que como llevan menos ropa están mejor “hechas”. Con perdón, que no quiero parecer machista: lo mismo puede decirse de los hombres ¿eh?

(Ana) Por mucha producción y sofisticación que tenga un grupo tú ves cuando alguien tiene algo diferente que decir, si tiene chispa...

(Antonio) Si tú tienes algo que decir la letra se va a entender aunque pongas la voz en segundo plano. Y no porque la voz de Ismael Serrano esté todo el rato en primer plano le voy a prestar más atención. Porque Ismael Serrano es un tío que no me interesa lo que cuenta.

Antonio: “Hay canciones que son demasiado flacas y es entonces cuando nos paramos a pensar en cómo está grabada la voz”

¿Y no creéis que hay buenos “fabricantes” de canciones entre las nuevas generaciones?

(Ana) Yo no soy la persona más indicada para decirlo, porque no estoy nada puesta...

Hombre, Ana, que eres una de las dos cabezas visibles de Music As Usual, una de las tres principales distribuidoras independientes de este país...

(Ana) Pero trabajo catálogos internacionales... En cualquier caso, es que si me meto en ese tema no salimos de aquí en todo el día... Hay cosas buenas, que tienen gracia, pero también hay muchísima... Es que no quiero decirlo. Todo ese rollo épico que está tan presente en muchos grupos actuales. Creo que muchos grupos se imaginan tocando en directo a las tres de la mañana en el escenario principal de un festival y eso condiciona inevitablemente su manera de componer. Hacen canciones efectistas, y la épica está presente por igual en el rock y en la música comercial.

Sin embargo me consta que tú adoras la música de los 80, y pocos momentos en la Historia de la música en que ese concepto de épica para grandes (e incluso pequeñas) audiencias ha estado tan presente como entonces.

(Ana) No, pero no hablo de Toto, no es ese tipo de épica. Yo hablo de no tener canciones, de una tía que empieza cantando aquí abajo y termina aquí arriba porque los únicos ganchos que tiene son esos. Como Adele, por ejemplo; yo no creo que Adele sea una tía que tenga ni media canción. Y desde luego no voy a discutir el éxito de Adele, porque ahí está, pero creo que su éxito es un efecto post-Operación Triunfo, ese rollo de “mira la niña qué bien canta”. Adele es, en ese sentido, la Rosa de España.

(Antonio) A veces me llevo sorpresas, como cuando me dijeron que Real Estate tienen muchos fans. Pero en general todo lo interesante que yo me encuentro surfeando por Spotify son grupos de muy pocos seguidores. En líneas generales los grupos que llegan a muchísima gente son una mierda empapelada, y aquellos que tienen cierto valor se encuentran con un freno.

¿Y dónde creéis que está el freno?

(Antonio) En el cerebro de la gente.

(Ana) A mí me parece que es una cuestión estructural y de cómo está todo configurado por los efectos de lo que estamos viviendo.

...en un momento en que, como decía Antonio, tienes toda la música disponible a golpe de click.

(Ana) Quizás eso sea un problema. Hay mucha gente joven que me escribe, que tiene grupos, y cuando veo que les entrevistan en algún sitio dicen que ellos no escuchan música del pasado. ¿Para hacer lo que haces estás basándote en escuchar sólo las referencias de Italians Do It Better? Cuando ese sonido se hacía hace cuarenta años... Ese tipo de cosas.

(Antonio) Es un poco apabullante. En mi caso yo apenas había escuchado a los Beatles y no controlaba la discografía de Bowie más allá de algún disco suelto, y ahora te la encuentras de golpe disponible y es un poco una responsabilidad: “¡Ahora yo qué hago!”. Pero por otra parte es un reto.

¿Te ayuda en algún sentido?

(Antonio) Hombre, me da un poco de corte porque era muy bueno el tío, pero tampoco voy a dejar de hacer canciones yo ahora por eso... (risas).

Cambiando de tercio, Antonio, ¿en qué momento te conviertes en músico profesional?

(Antonio) Al entrar en Mushroom Pillow, en 2006 o así. Con la producción de Jota “El fuego amigo” le gustó más a la gente y ahí surgió un poco esa posibilidad de ir tirando para adelante.

Ana, en tu caso, aunque llevas toda la vida trabajando dentro de la industria, siempre has mantenido a Linda Mirada totalmente alejada de la profesionalización. Me interesa enfrentar esos dos puntos de vista radicalmente opuestos. De hecho en una entrevista reciente en Jenesaispop, Antonio, tú hablabas de la competencia desleal de quienes se dedicaban a la música de manera amateur y comparabas la situación con el que invierte en un taxi y se encuentra con que otros utilizan el coche para llevar a la gente.

(Antonio) Es que el mito ese de que siendo músico follas mucho y bebes gratis es muy poderoso. Hay algunos a los que parece que sólo con ese salario ya les merece la pena.

(Ana) En mi caso profesionalizarme significaría dejar de hacer lo que me da la gana. Tendría que moldear lo que hago para buscar más público. Y no sólo eso, es que a mí me gusta la música grabada, pero no disfruto tocando en directo.

(Antonio) Supongo que aquí debería llevarle la contraria, pero la verdad es que tengo que darle la razón.

De hecho tú siempre has dejado claro que disfrutabas grabando discos, y no de gira.

(Antonio) También por eso me fui de Mushroom Pillow, porque vi que estaban invirtiendo esfuerzo y dinero y que había un tope que yo no iba a superar.

¿Alguna vez te has visto en esa situación de hacer concesiones para llegar a más público?

(Antonio) Yo no puedo hacer una canción diciendo “ponte la rebeca que hace fresquito”. No puedo, se me cae la cara de vergüenza. Hay un grupo, uno de esos modernos, que lo canta. Yo no puedo. Puedo escribir cosas peores... y mejores. Pero eso no, algo puramente estándar para que lo entienda todo el mundo.

Ana: “En mi caso profesionalizarme significaría dejar de hacer lo que me da la gana”

¿Hay algún momento en que te hayas arrepentido de haberte profesionalizado? ¿Te ha salido a cuenta dejarlo todo para hacerte músico?

(Antonio) Sí, claro que me ha salido a cuenta: he podido pagar mis deudas. Pero bueno también hay momentos de orgullo artístico en los que piensas, ¿por qué Izal sí y yo no? ¿Porque canta lo de la rebequita...? ¿Por qué Vetusta Morla? ¿Cuál es el truco, que tienen algo con Prisa? No sé, no sé qué ha pasado... ¿Por qué Chinarro no? Pues supongo que por lo mismo que fue Los Planetas sí y Chinarro no: algo habrán hecho mejor. Yo intenté con Mushroom Pillow hacerlo con “Presidente”: una mezcla más estandarizada, el sello invirtió dinero para que el disco llegara a más gente... pero no funcionó. Habría sido mejor una grabación barata, como “El mundo según...”. Por eso te decía que el límite está en el cerebro de la gente, que quiere cosas de andar por casa, manifestarse por lo de Carlos Lozano de Gran Hermano VIP,... ese tipo de cosas. Yo con ese público no cuento. Suena elitista, suena a que soy de derechas, pero eso es lo que hay.

(Ana) Estoy completamente de acuerdo contigo. Por ejemplo ahora hay una moda de reivindicar la canción política y veo a muchos grupos cohibidos por ese tema. Es una moda impuesta por la prensa y veo que muchos grupos intentan epatar: “Que digan de mí que hago buenas letras”.

(Antonio) Yo lo que espero es que alguno de estos llegue a Concejal y luego nos contrate por haber sido colegas, ¿no?

(Ana) Hay más de uno que está en ello...

(Antonio) Oye, si hay que hacer un disco de reggae se hace.

(Ana) Es que la gente tiene que pagar el alquiler...

(Antonio) Igual es más rápido okupar con “k”, no sabemos.

(Ana) (Risas) O mudarme de ciudad. De todas maneras es que a mí el trabajo que hago me gusta. No me gustaba el trabajo que hacía cuando conocí a Antonio, de directo, pero sí el de sello.

(Antonio) Pero no fue por conocerme a mí ¿no?

(Ana) (Risas) No, no. Realmente yo recuerdo ser muy joven y querer hacer esto, trabajar en la oficina de un sello.

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