Entrevista a Berto Romero con motivo de la serie “El Otro Lado”
Especiales / Berto Romero

Entrevista a Berto Romero con motivo de la serie “El Otro Lado”

Fran González — 12-12-2023
Empresa — Movistar +
Fotografía — Archivo

Abnegado al noble arte de hacernos reír en toda clase de formatos, Berto Romero no renuncia a continuar explorando sus inquietudes interpretativas y a arriesgar el tipo en favor de darle salida a las mismas.

Así lo comprobamos con su reciente apuesta en “El Otro Lado” (23), su nueva producción seriada para Movistar+, capitaneada por Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, y protagonizada por el propio comediante de Cardona junto a Andreu Buenafuente, Eva Ugarte, María Botto, Nacho Vigalondo y más.

Los seis episodios de “El Otro Lado” nos adentran de lleno en el terreno de la parapsicología en España, un recurso regular en el imaginario más distendido del cómico y actor, que ahora queda formal y dignamente representado de la mano de Nacho Nieto (Berto Romero), su irreverente partener y maestro el Doctor Estrada (Andreu Buenafuente) y el misterioso caso que sacude las entrañas del hogar de Eva (María Botto). Sobre este giro en su registro y su vínculo más personal con la historia que “El Otro Lado” nos cuenta ha tenido a bien atendernos su propio protagonista, Berto Romero.

“El terror y la comedia están mucho más cerca de lo que creemos”

¿Qué tendrá lo paranormal, que no pasa de moda ni deja de generar interés?
La verdad es que llevo años preguntándome por qué no se había hecho hasta ahora una ficción sobre el mundo paranormal en España, si te soy sincero. Aquí tenemos un folclore de lo paranormal riquísimo y basta con echar la vista atrás para darte cuenta de que desde siempre hemos tenido una tradición muy arraigada de programas de misterio en nuestro país, tanto en tele, como en radio, y hasta en prensa escrita. Tal vez este vacío en el pasado se debiera a lo autoparódico que resulta el tema ya de por sí y a esa errónea tendencia a pensar que la gente se iba a cachondear de ellos. Pero yo sabía que el tema era un filón y que tan solo era cuestión de encontrar el tono adecuado para contarlo.

La mezcla entre terror y comedia es probablemente lo que más llama la atención del proyecto, acostumbrados como público a ver que un género anula al otro.
Siempre me han llamado la atención las mezclas entre estos dos géneros, aunque soy consciente de que no acostumbran a funcionar demasiado bien. Normalmente hemos visto propuestas que funcionan en un polo o en otro, como pasa, por ejemplo, en “Cazafantasmas”, que no deja de ser una comedia pura y dura pero que se desarrolla a través de los tropos del terror. Sin embargo, este equilibrio tan depurado entre los dos géneros que hemos logrado nosotros con “El Otro Lado” es algo que no había visto hacer todavía a nadie. Claro que luego está lo que yo siempre digo en estas situaciones: “si nadie lo había hecho hasta ahora, por algo será” [risas]. Pero hablando con sinceridad, pienso que el terror y la comedia están mucho más cerca de lo que creemos. Ambos géneros tienen un ADN muy compartido si te fijas, basándose los dos en el factor sorpresa. La base del chiste y la base del susto son muy parecidas, tan solo tienes que crear una expectativa y romperla con algo que el espectador no se vea venir. Hace poco escuchaba una entrevista de Jordan Peele y Keegan-Michael Key en la que hablaban justamente de esto, quizás les he copiado el discurso sin darme cuenta [risas].

¿Te preocupaba que tu precedente como cómico interfiriera a la hora de que la serie fuera tomada en serio?
La verdad es que no. Uno no da un paso sin haber dado previamente el anterior, y para mí “Mira lo que has hecho” ya supuso una primera toma de contacto con el público a la hora de plantearle a éste mis intenciones por comenzar a hacer algo distinto. Si lo analizas por un momento, la forma en la que comenzó y acabó esta serie es radicalmente opuesta, suponiendo sus tres respectivas temporadas un viaje de mi propia figura como cómico intentando entrar en terrenos más próximos al drama e incluso empleando discursos más elaborados y cercanos a temas de corte político o social. El siguiente paso ha sido éste, con “El Otro Lado”, donde desde luego asumimos muchos más riesgos. Yo voy probando, y quizás llegue un momento en el que el público me diga que no quiere verme más en este tipo de tesituras tan serias, que recoja cable y vuelva a lo seguro. Pero por el momento estoy muy agradecido de que me estén permitiendo hacer estos experimentos y seguir explorando campos nuevos.

A quien también vemos salirse de su zona de confort es a Andreu, haciendo de alivio cómico pero en un perfil muy alejado del suyo habitual.
Pues todo esto tiene que ver más con la pandemia de lo que parece a simplemente vista. No recuerdo exactamente en qué momento él decidió tomar parte en el proyecto, pero sí que tengo muy presentes esos ratos durante el verano y el otoño de 2020 en los que grabábamos desde casa el “Nadie sabe nada” y el “Late Motiv”, convirtiéndose estos en excusas que me salvaban y que me permitían pasar un buen rato con mi amigo, a pesar de la incertidumbre y el miedo en el que vivíamos. De ahí vino todo, realmente, de la voluntad de querer hacer algo con él y pasar más rato juntos y del contexto terrorífico en el que nos movíamos. Además, la relación entre ambos personajes da mucho que pensar. Es una relación divertida pero también muy emotiva. De la forma en la que elaboré la historia, simplemente Andreu tenía que ser el Dr. Estrada y no podía negarse. También considero que es un personaje agradecido y precisamente por estar en otro plano de la ficción, logra llevarse todos los chistes. Si te das cuenta, es a partir del momento en el que comienza a aparecer que el tono de la serie cambia por completo y el espectador tiene la sensación de que va a empezar a pasarlo bien de verdad.

Con su personaje también abres la puerta a introducir en el lenguaje de la serie cierta crítica a la masculinidad más rancia, o al menos eso parece.
Tanto mi equipo como yo escribimos de forma muy intuitiva, dejándonos llevar por la historia, pero siempre sucede que a partir de ahí se van filtrando también ciertos temas y sensibilidades candentes que están en el aire. En el caso de “El Otro Lado”, y al estar hablando de fantasmas, era de recibo que la historia se acabase convirtiendo en un catálogo de masculinidades torturadas, pues básicamente es eso lo que vemos a través de sus personajes. Tenemos a Nacho, que intenta incómodamente deconstruirse pero sin saber muy bien hacia qué dirección hacerlo y haciendo gala de una torpeza con la que la gente de cuarenta y tantos se verá identificada, y luego está Estrada, que directamente representa el patriarcado feliz de nuestros padres, aquel que no se replanteaba nada, el de “¿Qué pasa guapa? Dos besos, ¿no?”. Pero la serie también va más allá y hace un ejercicio muy grande de representación de las masculinidades más tóxicas, evidenciando incluso el maltrato y el machismo capitalista más devastador y atroz.

Si hablamos de personajes, los ojos se nos van a Gorka Romero, cuya identidad nos recuerda de forma evidente a cierto polémico parapsicólogo mediático de nuestra parrilla televisiva. ¿Os dio respeto las represalias que esta caricatura podría traer consigo?
Bueno, nos habría dado respeto si hubiéramos querido representar a Iker Jiménez, pero a quien hemos representado es a Gorka Romero, que es distinto. Un personaje al que le cedo mi propio apellido, lo cual no es baladí en absoluto, y afianza la imaginación que gira en torno al mismo de proyectar los terrenos en los que podría haber acabado yo mismo si hubiera tomado determinados caminos televisivos en su día. No hay una voluntad expresa de hacer un dibujo representativo de nadie en general, ni de Iker Jiménez en particular, pero sí que hemos querido simbolizar con veracidad el tipo de referente dentro del mundo del misterio que sería creíble en pleno 2023, y para ello hemos tenido que movernos en la tesitura que Gorka representa. Me preocupa muy poco si la persona en cuestión lo ve y le desagrada, de hecho es que hasta dudo que vaya a ver la serie, pero sí lo hace no creo que se vaya a tomar a malas lo que vería. Es casi un homenaje en vida a un grande de la televisión, y pienso con total honestidad que Iker Jiménez y “Milenio 3” pasarán a la historia como lo hizo en su día Félix Rodríguez de la Fuente y “El Hombre y la Tierra”. Y precisamente tanto Iker como el resto de sus compañeros de gremio creo que saldrían bastante satisfechos de ver el cariño con el que hemos trabajado el tema en “El Otro Lado”, pues lo que más les duele a los investigadores del misterio es que te rías de ellos y hagas guasa cuando les representas en televisión o en la ficción, y nosotros aquí no pecamos de ello en ningún momento.

¿Ha servido tu trabajo en “El Otro Lado” para convencerte ya de tus dotes interpretativas?
No acostumbro a hablar de mi faceta como actor en términos elogiosos porque siempre he pensado que esas son cosas que deben ser dichas por los demás y no por uno mismo. Imagínate que voy por ahí diciendo “Eh, ¿os habéis fijado que soy un actor de puta madre?”. Sería horrible, vamos. Partiendo de que nunca he dispuesto de una formación como tal sobre el tema, sí que puedo percibir que cada vez me lo curro más, pero desde siempre he tratado de acercarme al mundo de la interpretación con mucho respeto y dejando que los demás sean los que tengan el poder de ponerme en un lugar o en otro. Los cómicos, además, siempre tenemos esta pelea constante por la validación de nuestro trabajo y corremos el eterno riesgo de no ser tomados en serio. Yo celebro que a la gente le guste mi trabajo en otros registros, pero la verdad es que en todos ellos pongo siempre el mismo empeño y dedicación. En el caso de esta serie siento que lo he dado todo por su protagonista y me he adentrado en su interpretación de una forma profundamente insólita hasta la fecha. Te podrá gustar más o menos el resultado, pero cualquiera verá que hay mucho trabajo detrás.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.