Un público fiel que ha sabido superar las adversidades de aquellos que querían silenciar al cantaor. Porque El Cabrero es, ante todo, un músico de raíces. Y como tal le ha cantado a la tierra. Y de la tierra germina la gente que la puebla. Por eso ha dirigido sus palabras a los desfavorecidos y a la denuncia de las injusticias, pero también al campo, al sol y a las nubes. Y por eso, por el afán de no esconder nada de lo que pasa a su alrededor, su carrera ha transcurrido entre la censura y el olvido motivado. Ahora nos escandaliza, y con razón, que algunos intenten acallar aquello que los músicos quieren expresar. El Cabrero lleva cincuenta años intentando ser silenciado. Muchos son los que se han empeñado en callar su voz. Primero quitándole valor. Acusándolo de fandanguista. Algo que en el flamenco se entiende como un insulto, aunque José, siempre a contracorriente, es incapaz de hacerlo así. Sí, El Cabrero canta muy bien fandangos. Seguramente es el mejor y eso, amigos, también es un arte, pese a quien pese. Pero también ha cantado como nadie soleás, malagueñas, seguiriyas o tangos. Y eso pesa aún más. Les duele. Lo metieron en la cárcel, lo vilipendiaron, lo insultaron. Pero ni por esas. A principios de los ochenta, el Cabrero seguía siendo el cantaor más solicitado en festivales, por delante de el Lebrijano o el mismísimo Camarón de la Isla. Y ahora se va. Y su ausencia dejará un hueco en la música flamenca imposible de cubrir. Siempre nos quedarán sus discos, claro, pero no es lo mismo. Eso sí, los que lo conocemos lo imaginaremos llevando sus cabras al monte y viviendo en paz y eso, claro, nos hará felices. Al menos por todo lo que nos ha dado. Y, ya que estamos, repasamos su carrera en diez canciones y un extra.
“Luz de luna” (1981) & “Como todo mortal” (1994)
Original del mexicano Álvaro Carrillo, y conocida en la voz de Chavela Vargas, El Cabrero graba “Luz de luna” en 1981, siendo ya una auténtica estrella del flamenco, pero la crítica, cómo no, lo machacó. No tardó por eso en incorporar a la canción algunos versos de “Vidala del nombrador”, poema de Jaime Dávalos, y también algún fragmento de cosecha propia. Eso transformó por completo la canción, quedando poco de la original de Carrillo. Pocas veces la cantaría de manera íntegra, y en muchas de ellas la enlazó con las bulerías “Como todo mortal”. A día de hoy no sería osado decir que es la canción más solicitada en sus recitales.
“El macho montés” (1988)
“Es una de mis canciones favoritas. Con letra mía habla de un animal muy hermoso al que algunos matan por diversión” (El Cabrero en su blog). Tema muy emblemático de El Cabrero grabado en 1988. Forma parte del primer disco que hizo con la guitarra de Paco del Gastor, acompañante del cantaor durante doce años. Ese hecho marcó profundamente la carrera de El Cabrero.
“Como el viento de poniente” (1996)
Letra de Elena Bermúdez, compañera de El Cabrero, como tantas otras en su discografía, este pregón define a la perfección lo que son las letras de El Cabrero. “De niño no me gustaban los libros ni las sotanas ni salir en procesión / era tan desobediente como el viento de poniente revoltoso y juguetón”. En 2002, el grupo de rock Marea incluye una versión de la canción en su disco "Besos de perro".
“La lluvia” (1983)
La letra original es un soneto de J.L.Borges y la música compuesta por Alberto Córtez. José le mete una octava más “cuando va de poder a poder” convirtiéndola en una versión absolutamente espeluznante. En el documental sobre su vida el propio Alberto Cortez exclama al oír parte de la canción “hay que tener dos huevos para hacer eso”.
“Mansa es la campiña” (1998)
Otra letra de Elena Bermúdez que también suele introducir El Cabrero en “Luz de luna”. Unas bulerías espléndidas que muestran como combina el cantaor los elementos de la tierra con todo lo que le rodea. “Mansa es la campiña y brava la sierra y así soy yo, lo mismo que el paisaje”. Para la ocasión recuperamos una magnífica interpretación grabada en directo en la Universidad de La Sorbonne en París.
“Pastor de nubes” (2011)
El “Tangled up in blue” de Dylan en versión flamenca, pero a la inversa. El día de su cumpleaños, en una época en la que José y Elena se encuentran separados, el road manager del cantaor llama a su ex mujer para decirle que este se encuentra muy feliz con una nueva pareja. Bermúdez escribe esta canción desde el dolor, escribiendo la letra de una tirada. Luego le mandó la letra a su domicilio. El tema acabó dando nombre al penúltimo disco de José, grabado tiempo después de que la pareja se reuniera.
“Andalucía honda y noble” (1991)
El romance no es uno de los géneros que El Cabrero más haya cantado. En concreto solo tiene dos grabados, y uno es este. Con una letra de Pepe Carrasco, su primer letrista, estamos ante uno de los grandes momentos líricos de toda la carrera de José Domínguez Muñoz. Incluida en "De la cuadra a la carbonería" en 1991.
“Si se calla el cantor” (2011)
Una de las canciones incluidas también en el disco "Pastor de nubes" (2011). Se trata de una revisión personalísima de Horacio Guaraní, y es que El Cabrero siempre ha sido un gran amante de la música sudamericana. La original de Guaraní incluye varios pasajes recitados, sin música, que El Cabrero sí música.
“Fandango valiente de Alosno” (1985)
Si se quiere encontrar un fandango cantado de manera perfecta, esta es la ocasión. Difícil de superar, va cuadrado en sus tiempos a la perfección, algo prácticamente imposible teniendo en cuenta el momento de desgarro de la voz. Su dificultad y lo espectacular de su interpretación le hace merecedor de estar aquí.
“Soleá” (1991)
Incluida en "De la cuadra a la carbonería", es una letra tradicional que desmiente a todo aquel que se empeña en considerar a José un cantaor solo de fandangos. Aquí prueba su maestría con un género dificilísimo y la razón por la que, también en ellos, El cabrero es uno de los más grandes de la historia.
BONUS TRACK “Fandangos republicanos”
Algunas de las fechas de la gira de despedida de El cabrero ya se han hecho públicas. Una de ellas, la que tendrá lugar en la barcelonesa ciudad de Castelldefels, el 23 de febrero, lleva por subtítulo Fandangos Republicanos. Estos también representan a la perfección la forma de transmitir la realidad, clara y noble, de El Cabrero. Y quizá son el perfecto documento para entender la razón por la que su gente adora al cantaor.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.