Tras más de dos décadas al frente de Berri Txarrak, una de las grandes bandas vascas que han marcado a varias generaciones, a principios de 2024 dio el primer paso de su carrera en solitario, un álbum de debut que llegó por sorpresa y que ha tenido continuación con el EP "Bakan (I)".
Hoy mismo participa en la fiesta de vigésimo aniversario de la publicación musical Rockzone (23 abril, La [2] de Apolo) junto a Cándido Gálvez de Viva Belgrado y The Menzingers. En los próximos meses podremos disfrutar de su emotivo directo en festivales como Aiara Fest (Amurrio), Miramar Gauak (Donostia), La Nit 5.1 (Barberá de la Conca), Prestoso Fest (Cangas del Narcea), Sierra Sonora (Viniegra de Abajo) y Ebrovisión (Miranda de Ebro), entre otros.
Esta es su selección de discos especiales:
Un disco que descubrí gracias a mis padres...
Txomin Artola: "Berriz Arte". Mis padres no tenían muchos discos; había un tocadiscos en el salón donde solo se podía pinchar una colección de clásica que le endiñó a mi padre algún vendedor de enciclopedias (y de la que pude disfrutar mucho, dicho sea de paso, descubriendo hits de Ravel, Pachelbel, Bach...), y algo de música vasca tipo Amaia Zubiria, Benito Lertxundi... y, de manera un tanto rándom, este de Txomin Artola, que canturreaba con mi hermana Nerea mientras jugábamos con el Tente sobre la alfombra de la sala de estar. Ha llovido.
El primer disco con el que lloré...
Podría citar seguramente a una de mis mayores influencias, Pedro The Lion, que siempre logra tocarme la fibra. Pero mi mayor ataque escuchando un disco ha sido con el "Ezarian" de Lisabö. Recuerdo comprarlo en una tienda de discos y cómo en el trayecto en coche Iruñea- Lekunberri, ese disco me agarró de las entrañas y me las estrujó de tal manera que tuve que salirme en el primer cruce para escucharlo y llorarlo entero. Fue un stendhalazo en toda regla, ahí, en un arcén mientras anochecía. Todavía hoy cuando paso por ese cruce me acuerdo de aquel momento. Solo ellos lo saben hacer así de bien, esa mezcla de ruido y belleza que te pasa por encima de manera casi física y te limpia por dentro. Hace poco me invitaron a tocar con ellos en directo y también fue catártico.
El disco que más veces he escuchado en mi vida...
Mmm.. a principios de los 90 yo tenía 13-14 años y es cuando empiezo a escuchar discos por mi cuenta de manera obsesiva. En esa época no era como ahora, que toda escucha queda registrada y todo se puede contabilizar (lo cual le quita bastante mística al asunto). Quiero decir que no sé exactamente cuál sería ese disco que "más veces he escuchado". Pero sin duda en el top 3 estaría el "Jaiotze Basatia" de Su Ta Gar, el "Blue Album" de Weezer y el "Nevermind" de Nirvana *. Escucho música de todo tipo, pero yo estoy hecho de ese material.
El disco del que he robado algunas cosas para mi banda...
"Lovers Rock", de Sade. No sé si a estas alturas se puede considerar un guilty pleasure, pero soy megafan y este disco me da una paz que casi logra reconfortarme con el mundo (casi). No de una manera consciente, pero en mi nueva etapa sin duda hay cosas de Sade Adu. Recuerdo estar grabando "Haria" de Berri Txarrak en Los Angeles, año 2011, con Ross Robinson. Matt Sharp (The Rentals, ex-Weezer) se pasó por el estudio a colaborar en una canción y yo estaba doblemente nervioso: el bajista del "Pinkerton" cantaba en mi disco y horas más tarde Sade actuaba en la ciudad y yo había conseguido entradas. Sade apenas gira y es muy complicado llegar a verla en directo, es como un puma. Así que me siento muy afortunado por ello.
Un disco que odié y que ahora me encanta... Barricada: "Noche de Rock and Roll"
Mi relación con la música vasca de los 80 siempre fue un poco turbulenta. Esta es una opinión impopular, pero yo era noventero a muerte y a esa edad tenía una especie de barrera generacional que casi me hacía menospreciar a todas aquellas bandas que he aprendido a valorar a posteriori: Eskorbuto, Kortatu, Hertzainak... Creo que tampoco ayudó toda la mitificación y brasa mediática sobre aquellos años "dorados" que a mí no me lo parecían tanto, hasta el punto que veía gente nostálgica de una época que no había vivido, lo cual siempre me pareció algo triste. Obvio nosotros recibimos en herencia unas formas de hacer y una infraestructura (red de gaztetxes, radios libres, sellos, movimientos sociales, conciertos...) que posibilitaron que nos desarrolláramos como banda y estamos en deuda con todo ello. Y de Barricada... pues qué decir: gente de casa haciendo discazos, y El Drogas, un gran tipo.
El último disco que me ha atrapado de una banda que acabo de descubrir... Bloñ: "Bañolet Kantuz"
A veces, el operar desde una lengua minorizada y fuera del dictado de una industria potente, hace que surjan propuestas libres de toda atadura; son pequeñas joyas que nacen como flor en el asfalto. El penúltimo ejemplo es Bloñ. Un joven colectivo que viene de la Baja Navarra y publicó este disco, que es en realidad la banda sonora de una peli que realizaron ellos mismos desde la periferia de la periferia. Tienen muy buen directo y una cantante, Maia Iribarne, que me hipnotizó.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.