Los discos de Oasis del peor al mejor
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Los discos de Oasis del peor al mejor

Raúl Julián — 28-08-2024
Fotografía — Archivo

Finalmente, esa noticia tan esperada por unos y defenestrada por otros quedaba confirmaba: Oasis, con los hermanísimos Liam y Noel Gallagher al frente, se reunirán para ofrecer una serie de conciertos. Una excusa que nos legitima para catalogar la discografía completa del grupo de Manchester.

Noel Gallagher anunció la separación de Oasis el 28 de agosto de 2009, tras la enésima bronca con su hermano Liam y la cancelación de su actuación prevista en el festival francés de Rock En Seine. Desde entonces, los rumores de una reunión de Oasis han flotado en el ambiente, con declaraciones cruzadas de los principales protagonistas y también de colegas de profesión como Dave Grohl (de Foo Fighters) o Matty Healy (de The 1975) que reclamaban públicamente el retorno del grupo. Una cantinela apoyada por los medios y que, por reiteración y puro agotamiento tras tanto vaivén, mutó en poco menos que ruido blanco. Sin embargo, la noticia empezaba a correr como la pólvora el pasado fin de semana. Ahora sí, el milagro de unos y la pesadilla de otros iba a cristalizar.

Justo década y media después de aquel comunicado, Oasis ha hecho público su retorno para una serie de mastodónticos conciertos en Reino Unido. Queda por ver qué formación lucirán sobre el escenario y la modalidad que este retorno adoptará con el tiempo. Si la de Pulp, basada en conciertos esporádicos; la perpetrada por Blur que, además, suman un nuevo álbum de tanto en tanto; o la de Suede, inmersos en una actividad frenética e ininterrumpida tanto en directo como en estudio. Esto, atendiendo a algunos ejemplos de aquellos compañeros generacionales otrora incluidos en el saco del Britpop. De momento, toca celebrar y aprovechamos la que, pese a quien pese, es una de las noticias musicales del año para clasificar los álbumes de los mancunianos del peor al mejor, en un ranking que quizá ofrezca pistas acerca de cómo serán los setlists de esos codiciados conciertos.

08 – Standing On The Shoulder Of Giants (2000)

No hay unanimidad a la hora de señalar cuál sería el disco de Oasis más prescindible (o desastroso, dependiendo de quién haga el apunte), pero “Standing On The Shoulder Of Giants” tiende a aparecer entre los candidatos a tan cuestionable honor. Ya se sabe que, después de la fiesta monumental y los excesos, llega con fuerza la temida resaca y consecuente bajona. Así que, tras tocar el cielo con tres álbumes (a los que sumar el glorioso “The Masterplan”) que los convirtieron en la formación más popular de Reino Unido (y, por ende, de buena parte del mundo), llegó uno de los discos más anodinos del grupo. Precedido por cambios en la formación (y en el logo), el LP albergaba algún destello, sobre todo en esa apertura instrumental llamada “Fuckin' In The Bushes” que lució sobremanera como previa a los conciertos. Pero es que, incluso las destacadas del álbum, desatan una euforia muy comedida, caso de “I Can See A Liar”, “Sunday Morning Calls”, “Put Yer Money Where Yer Mouth Is” o la psicodelia ligera de “Who Feels Love?”. Este título suele ser uno de los principales argumentos de quienes defienden que Oasis son un grupo sobrevalorado, en lo que se antoja como una perspectiva oportunista y sesgada.

07 – Don't Believe The Truth (2005)

El sexto disco de estudio siempre será recordado por esa mezcla (no del todo definida) de tributo-plagio a The Velvet Undergound que era, en boca de Noel, “Mucky Fingers”. Un buen corte, en cualquier caso, que cogía el relevo de otra de las destacadas como “Turn Up The Sun”. Junto a ellas, también tenían su gracia “Lyla”, la final “Let There Be Love”, “The Importance Of Being Idle” o la efímera “The Meaning of Soul”. En cualquier caso, la nota global quedaba diluida por una reiteración a estas alturas evidente, sobre todo en composiciones tan descafeinadas y que a estas alturas nadie recuerda del tipo de “Love Like A Bomb” o “Guess God Thinks I'm Abel”. “Don't Believe The Truth” no fue un desastre total, pero que ha quedado como un disco palpablemente irregular con síntomas de agotamiento, recomendable solo para los más fanáticos. Como curiosidad, el grupo realizó una mini gira por salas reducidas previa a la “oficial” que ya ocuparía grandes recintos, con memorable parada en la añorada Aqualung de Madrid.

06 – Heathen Chemistry (2002)

Dentro de la zona más tibia de la discografía de Oasis, “Heathen Chemistry” sería, casi con toda seguridad, su mejor trabajo. Al menos es el que cuenta con mayor número de buenas canciones, que no excelentes. O, dicho de otro modo, es la referencia de los británicos que, de entre todos aquellos discos que no serían obligados, acumula menos relleno. Una obra que presenta nulas novedades en aquel sonido por entonces de sobra asentado del quinteto, pero que oferta piezas como “The Hindu Times” –en la que Liam brilla en el aparado vocal–, “Force Of Nature” a medio camino entre Neil Young y David Bowie, “Better Man” o la sencillez de “She Is Love”. Junto a ellas, notables medios tiempos marca de la casa del tipo de “Songbird” (la primera canción escrita por Liam que fue elegida como single, de nuevo con la sombra de Lennon apareciendo en el horizonte), o las preciosas (y nunca bien valoradas) “Stop Crying Your Heart Out” y “Little By Little”. En definitiva, un buen disco, no tan indicado para recién iniciados, pero sobradamente jugoso para seguidores en firme.

05 – Dig Out Your Soul (2008)

El que a la postre sería canto del cisne de Oasis resultó ser también su mejor álbum en más de una década.Dig Out Your Soul presentaba un sonido más roquero y áspero, también más creíble y, en muchos momentos, psicodélico, en una tendencia que alcanzaba hasta la propia portada. Un movimiento que cabría asimilar como madurez creativa, definitivamente alejada de los excesos e ínfulas de juventud de antaño y que, en la práctica, favorecía al grupo después de una serie de discos reducidos a destellos sitos entre generosas dosis de inercia. Liam Gallagher aporta hasta tres temas al lanzamiento (incluyendo el lennoniano single “I'm Outta Time”), en lo que para él era un récord personal, mientras que el guitarrista Gem Archer y el bajista Andy Bell también sumaban una pieza cada uno. “Dig Out Your Soul” dista de ser un disco redondo y todavía quedaba lejos de los tiempos gloriosos, pero resultó ser un trabajo más que digno (“The Shock of the Lightning”, “Falling Down”, “The Turning”) que revelaba pistas fiables de hacia donde podrían haber ido dirigidos los tiros si la banda no se hubiera separado abruptamente aquella noche de agosto en Francia.

04 – Be Here Now (1997)

Oasis consolidados como la banda más grande de Reino Unido, con el apogeo del Britpop dando lustre adicional a una época de bonanza, hedonismo y excesos. En medio de ese escenario, no es de extrañar queBe Here Now sea el disco más grandilocuente del grupo, registrado entre ríos de cocaína y con la sensación de ser invencibles instaurada a fuego en los Gallagher. Es verdad que el que fuera tercer álbum de estudio del combo está plagado de énfasis, llegó sobreproducido (sobre todo en comparación con un debut, recordemos, lanzado solo tres años antes) y es demasiado extenso: setenta minutos y varias canciones recreadas en una épica algo exacerbante que superan los siete minutos. Pero, no es menos cierto que el paso del tiempo ha puesto al disco en su lugar y, aunque algo enterradas bajo capas de sonido, todavía laten composiciones de muchos quilates. Un estatus aplicable a singles tan esplendorosos como “Stand By Me”, “Don't Go Away” y “All Around The World”, pero también a la ácida “My Big Mouth”, “I Hope, I Think, I Know”, “It's Gettin' Better (Man!!)” o el también sencillo “D'You Know What I Mean?”, toda una declaración de intenciones acerca del estatus privilegiado de Oasis en ese momento. Un elepé a reivindicar.

03 – The Masterplan (1998)

Aunque técnicamente no sea un disco de estudio, lo cierto es que “The Masterplan” es un clásico ineludible dentro de la discografía de Oasis. Una de las grandezas del quinteto fue la calidad mayúscula de aquellas caras B con las que acompañaban a un formato muy en auge en los 90 como era el CD single. No es de extrañar, por tanto, que esta recopilación de extras publicados por el grupo para adornar los sencillos extraídos de sus tres primeros larga duración sea especialmente venerada por los fans. Catorce canciones con mayoría de dianas evidentes que hubieran dado para otro disco a la altura de Deninitely Maybe y “(What's The Story) Morning Glory?”, entre las que se localizan piezas convertidas en auténticos himnos de los británicos. Entre ellos, “Acquiesce”, la emotiva “Talk Tonight”, “Stay Young”, “Rockin' Chair”, la instrumental “The Swamp Song”, la codiciada versión en directo del “I Am The Walrus” de The Beatles cerrando el círculo, “Half The World Away”, o esa The Masterplan que da título al producto. Un logro, el de regalar este tipo de composiciones mayúsculas como extras, que en aquella época solo podían igualar Suede, tal y como prueba “Sci-Fi Lullabies” (97).

02 - (What's The Story) Morning Glory? (1995)

El segundo disco de Oasis llegaba solo catorce meses después (y con “Whatever” como puente) de su arrasadora ópera prima, manteniendo (y refrendando) la esencia, pero al mismo tiempo limando las formas.(What's The Story) Morning Glory? podría catalogarse como el disco más estrictamente pop de Oasis, lo que explicaría sus ventas astronómicas tras señalar a un grupo tan apto para la facción proveniente del indie como para un público generalista. El disco marcó, además, el apogeo del Britpop (batalla indiscriminada con Blur incluida) y, si bien todo fue alentado por una prensa ávida de carnaza, lo cierto es que la referencia es poco menos que impecable, con un Noel desbocado en tareas compositivas y melódicas y Liam ratificado en su posición de frontman carismático y arrogante. La obra incluía algunas de las canciones de Oasis latentes en la memoria colectiva, caso de “Don’t Look Back In Anger”, la inmensa “Champagne Supernova”, “Roll With It” y, por supuesto, esa “Wonderwall” que ahora parece quemada por el número de escuchas, pero que no deja de ser la canción pop perfecta. Junto a ellas, “Some Might Say”, “Cast No Shadow”, “Hello” o “Morning Glory”. Casi nada.

01 - Definitely Maybe (1994)

En 1994 Oasis lucían orgullosos modales de clase obrera, trasladando a su música toda la convicción y chulería del estatus con absoluta credibilidad. El quinteto irrumpe en escena con un debut arrasador, ansioso por convertirse en la banda más grande del mundo. Un compendio de rock & roll a la antigua usanza en la que Noel Gallagher saquea sin tapujos a The Who, The Jam, The Smiths, The Rolling Stones, David Bowie y, por supuesto, The Beatles, para crear un conjunto de canciones atemporales. Un debut perfecto que se convierte instantáneamente en un clásico de los noventa y al que el paso del tiempo ha refrendado como obligado dentro de la historia de la música británica. Un debut arrasador que recupera el primer plano para la música de guitarras, no solo con himnos tan evidentes como “Live Forever”, “Supersonic” o “Cigarettes & Alcohol”, sino con acompañantes del nivel de “Rock 'n' Roll Star”, “Shakermaker”, “Slide Away”, “Bring It On Down”, “Up In The Sky”. Lo que venía siendo una bacanal en toda regla que, de la noche a la mañana, convirtió al grupo en paradigma del indie-rock made in Britain.

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