Los discos de mi vida por Kruder & Dorfmeister
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Los discos de mi vida por Kruder & Dorfmeister

Redacción — 04-01-2024
Fotografía — Archivo

El dúo electrónico austríaco Kruder & Dorfmeister ha cumplido treinta años de trayectoria moviéndose entre el downtempo, la música de baile, el dub y el ambient.

Por ello, y aprovechando que este mes visitarán Barcelona (17 enero, Sala Apolo; dentro del Cruïlla Hivern) y Madrid (18 enero, Sala La Paqui; dentro del Inverfest), les hemos preguntado por los seis discos de su vida y aquí está el resultado.

Pat Metheny- "Offramp" (1982)

(Richard Dorfmeister) Inicios de los ochenta en Viena. Yo estaba muy metido en tocar mi guitarra Ibanez Jazz y en una tienda de discos descubrí este álbum. Me voló la cabeza con su increíble mezcla de gran interpretación a la guitarra combinada con sonidos de sintetizador y acordes modulares. Para mí fue otro nivel de música. Más tarde escuché todos los discos que Metheny había grabado antes y debo admitir que es un genio, el más progresivo y musical instrumentista que jamás haya escuchado.
Lo inspirador sobre su forma de tocar es que está constantemente cambiando formas de un modo muy musical y, como oyente, escuchas cada diminuta nota que interpreta de la forma en la que debes hacerlo. Me encantó que Lyle Mays y él encajasen tan bien como dúo, eran la pareja musical perfecta.

URBS - “Geheimland” (2023)

(Peter Kruder) URBS acostumbraban a publicar sus discos en nuestro sello G-Stone en los primeros dosmiles, desarrollando su increíble sonido. Desde las primeras notas de este disco estás sumergido en su imaginativo mundo musical. El título, “Geheimland”, es una palabra que su hijo Franz suele decir, pero no existe en realidad. Podría traducirse como algo como “Tierra secreta”, y es cierto que este disco te lleva a un mundo secreto.

Antonio Carlos Jobim “Wave”
(1967)

(Dorfmeister) Otra vez la guitarra. Esta vez es la acústica la que me llevó a descubrir la bossa nova y todos sus mágicos cambios de acorde en la forma en la que solamente los brasileños pueden hacerlo. Quedé totalmente enamorado de este disco al escucharlo gracias a que un amigo de la escuela tenía acceso a la colección de discos de jazz de su padre, lo que nos permitió escuchar álbumes difíciles de conseguir cuando tienes dieciséis años de edad. Para la ceremonia de final de la escuela, organicé una formación de batería, bajo, piano y guitarra para tocar tres clásicos de Jobim junto a la orquesta del instituto con ¡una sección completa de cuerdas! Con la perspectiva del tiempo, no puedo creer que hiciésemos aquello.

Moritz Von Oswald - “Silencio” (2023)

(Kruder) Este es el disco perfecto para cuando el ruido del mundo te parece demasiado y sientes la necesidad desesperada de aclarar tu mente. Paisajes encantadores que se metamorfosean en olas de voces preciosas y que suena como el brillo de una luna llena en un planeta tranquilo. Realmente adoro este disco.

Simon & Garfunkel “Bookends” (1968)

(Dorfmeister) Otro disco que ha estado siguiéndome toda mi vida. Lo encontré en casa de mi tío y amé ese sentimiento de optimismo y esperanza que estaba desplegándose en América aquel año. Las canciones están llenas de belleza y sabiduría con Paul Simon en su mejor momento y con la pequeña pero esencial ayuda de Art Garfunkel. En el momento en el que lo escuché por primera vez –probablemente en 1983– no podía imaginarme el impacto que acabaría teniendo en mi vida, pero fue idea de Peter Kruder la de hacer un retrato nuestro basado en la famosa foto de Richard Avedon, que posteriormente se convertiría en la portada de nuestro primer álbum, el trabajo con el que empezamos nuestra trayectoria.

Alogte Oho & His Sounds Of Joy - “O Yinne!” (2023)

(Kruder) Si necesitas un disco que te ponga del revés inmediatamente, es este sin duda. Música que se siente como una gran fiesta. Muy recomendable.

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