El trío bizkaitarra Samoah, formado por Nikola Goñi (batería y voz), Ibai Mingo (guitarra y coros) y Aritz Urrutia (bajo y coros), fusiona el soul con ritmos más modernos como rock o funk, creando un sonido de reminiscencias de los años 80. El año pasado publicó su primer trabajo, "Fight!", y no ha parado de girar y subirse a escenarios desde entonces.
A continuación nos detalla su viaje a EEUU en el que han compartido escenario con los nominados a los Grammy Siddhartha:
Esta gira a Estados Unidos nos planteamos que realmente empezaba antes de marchar y ya no sólo por los preparativos de lo que sería la primera salida de la banda a un país extranjero sino porque antes de marchar teníamos una paliza de tres conciertos en menos de 24 horas. El viernes 31 tocábamos en un festival en Zaragoza (De Propio Festival) y a la 1:00 en la semifinal del Amurriock, lo cual nos obligaba a terminar en tierras mañas a una hora muy exacta (con los retrasos que suelen darse en los conciertos). Recoger a toda prisa y corriendo para a las 00:57 llegar a Amurrio (¡por los pelos!). Tocar y besar el santo, al jurado le gustó nuestra propuesta y nos pasaron a la siguiente fase. El 14 del mismo tendríamos la final.
Al día siguiente al mediodía daríamos lo que consideramos el último gran ensayo antes de empezar nuestra aventura americana. En Getxo, en el San Miguel Getxo Music & Food. Maravilloso ambiente y muy buena acogida, aunque no demasiada gente ya que el sol invitaba más a la playa que a un festival.
Después de dos días frenéticos llegaba la hora de preparar las maletas porque al día siguiente nos marchábamos a los Estados Unidos.
2 de junio, domingo
A las 17:00 salía nuestro avión a Madrid. Por una confusión a la hora de reservar los billetes, nos veíamos obligados a dormir en Madrid y esperar al día siguiente a coger el avión hacia Los Ángeles a las 12 del mediodía. En Madrid aprovechamos para pasar la tarde con familia. Cenar en Matadero y disfrutar de los 40 grados nocturnos.
3 de junio, lunes
Mero trámite, montarse en el avión y matar el tiempo con las miles de películas, series y juegos online. 11 horas de vuelo. Llegar a Los Ángeles y se nos despiertan los miedos a que no nos dejen entrar en el país por ser músicos y llevar visado de turista. Al parecer han echado atrás a muchos compañeros por considerar que estos realmente van a trabajar y no de turismo.
En las casi dos horas de cola esos miedos se disiparon, el cansancio es muy inteligente.
Al entrar en el país, Daniel (nuestro contacto allí), nos recibió con los brazos abiertos y nos enseñó la que sería nuestra base principal, nuestro apartamento. Cenar la típica comida americana en el In & Out (franquicia típica californiana pero de mejor calidad que otras) y a casa a descansar.
4 de junio, martes
Día de adaptación. Daniel tuvo la genial idea de ponernos la promo al día siguiente de llegar, ya que estaríamos aturdidos por el viaje y tocar en esas condiciones no sería lo mejor, así que después de dormir algunos 10 horas y otros apenas 4, fuimos tranquilamente a la ciudad a tomarnos una cerveza por sólo 8 dólares y un vino por sólo 11 (de locos) y empezamos la ronda de entrevistas. Generalmente las preguntas de siempre, pero nos quedamos con una entrevista en especial. Una que transmitimos en directo en nuestras redes, la de Gustavo VII. Un nicaragüense muy divertido al que cogimos mucho cariño.
Después de todo esto, Daniel nos llevó a un Guitar Center, "parque de atracciones" para los músicos en forma de tienda en la que puedes probar y enredar en todos los instrumentos que tengan.
5 de junio, miércoles
No contentos con el Guitar Center del día anterior nos enteramos de que había otro en la zona de Hollywood, así que la mañana la aprovechamos para hacer un poco de turismo y otro rato a disfrutar como niños. Aquí conocimos al gerente de la tienda, al cual invitamos al concierto de aquella noche en "El Cid".
Al acercarse el mediodía, Daniel nos recoge y nos disponemos a tocar el que fuera nuestro primer concierto en tierras americanas. Un local que pretendía ser "español" pero que fuera de tener un par de fotos de toreros, muy español no parecía.
Escenario pequeño pero acogedor. Un técnico de sala que no tenía muy dominado el terreno; menos mal que nosotros llevábamos al nuestro (Rafa) porque si no aquello no hubiera sonado. 19:30 se abren las puertas (media hora después de lo previsto) y la sala se abarrota de angloparlantes. Comienza el show y nos vitorean y gritan con esos sonidos agudos propios de los americanos. ¡Todo un éxito!
6 de junio jueves
Este era el día que todos esperábamos. El jueves tocábamos en LA Exchange, lo que antiguamente era la casa de la moneda lo habían convertido en un "Venue" o sala de conciertos. Impresionante el despliegue de luces, visuales y sonido. Aquella noche compartíamos el primer concierto con los nominados a los Grammy Siddhartha en probablemente la sala más espectacular en la que hayamos tocado. Por culpa de una larga y extraña prueba de sonido (es largo de contar para lo poco interesante que es) nos vemos obligados a no conceder cuatro entrevistas que teníamos previstas para aquella tarde.
Llegaba la noche, la sala estaba a reventar y nosotros deseosos de salir a tocar. Al escenario se accedía curiosamente desde unas escaleras que bajaban del anillo central. O sea, cuando empieza a sonar la "intro" y las pantallas muestran nuestro logo y la gente empieza a gritar de pasión, nosotros les veíamos desde arriba. Por primera vez, para entrar en escena, tuvimos que bajar unas escaleras y no subirlas. La imagen que se nos queda en la retina fue poder ver a aquellas cerca de 1.000 personas enloquecidas desde arriba.
El concierto no puede ir mejor y prueba de ello fue que a la salida, en el merchandising, una pareja nos reconoció y nos pidió hacerse una foto con nosotros. Para cuando nos dimos cuenta nos vimos rodeados y nos tiramos más de una hora haciéndonos fotos con todo el mundo.
7 de junio, viernes
House of Blues de Anaheim. La distancia teóricamente no era mucha pero el tráfico de LA es impresionante, así que tardamos muchísimo más de lo calculado en llegar. Los organizadores del evento eran tremendamente estrictos con el horario y las limitaciones, así que no les importó que llegáramos a 20 minutos de empezar el show, "a las 19:00 abrimos puertas, así que tenéis 20 minutos de prueba". Como buenos bilbainos tiramos de chulería y orgullo, ¡nos valió con 17 minutos!
Lo curioso fue que hasta las 20:00 no querían empezar los conciertos así que hicimos tiempo en el backstage, el cual en esta ocasión no lo compartíamos con Siddhartha.
Pedimos empezar 5 minutos antes para que nos diera tiempo a poner la intro completa y tener algunos minutillos extra ya que hablando con el público a veces se nos escapa el tiempo y esta gente de verdad que era puntual. Apuramos tanto que en la "outro" ya nos hacían gestos de "terminad ya". Otro éxito rotundo a juzgar por la cantidad de gente que se quería llevar un recuerdo nuestro en forma de merchandising o fotografía...
Acabado todo, aquella noche la fiesta se celebró en el camerino de Siddhartha, les invadimos su espacio, creemos que les gustó la idea, aunque nunca les pidiéramos permiso.
8 de junio sábado
Gracias a un concierto que a última hora, y por motivos ajenos a la banda, se suspendió, tuvimos la suerte de hacer turismo: Venice Beach, Hollywood de noche, Melrose Place...un día muy agradable en "familia".
9-10 de junio domingo y lunes
Vuelta a casa, pasando por Dallas. Una vez más, largas esperas en el aeropuerto de Los Ángeles. No nos tocó juntos en ninguno de los 3 vuelos a casa. ¡Parecía hecho a propósito!
14 de junio viernes
Este concierto era el que para nosotros suponía el punto final de la gira, una final de un concurso como el Amurriock. Mucho frío para ser junio pero ahí estábamos, muy rodados después de nuestra aventura. Una final al 50% ya que sólo teníamos un “competidor”: Tara. Y el jurado decidió que para ponerle la guinda final a esta gira teníamos que ser ganadores.
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