Les hemos pedido a dos periodistas, Carlos Rego (autor del libro), y José Manuel Costa (posiblemente el periodista que mejor les entendió y más les defendió públicamente en los años de actividad de Derribos Arias) que eligieran sus cinco canciones favoritas del grupo y nos explicaran el porqué de su elección. El resultado es un involuntario e inmejorable de los mejores momentos que Derribos Arias dejaron para la posteridad...
CARLOS REGO
"Branquias bajo el agua"
La canción por la que siempre serán recordados. Éxito subterráneo, anticanción del verano que todo el mundo puede cantar aunque no rime ni un verso.
"Tupés en crecimiento"
Fusión imposible de r’n’r mutante y funk descalabrado. Como "Branquias bajo el agua", muestra de manejo virtuoso de una caja de ritmos primitiva y no programable.
"Derribos Arias"
(la versión de TVE para Caja de Ritmos)
Canción manifiesto destrozada en su LP, en esta versión para el programa de Carlos Tena suena en todo su eléctrico esplendor, como Dream Syndicate filtrados por el afterpunk británico.
"Disco Pocho"
Puesta en práctica de su teoría del "Euskalfunk", terrorismo de discoteca con gloriosos sampleados de andar por casa y trompeta estridente de Iñaki “Glutamato”.
"Un poco shiego"
(Poch)
Una joya escondida al final de "Nuevos sistemas para viajar". Poch nunca sonó tan personal, triste y conmovedor.
JOSE MANUEL COSTA
"A fluor"
"A fluor" era el bautismo de Derribos Arias. Y en él me cupo participar de manera colateral pero efectiva. No es que lo hiciera mucho, pero claro, una compañera de colegio (Alemán, como el de Poch y Julián Hernández), Stella Wittenberg me acaba de enseñar unos dibujos estupendos que acababa de hacer. Y Poch y Alejo, de quienes ya había oído maquetas y disco, andaban buscando una portada. Parecía una de esas casualidades milagrosas. Para mí sigue siendo una de las grandes portadas de la época. El disco me habría parecido estupendo aún sin ella. Pero así mejor.
"Vírgenes sangrantes en el matadero"
Por esta época la nueva ola recorría avenidas a veces muy truculentas, como demuestran los primeros discos de Gabinete, Parálisis, Décima Victima… Pero aún siendo muy interesante, lo que de verdad importaba en "Vírgenes sangrantes en el matadero" era una música extremadamente ambiciosa que se sostenía en un par de parámetros como bajo y percusión sobre el cual la guitarra y el teclado volaban de forma extremadamente libre, más aún que en "Branquias bajo el agua", la (lógica) cara A del disco. Colaboración con Iñaki Glutamato y una de las más interesantes producciones de Paco Trinidad
"Aprenda alemán en siete días"
La versión más suave de Derribos. Una letra casi perfectamente absurda, marca de la casa, pero que como todo buen non-sense, tenía mucha punta. Son sólo unos cuantos extractos de un manual de idiomas de aquellos que se lanzaban sobre un país exultante, deseoso por conocer, que consumía cine de ensayo siempre subtitulado, que aspiraba a más y no disponía de los recursos suficientes. "Aprenda alemán en siete días" venía a resumir lo absurdo de muchas de aquellas ingenuas esperanzas. Un apéndice sería "Lili Marlen", sobre un sample casi completo de Marlene Dietrich, ya puestos en lo alemán.
"Dios salve al conselleiro"
(versión de Siniestro Total de "Dios salve al Lendakari", 1982)
No es Derribos, pero es Derribos. Siniestro Total, en su implacable cruzada de versiones increíbles adaptó cuatro años más tarde el "Dios salve al Lendakari" (sic.) para sus propios intereses galegos. Tanto en una como en otra versión, o la que se hubiera hecho sobre cualquier autonomía, Derribos ya se carcajeaban del panorama político que se iba asentando. La presentación por parte de Poch de esta versión de Siniestro en vivo lo resume todo: "¡Con Poch de Lendakari, Gibraltar será de Euskadi!".
"Derribos Arias"
No sé si llamarle experimental, pero sí de las más raras que hizo Derribos. Siendo su canción homónima, podía pensarse que hubieran hecho un himno coreable en los conciertos. Pero en absoluto. Dominado por un piano y elementos sonoros de todo tipo cuya procedencia es acústicamente incierta, "Derribos Arias" es de aquello que no es posible pasar por alto una vez se ha comenzado a escuchar. Y por alguna razón, es de las cosas que más parecen contener el espíritu del grupo como tal, más allá de la impronta de su principal figura. Es curioso, cuando se realizó "El chico más pálido de la Playa del Gros", nadie se atrevió a versionear "Derribos Arias". Alguna razón debe haber.
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