Llega abril y, aparte de las flores, la ropa colorista y el ya es primavera de unos grandes almacenes, los humanoides también celebramos el Día del Libro. Por ello le vamos a prestar atención a cómo muchos artistas han compartido sus vivencias, carencias e inspiración a través de hojas escritas. Durante el fastidioso 2020 muchos músicos abandonaron su faceta musical por momentos, y se lanzaron de lleno a la inquietud literaria.
Parafraseando a Rajoy, los músicos son gente que hacen cosas. Y todo esto es para referirnos, en este mes de abril del libro, a que la música y la poesía van de la mano. Bien sea en forma de prosa, de verso… Se podría decir incluso, que la música es la poesía a la que se pone un acompañamiento instrumental. Pero, sin duda, la rima y la concordancia de las palabras son auténticos retos tanto en su forma hablada, como cantada. Por ello le vamos a prestar atención a la forma en la que muchos han compartido sus vivencias, carencias e inspiración a través del formato libro. Durante el fastidioso 2020 abandonaron el estudio de creación y grabación para meterse de lleno en una habitación con hoja en blanco, o folio Word sin nada. Es la faceta creativa en plena efervescencia lanzada de lleno a la inquietud literaria. En lo que va de abril de 2020 a este del 2021 son numerosos los que han decidido ampliar sus fronteras y sacar a la luz pequeñas, medianas y grandes obras. Hemos querido sumar fuerzas y enumerar algunos escritos made in músicos, productores o artistas en sí que han ocupado no solo nuestra discografía sino también las estanterías. Pero, como os decimos, ésta es sólo una breve muestra en la que la creatividad no tiene límites. Aquí un ramillete sonoro dedicado al cuarto arte, bien como compositores, productores o todo a la vez, repleto de efervescencias, inspiración e inquietudes liberadoras del intelecto. Pluma o guitarra, he aquí la cuestión. Mejor las dos, ¿No creen? ¡Allá vamos!
Miguel Rivera. Sistemas Binarios. (Aguilar, 2020)
Miguel Rivera, vocalista y letrista del grupo Maga, lanzó esta obra que nos atrapa en páginas repletas de surrealismo, magia y cotidianeidad. Música en palabras. A través de poemas y textos narrativos viajaremos por la mente inmensa de este talentoso artista en su faceta de escritor. Cuando la pandemia se antojaba todavía un rumor confuso, se reinventó gracias a Sistemas binarios. Ahora está presentando, Sistemas binarios (Canciones encontradas), un espectáculo inspirado en los textos del libro y dotado de una puesta en escena cuidada al detalle. Colaboran Rocío Márquez, que cantará un tema, y Asier Etxeandia, que ha grabado textos. Todo ello a través de instrumentos como un bombo legüero, un xilófono, un armonio, también guitarra, piano, contrabajo, saxo...
Toteking. Búnker. (Blackie Books, 2020)
Otra obra sorprendente. Para quien conozca la trayectoria musical de Toteking (1978) la publicación de este libro no es ninguna sorpresa. Tiene como subtítulo Memorias de encierro, rimas y tiburones blancos y él mismo dice que quiere su lírica a otra dimensión: a una dimensión de mierda. Si Enrique Vila-Matas no se hubiera cruzado en el camino de este artista sevillano que lleva esculpiendo la historia del rap español desde finales de los años noventa no tendríamos este magnífico trabajo literario. Por eso, como señala el propio Vila-Matas en su prólogo “El tiburón salió del agua”. Blackie Books ha vuelto a hacerlo creando un objeto que da gusto tocar, oler y llevarse a la cama. Muy leído durante el confinamiento, Búnker no es una recopilación de letras ni de pseudopoemas, tampoco son las “memorias casposas de un músico analfabeto“, sino un conjunto de narraciones y ensayos. “Odio a la gente. Odio a los hombres, a las mujeres, y a los no binarios. Odio a las mascotas y a las personas que se despiertan cada día con energía y ganas de desayunar”. Así empieza “Odio” a modo de introducción. Como diría Borges, pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. Por eso Funes, que lo recuerda todo, no pueda razonar.
Arco. 40 años, 40 canciones. (Altafonte, 2021)
Una obra autobiográfica donde conoceremos los momentos más importantes de sus cuatro décadas a través cuarenta de sus canciones. Una historia real y cercana escrita por el propio autor que se complementa con dos discos donde se recopilan nuevas versiones de sus temas más conocidos. La vida y de la muerte. Su infancia, sus primeras veces, el nacimiento y final de El Puchero del Hortelano, su trágica pérdida familiar, las giras alrededor del mundo, sus hijos, el amor, las canciones… Risas y llantos por iguales. En el disco se incluye El olvido, la única canción completamente inédita incluida en la banda sonora de 40 años, 40 canciones, un tema a piano, voz, violín y viola que narra las sensaciones que pueden llegar a vivir las personas que sufren la enfermedad del Alzheimer en sus seres queridos.
Paco Loco. Loco 2. (Hurtado & Ortega, 2021)
Esta segunda parte, que mejora mucho la antecedente, tiene mucha más dosis de humor. Es una obra de arte, que incluye pequeños desplegables a todo color. Paco es un productor único (más aún en España donde hay bastante menos productores de lo que parece) y su conocimiento es compatible con la humildad y el humor. ¡Los juegos de palabras son purita dinamita! Y entre guasa y guasa, habla de discos. Y lo hace tan bien que te hace pasar muy buen rato. Genial el capítulo dedicado a la grabación de Memoria de La Habitación Roja; insuperable. También destacable sus cosas con Delafé, Hinds, Bunbury & Vegas… Queremos el tercer volumen. Queremos al Loco.
Aarön Sáez. Videclub. (La Fea Burguesía, 2021)
A través de la loca idea de montar un videoclub en pleno siglo XXI, nos muestra en su primera novela un fresco rico y controvertido de personajes de la nueva generación perdida. Nacidos a mitad de los 80, nostálgicos de una infancia analógica que no volverá, y temerosos de un futuro digital intangible y borroso, los personajes buscan entre sus fuertes raíces y su desbordante imaginación un sitio donde sentirse cómodo. Este miembro de Varry Brava, teclista y compositor, nació en Orihuela en 1984 y ganó premios literarios en su juventud. El libro es una delicia que os debéis leer por imperativo legal.
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