Imperfectas, humanas, vulnerables, deslenguadas, osadas, bravas… Hay muchos adjetivos que podrían servirnos para catalogar a Berta Prieto y Belén Barenys (Memé). Sin embargo, las responsables y protagonistas de “Autodefensa” huyen de grandilocuentes etiquetas y prefieren limitarse a conquistarnos con su innegable naturalidad que las hace extrañamente cercanas.
Sin más afán que el de capturar un momento muy específico de sus vidas, a lo largo del cual han desarrollado una serie de aprendizajes profesionales y personales de lo más valiosos, Prieto y Barenys celebran que, a lo tonto, este proyecto les haya llevado a lograr una nominación doble a Mejor Serie de Comedia y Mejor Guión en la edición de los Premios Feroz 2023. Sobre este sobrevenido éxito y la génesis del mismo ha querido charlar con nosotros Berta Prieto.
¿Cómo recibieron Berta y Belén la nominación a los Feroz?
Pues con muchos nervios y con mucha ilusión. Encima nos han dicho que la fiesta de después es chulísima, y nosotras queremos ir súper-guapas. No sé, ojalá nos lo llevemos, sobre todo el de mejor guion, nos encantaría.
Nada mal para una primera experiencia en la interpretación.
No, la verdad, y más teniendo en cuenta que yo no tenía demasiada fe en esto de dedicarme a la actuación. Siempre había creído que era un trabajo como muy poco creativo, y la verdad es que hacer “Autodefensa” me ha enseñado que también se puede ser creativa siendo actriz. Lo difícil ya es que te propongan proyectos que logres hacer tuyos, pero si recibiera más propuestas que fuera capaz de integrar y de creerme, me encantaría continuar por aquí.
Tú además vienes del teatro, si no me equivoco.
Sí, yo dirijo junto a Lola Rosales una compañía de teatro que se llama Las Chatis de Montalbán, y somos la compañía residente de la Sala Becket de Barcelona. Allí precisamente conocí a Belén, quien trabajó en una obra que dirigía su prima Paula junto a nosotras, titulada “El Chinabum”. Belén hacía la música y en seguida nos hicimos amigas.
“Lo principal que me ha enseñado esta serie es que nada en esta vida debe ser tan radical”
¿Y en qué momento se suma Miguel Ángel Blanca a esta ecuación?
Pues Miguel Ángel nos contactó por redes. Un día subimos un vídeo de nuestras vacaciones y le debió de llamar la atención o inspirarle para hacer algo, y por eso se puso en contacto con nosotras. El estilo de las cosas que ya habíamos visto de él se adecuaba mucho al género en el que mejor nos movíamos, y creo que sin ese factor realista, casi documentado, la serie no habría resultado la misma. No nos veíamos haciendo una serie en plan fantasía distópica, por ejemplo.
El vuestro es un costumbrismo cercano, una marcianada de estar por casa.
Creo que más allá de lo barrocas que son algunas de las historias que planteamos. A la gente le convence lo que “Autodefensa” cuenta porque siempre está ahí ese factor expectante por comprobar cuál será la siguiente línea que cruzaremos. Un morbo con el que la serie suple el hecho de no tener una línea argumental al uso o una trama como tal.
¿Os ha sorprendido que una obra tan personal pudiera ser compartida por tantas personas?
Muchísimo. Aunque debo decirte que estoy un poco rayada porque no termino de captar exactamente cuál es el target que hemos alcanzado con la serie. De repente nos han visto personas como muy variopintas y diferentes entre sí. Si hasta el otro día Andrea Levy compartió en redes que había visto nuestra serie y la recomendaba.
Pues eso es tocar techo en el indie, ¿eh?
No sé, yo por si a caso dejo aquí el disclaimer de que odiamos a Andrea Levy, que conste. Pero también nos llegan muchos mensajes de gente que dice que le ha ayudado bastante ver la serie, concretamente episodios como el que tenemos sobre la ansiedad, con ese speech del iglú. Esa es la parte que más mola de esto.
¿Cómo lleváis esa sombra de ser referentes?
Bueno, al principio era algo que ni nos planteábamos por pura ridiculez. Ahora que vemos que la serie está teniendo cierto éxito, nos gusta pensar que la gente entiende que no somos referentes de nadie, sino que simplemente somos un par de chicas imperfectas y humanas que han tratado de retratar con cierta comedia un momento muy concreto de su juventud, pero ni siquiera con ningún tipo de intención discursiva o generacional. De hecho, el tono que manejamos en ambas partes, sobre todo en los cinco últimos episodios, es del todo incorrecto y sin ningún afán moralista detrás.
¿Dirías que esa actitud es la que os diferencia de otras series protagonizadas por jóvenes?
Sin duda. Hay muchas series sobre jóvenes, sobre drogas o sobre sexo, y muchas series que presentan a personajes femeninos que a priori son muy guays y están muy liberadas y todo lo que tú quieras, pero siempre se las apañan para darle la vuelta y que resulte que si la chica se droga o tiene relaciones atípicas con hombres es porque arrastra algún tipo de trauma de infancia. Nosotras no damos ese reverso en nuestros personajes, son chicas que hacen lo que les da la gana porque quieren y porque sí, sin buscarle una lectura psicoanalítica que justifique nuestro comportamiento. Son chicas que viven sin pedir permiso, sin más.
¿Y a vosotras? ¿Os ha servido “Autodefensa” para aprender algo?
Un montón, sin duda. Las conversaciones que tuvimos hasta llegar al fondo de los capítulos fueron ya de por sí lecciones en sí mismas, ya no solo a nivel de guión y producción, sino a nivel moral. Cuando ves en escena representados ciertos símbolos a través de los diferentes actores y actrices que aparecen, es cuando te das cuenta de que el discurso ha ganado sentido como tal. Yo personalmente soy una persona muy de extremos, y lo principal que me ha enseñado esta serie es que nada en esta vida debe ser tan radical, que hay ciertas cuestiones que son más complejas y admiten matices.
Sin embargo, algún ataque gratuito os cayó con solo sacar el tráiler.
Los nuestros son dos personajes muy extremos que, o te caen bien y los adoras o los odias, y esa creo que es la gracia de esta serie. Rajaron de nosotras mucho en redes, sí, y nos sorprendió bastante, siendo nosotras unas simples pringadas. No sé, por el lado de los hombres puedo hasta llegar a entenderlo, ¿sabes? Es una actitud de mierda que necesitaría ser trabajada por descontado, pero hay que tener en cuenta que históricamente han tenido la sartén por el mango y han estado creando a su antojo sin necesidad de justificarse, así que cuando ven que su espacio está siendo ocupado por tías que hacen lo que les da la real gana y viven sin pedir permiso, de repente sus masculinidades frágiles se vuelven minúsculas e indefensas, y tienen que atacarnos.
También vemos a algunos hombres en vuestra serie que hacen gala de haberse deconstruido, aunque en ocasiones les sale el tiro un poco por la culata.
Es que la masculinidad es un temazo, ¿eh? Me ha costado pero con el tiempo he comprobado que si desde el feminismo queremos lograr ciertas cosas, es necesario que éste también se ocupe de la masculinidad y de explicarle a los hombres ciertas cosas. Ya te digo, mi actitud era muy contraria a esto, y si me oyera la Berta adolescente, fliparía. Antes pasaba absolutamente de tener que explicarle nada a nadie, aludiendo que yo no era la profesora ni la madre de nadie, pero ahora me doy cuenta de que es algo inevitable si como mujer quieres relacionarte con hombres, romántica o socialmente. El discurso de mis amigas, por ejemplo, está como a años luz del de mis amigos, y eso es un puto drama, porque también quiero estar con mis amigos y quiero que nos entiendan como tienen que hacerlo.
¿Algún deseo para el 2023, Berta? A parte del de tener suerte en los Feroz.
Poder seguir haciendo teatro, que es algo que me encanta, y ya puestas en proyectar deseos, me gustaría mucho poder escribir mi primer libro.
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