Treinta años del “Angel Dust” de Faith No More (parte 2)
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Treinta años del “Angel Dust” de Faith No More (parte 2)

Adriano Mazzeo — 05-01-2023
Empresa — Warner
Fotografía — Ebet Roberts

Encaramos esta segunda parte del especial dedicado al “Angel Dust” de Faith No More con sendas entrevistas a tres de sus artífices: el tecladista Roddy Bottum, el bajista Bill Gould y el baterista Mike Bordin.

En la primera entrega de este artículo especial sobre el “Angel Dust” de Faith No More -el disco que muchos consideran una suerte de puerta cósmica a la galaxia del “todo es posible” y otros simplemente lo ven como el disco más influyente de los 90s- abordamos los testimonios de varios artistas que crecieron bajo la magia, el brillo y la mugre que proponía el cuarto largo de los de San Francisco.

Pues, si bien las segundas partes nunca fueron las mejores, esta viene a desafiar preceptos, del mismo modo que, en múltiples sentidos, lo hizo la obra que la ocupa.

Tal es así que ahora toca disfrutar de las palabras de nada más ni nada menos que gran parte de los responsables de este milagro discográfico: el teclista Roddy Bottum, el bajista Bill Gould y el batería Mike Bordin.

Con vosotros, los pensamientos, sentimientos y sensaciones sobre las circunstancias que rodearon a este disco emblemático que, a su manera, también cambió el rumbo de la música moderna.

Roddy Bottum (teclados) 

¿Es en tu opinión “Angel Dust” el disco más especial, el más importante de FNM? ¿Por qué?
El disco de FNM más especial para mí es el primero. Por lo general, me siento así con respecto a los lanzamientos de las bandas. El primero lo hicimos desde un lugar muy especial; lo pulimos y elaboramos durante mucho tiempo y fuimos muy específicos sobre lo que estábamos haciendo. Dicho esto, amo “Angel Dust” de una manera diferente. Teníamos mucho que demostrar aquí, así que también lo amo muchísimo.
Es difícil comprender y abarcar toda la información en “Angel Dust”. Desde los samples hasta los arreglos e ideas que eran (¡y son de alguna manera!) completamente novedosas.

¿Cómo recuerdas el proceso de escritura del disco? ¿Fue un disco mucho más "inteligente" o fue más como "espontáneo"? ¿Cómo lidiaron con los riesgos que asumieron durante el proceso?
Creo que nos dejamos llevar individualmente de maneras que tal vez no lo habíamos hecho antes. Nos quedó claro que estábamos llamando la atención por nuestras voces individuales y las múltiples direcciones en las que irían la banda y nuestra música; así que nos inclinamos hacia ese concepto, explorando los gustos y sabores de los diferentes integrantes de la banda. Siempre me sentí atraído por cosas más pop, así que presioné por canciones como “Midlife Crisis”. Billy tenía una visión general del proyecto, pero me gustaba más cuando aportaba una sensación de belleza dramática con los arreglos de cuerda que proponía. Jim era un bicho raro y nos animamos a traer eso a la mezcla general, aunque él estaba más al margen en el proceso de escritura. Mike Bordin siempre fue simbólica y estéticamente un rockero, radical e innovador en términos de lo que hacía. Mike Patton se estaba esforzando mucho y explorando su papel en el proceso evolutivo de FNM. Había hecho músicas súper raras con su otra banda, pero realmente no había ido a un lugar loco hasta ese momento en FNM. Creo que se estaba dando cuenta de que podía dar un paso adelante y traer algunas excentricidades, algo que tal vez no había hecho antes.

"Lo que aprendí de “Angel Dust” fue que hay formas de hacer coincidir lo que parece imposible y, mientras tanto, en ese transitar, dar vida a nuevos sonidos"

Si tienes que describir tu contribución a “Angel Dust” en términos de “funciones”, ¿cuál dirías que fue tu función/tu propósito en el proceso de escritura del disco?
Me gusta pensar que me incliné por el lado pop de las cosas, pero al mismo tiempo realmente abracé los paisajes sonoros oscuros de ese momento como los de Psychic TV, Coil, Bongwater. No sé. Creo que me acreditan por ser el tipo 'pop' y eso se siente como un casillero gay. Creo que alenté la rareza y el desafío a las convenciones en el proceso general, así como una sensibilidad pop, sí.

¿Cómo lidiaste con los gustos musicales de tus compañeros de banda en ese momento?
Yo era especialmente alguien que desafiaba, contradecía y cuestionaba cuando se trataba de los gustos individuales de otros miembros de la banda. Realmente no me gustaba el metal ni el hard rock ni nada de eso. Era súper macho y aburrido para mí, así que luché contra esas cosas. Jim especialmente estaba en esa vibra. Me gustaba algo Metallica y Slayer tal vez, pero esa vibra era un poco unidimensional para mí y luché contra ella. No quería ser una banda de metal. A Billy y Mike Patton les gustaban las cosas más pesadas con actitud y había algunas ideas con las que podía concordar. Recuerdo que me gustaba Carcass porque tenían un concepto. Pero en general me alejé del rock.

¿Cuál era la música que escuchabas en ese momento y cómo influyó en tu contribución a “Angel Dust”?
Ya sabes... Llegué un poco tarde al juego en ese momento, pero realmente me gustaban los Pixies. No afectó el proceso de escritura, pero estaba escuchando y apreciando cosas que a los otros miembros de la banda realmente no les gustaban. Me estaba metiendo en el techno en ese momento. Me encantaba el euro techno más duro. Recuerdo haber sido influenciado por cosas a las que estuvimos expuestos en Europa. La cultura rave era genial y fascinante. Más como mentalidad que como influencia musical, pero eso se sintió muy importante para mí en esa época. Mucha música de amigos que defendí y amé. Tal vez amaba a las mujeres en el rock más que los otros chicos. Me encantaban L7, Hole, Babes in Toyland y Kim Deal. Tal vez ese fue un nicho o un paisaje musical que adoraba y que entró finalmente en la vibra de “Angel Dust”.

1992-3 fue una época de muchos cambios y desafíos para ti. Declaraste públicamente tu homosexualidad, escribiste música sobre el sexo gay, una actitud muy valiente hoy en día y mucho más en aquellos tiempos. ¿Qué tan solidaria fue la banda con respecto a la situación?
Fue un momento extraño. Creo que estaba lidiando con la vergüenza gay y con realmente quién era yo; lo mismo con mi sexualidad y actué de varias maneras un poco extrañas. “Be Aggressive” fue un ejemplo de eso, seguro. La banda me apoyó al 100% y desearía haber podido confiar en su mentalidad abierta en ese momento, pero crecer como gay hace cosas raras en la mente de los hombres. Estoy hablando de mi mente, no de la de ellos.

¿Cómo fue la interacción con los chicos, especialmente con Mike Patton en cuanto a la letra y la interpretación de “Be Aggressive”?
Tal vez hubo un poco de sorpresa, pero Mike fue muy rápido en subirse a bordo. Fue muy fácil para él asumir un papel. Estar cantando y expresando esa perspectiva fue algo natural para él.
Como oyente, lo que aprendí de “Angel Dust” fue que hay formas de hacer coincidir lo que parece imposible y, mientras tanto, en ese transitar, dar vida a nuevos sonidos.

Respecto a las sesiones de grabación ¿Qué aprendiste como músico y como parte de un grupo de personas muy diferentes que transitaban por una situación de tensión?
Sí, fue una especie de experimento sociopsicológico en el que todos aprendimos a trabajar juntos de muchas maneras. Es gracioso, me recuerda al programa de MTV, The Real World. Diferentes personalidades y entidades todas bajo el mismo techo y mira lo que pasa. Era una especie de tiempo ideal para eso; el mundo, no solo nosotros, se estaba fusionando.

Me gustaría saber qué imágenes o ideas te vienen a la cabeza cuando escuchas el disco. ¿Qué tipo de recuerdos o sensaciones surgen?
Hace tiempo que no escucho ese disco. Es un poco inductor de ansiedad para mí, de algún modo. Recuerdo que se cumplieron los plazos y las cosas que se tenían que hacer. “Smaller and Smaller” es una canción tan extraña. Hubo muchísimas bromas internas en el proceso de escritura. Mucho de eso parece una falta de respeto ahora y hay cierta vergüenza, pero no debería sentirme así. Solo éramos niños. El sentido del humor es una gran parte de lo que sucedió en ese proceso. Me olvidé de eso. Todo el proceso estuvo acompañado de muchas risas entre los cuatro.

¿Cómo te sientes cuando alguien te dice: “Angel Dust" me cambió la vida”?
Oh, guau, es tan halagador. En el mejor de los casos, siento que “Angel Dust" es una puerta que se abrió para reunir diferentes mentalidades y perspectivas. Es un disco comprometedor y desafiante. Que se reconozca como algo que es una fusión de diferentes cosas es realmente hermoso.

Billy Gould (bajo) 

Al comienzo de todo, ¿tenía el proyecto Angel Dust algún tipo de objetivo artístico?
No puedo hablar por todos los miembros de la banda pero estábamos todos más o menos en el mismo lugar y como compositor me encontré con que había cosas que no encajaban del todo en mi vida y también musicalmente estaba todo un poco borroso para mí. Hicimos "The Real Thing" dos años antes y giramos muchísimo ese disco, fue el que más giramos. Parte de esos dos años para mí fue tocar esas canciones cada noche, entonces no fue un tiempo muy creativo para mí. No solemos escribir mientras estamos de gira. Así que cuando volvimos nos preguntamos qué era lo que queríamos hacer, algo que no habíamos podido hacer en los últimos dos años. Siento que esa es la dirección en la que nos aproximamos al disco. No sabíamos que saldría de eso, simplemente fuimos hacia un lugar creativo que nos hiciera sentir bien.

Sé que normalmente no disfrutas de los procesos de grabación…
¡Pero lo intento! (Risas) De verdad que lo hago…

Pero quisiera saber si en algún momento de la grabación te diste cuenta que este sería un disco revolucionario.
No lo vi de ese modo. Es imposible predecir algo así. Y si vas con esa intención, creo que ya estás comenzando con una falla. Pero sí que tuve intenciones en plan: por un lado mandar todo al carajo y hacer algo lo más sorprendente posible y por otro hacer exactamente lo contrario que lo que se esperaba de nosotros, en ese sentido fuimos en una dirección muy intrépida. El rollo era volar el techo en pedazos o estaremos fracasando por completo. Creo que tuvimos algo de esa sensación. El mundo está un poco pendiente de esto, la gente está por primera vez en nuestra carrera esperando novedades sobre lo que queremos decir, así que hagamos las cosas con responsabilidad y digamos lo que queremos.
Era nuestra chance. Esta es la percepción que yo tenía, y no creo que muchas bandas hicieron esto en aquel momento, pero nosotros nos decidimos a hacer y a sobrevivir de algún modo (risas)

Por lo pronto, la discográfica no esperaba lo que terminó siendo "Angel Dust" ¿en qué formas todo esta época hizo que cambiara tu forma de ver el negocio de la música?
Con este disco perdimos mucho apoyo de la gente que vendía nuestros discos. Estábamos en Warner Brothers en EEUU y estábamos dentro del mayor sistema de distribución de música del mundo. Cuando entras en un sistema así de gigante, bueno esta gente realmente mueve mucho dinero, los productos más comerciales. Veníamos de hacer un doble platino con "The Real Thing", entonces había mucha atención puesta en nosotros, podría decir que éramos “famosos” en ese momento. Y con Angel Dust fuimos quienes somos simplemente y nos dimos cuenta que las cosas que gustaban de "The Real Thing" no eran las que nos gustaban a nosotros, entonces de algún modo no estábamos en conexión con la gente que vendía nuestros discos. Lo loco es que apenas salió "Angel Dust" en una semana fue disco de Oro, quiere decir que la gente estaba esperando qué haríamos. Pero alguien en Warner Brothers me lo dijo bien claro: si solo llega a Oro, será un fracaso. El punto es que todo esto nos dio la noción de escala en la que estábamos trabajando y que esta gente nunca le daría valor al tipo de enfoque que teníamos.

"La dinámica interna de una banda suele ser completamente opuesta a lo que se piensa de la banda desde afuera"

¿Estás arrepentido de haber estado en el tour junto a Guns'n Roses y Metallica?
No. Luego de cierto tiempo me di cuenta que es lo que hicimos y ya. Aceptas tu historia. Todo el mundo lo decía en aquel entonces: la gira con GNR y Metallica es la mejor del mundo, vosotros estáis invitados, esto es pan comido, deben hacerlo. Yo no creo que haya sido así, el público de esos grupos no estaba interesado en nosotros, se suponía que debíamos estar agradecidos, pero la verdad es que el público no nos hacía caso. Fue algo rarísimo.

Es que vosotros erais como unos inadaptados en aquel momento.
¡Y lo seguimos siendo ahora! Lo éramos en ese tour y para mucha gente más, no encajábamos en ningún lado.

Siempre desafiaron al público, a la industria ¿Angel Dust los consagró como banda contraria?
Creo que siempre lo fuimos. Pero sí nos definió así para cierta gente. Si nos conocías desde "We Care a Lot", seguramente "Angel Dust" no te sorprendía demasiado, pero no había mucha gente en esa condición. Pero esa es la gente con la que siempre estuvimos en contacto, ese es el público al que queríamos gustar. El resto posiblemente nos despreciara, yo no lo sentía así, pero es posible que así fuera.

Es que en aquel momento había una escena “alternativa” con bandas que quizá tenían alguna similitud de sonido con FNM, pero nunca formaron parte de esta escena.
Es que no nos incluían ahí. La llamada “escena alternativa” no se interesaba en nosotros.

Me pregunté siempre por qué bandas como Jane’s Addiction, Primus, etc eran parte de una escena californiana y vosotros siempre iban por un camino paralelo.
Así es. Quizá no tanto con Primus, que eran amigos nuestros y tocábamos en fiestas en casas. Pero sí, así como las cosas fueron creciendo, quedamos fuera de ese círculo, fuera de esa asociación. No sé por qué, simplemente somos marginales.

Hablando de las sesiones del disco en sí, las cuales estuvieron cargadas de tensión, quisiera saber que fue más importante: ¿la musicalidad de los miembros de la banda o la habilidad del grupo para mantener la armonía en el espacio de trabajo?
Nuestras habilidades diplomáticas fueron muy buenas. Quizá debería revisar esto pero no creo que la tensión que había entre nosotros se manifieste en el disco, creo que no llegó a la música aunque fue parte del proceso. Creo que quienes hablaban con nosotros sabían cómo estaba la cosa porque había mucha frustración, pero siento que no afectó a la música. Éramos mucho más jóvenes y teníamos a Matt (Wallace) como productor, que era como un miembro de la familia -en el buen sentido-, confiábamos en él como productor, pero también las cosas se confundían porque al conocernos tan bien, a veces no nos lo tomábamos muy en serio. No había un árbitro que dijera “hagan las cosas de esta manera”. Nadie escuchaba a nadie durante la grabación, todo era pelea. Pero la parte musical no tiene… déjame pensar en esto… no tirábamos todos para el mismo lado en cuanto a la música, todo sabemos que Jim no estaba cómodo con lo que estábamos haciendo, eso sí quizá se haya reflejado un poco en la música, pero creo en general que el disco hubiera sonado igual si contábamos con nuestras habilidades diplomáticas o no.

Tocaste algunas guitarras en el disco, ¿no?
Unas pocas, sí. Hay un concepto erróneo ahí. No grabé muchas guitarras, la mayoría son de Jim y me encantó lo que hizo, siendote sincero. Yo me involucré porque él no sentía las canciones entonces no sabía qué hacer con la guitarra. Para su crédito, nosotros escribimos los temas con bajo, batería y teclados, y es muy difícil hacer encajar a la guitarra cuando la música ya está tan “llena”.
Fue un momento duro para él, por eso escribí muchas de las partes y le recomendé que las enfoque de tal o cual manera. Técnicamente él es mucho mejor guitarrista que yo, pero como bajista le di a las canciones una perspectiva rítmica que ayudó a que las cosas queden acomodadas. Como escribí buena parte de la música fue más fácil para mí entender dónde quedarían bien las guitarras, pero también por el hecho de que no escribimos las canciones de un modo convencional, puedo entender su dificultad.

¿Angel Dust te abrió a nuevos campos en términos de técnica instrumental?
Mmm… ¡Si! Lo raro para mí como bajista es que llegaba a componer las partes de bajo al final del proceso de escritura de los temas. Tenía que ver cómo encajar entre las teclas y la batería.

¡Curioso!
Sí, raro. Pero, vamos a ver, yo toco el bajo, pero nunca me consideré bajista. Quizá haya bajistas a quienes les gusta lo que hago, pero no me siento bajista, más bien compositor. Y suelo visualizar primero los otros instrumentos y luego ver cómo me meto ahí en medio.

Es loco porque tocaste cosas muy disímiles en "Angel Dust". Cumpliste la función de bajista clásico tocando notas gordas ligadas al bombo de Mike Bordin, tocaste slap, hiciste arreglos melódicos, tu toque es muy dinámico en "Angel Dust".
No escribimos canciones como todo el mundo en plan “verso/coro/verso/coro/puente/instrumental”, etc. Hay algo de eso, pero en realidad es un proceso arquitectónico. Lo construimos del modo que se construyen las casas. Hay que trazar un mapa. Las cosas se construyen con naturalidad, pero necesitan trabajo. Siempre buscamos tener una estructura sólida sobre la que trabajar. En proyectos como The Talking Book, que es todo muy abstracto, eso fue muy difícil para mí al principio, porque no es esa la manera en que mi cabeza suele funcionar.

Patton entró en la banda cuando la música de "The Real Thing" estaba terminada, pero en este caso fue diferente ¿Recuerdas cuál fue la primera contribución importante que hizo a "Angel Dust"?
Sí, claro. Eso pasó cuando nos mostró esta canción “Malpractice” y nos pidió que la aprendiéramos. Escribió cada parte de esa canción. Llegó al local de ensayo con un grabador, puso una cinta y dijo “esta es una canción que escribí”. La escuchamos y fue como “Pero… ¿y esto qué es?” (Risas)
Enseguida acordamos en que era algo muy distinto a lo que siempre hicimos y, joder, ¡hagámoslo!
Definitivamente era una nueva dirección y solo podría venir de parte de él.

Me hubiese encantado ver la cara de Roddy en ese momento…
¡Completamente impagable! (Risas)

Hay un lugar común entre las personas que aman este disco, ojo, que no me pasó a mí, pero se suele decir que "Angel Dust" es una obra que no se entiende de buenas a primeras ¿con qué discos te pasó esto?
La mayoría de los buenos discos que me gustan los descubrí tarde… (piensa) No se me viene ninguno a la cabeza… Oh, la primera vez que escuché a los Sex Pistols me reí, lo odié. Doce horas después estaba cantando las canciones (risas) y para mí es uno de los mejores discos de la historia pero no lo pillé al comienzo. No pillé el primero de Siouxsie and The Banshees apenas escucharlo. Killing Joke, no lo entendí en absoluto.

Estás mencionando todas influencias muy importantes para tí…
Enormes influencias. Gigantes. Esos grupos cambiaron mi perspectiva respecto a la música. Tenía 17 o 18 años, bueno con los Sex Pistols quizá 14 o 15. Así que un período muy importante en mi vida, el momento en el que aprendí a tocar y descubrir la música desde mi propio enfoque.

Sé que no eres un gran fan de recibir elogios por tu música pero ¿cómo te tomas el hecho de que "Angel Dust" haya cambiado la vida de mucha gente?
Pienso que es fantástico. En aquel momento, realmente sabía que estábamos haciendo algo bueno, pero no teníamos ese tipo de feedback. Así que poder tener ese feedback ahora que de hecho nos conectamos directamente con la gente, aún siendo 30 años tarde, creo que es genial. Es magnífico, hubiese deseado que esto sucediera en aquellos días, pero igual es completamente guay.
Significa que aún con la industria discográfica, los sellos, los promotores no pillándolo para nada, la música sobrevivió y se quedó en toda esta gente. Absolutamente increíble. Sobrevivió a toda la mierda que no pudo evitar que fuera apreciada, genial.

Siempre tuve la sensación de que la música de Faith No More es mejor para sus fans que para los músicos de la banda.
Diría que eso es verdad, diría que es totalmente real.

¿Cómo se analiza esto?
Bueno… cuando estás tan cerca de algo, es complicado ser objetivo. Ya sabes, la hierba es siempre verde desde el otro lado. Cuando no das algo por sentado y puedes ver los detalles de un modo muy realista, te trabas en eso. Donde quiera que estés, donde quiera que vivas, no importa el coche que conduzcas, son tus cosas y sabes lo geniales que pueden ser. Pero, por ejemplo, si yo construyo mi casa, yo la arreglo y siempre, siempre, siempre veré los errores que cometí. Y eso me joderá por siempre, aún cuando vengan invitados y no se den cuenta de ningún error. Esa visión de cercanía sucede con nuestra música.

Nunca te escuché a ti ni a ninguno de los otros miembros de la banda (y eso que son tíos todos muy distintos entre sí) decir “Angel Dust es el soundtrack de mi vida” como dicen muchos fans.
Hay ciertas cosas de estar en una banda, que si no estás en ella nunca sabrás. Y sucede que la dinámica interna de una banda suele ser completamente opuesta a lo que se piensa de la banda desde afuera. Y nuestro mundo es distinto al mundo que la gente cree que tenemos. La gente ve "Angel Dust" y ve todas las mejores partes de él, pero, bueno ahora estamos hablando de ello así que puedo ser positivo al respecto, pero el punto es que no hubo discos fáciles que hacer para nosotros, pero hay muchas complicaciones en esta banda, es una banda complicada de gente muy diferente entre sí y cada disco que hicimos fue una puta pelea. Hubo siempre una sensación más de relajo que de orgullo cuando finalmente lanzamos nuestros discos (risas). Y eso no quiere decir que no hayamos estado felices con los discos una vez que salieron, pero lo que seguro estuvimos es más relajados. Por eso no solemos volver a ellos, normalmente no los escuchamos, es nuestra forma de seguir adelante.

¿Qué es lo que Faith No More más requirió de tí? ¿Creatividad, paciencia, tozudez o fuerza espiritual?
Mi vida, la entera totalidad de mi vida. Me tomó todo. Todo lo que tengo. Toda mi energía, mi tiempo, mis relaciones, todo fue para este proyecto, para esta música.

Mike Bordin (batería)

¿Cuando te diste cuenta que "Angel Dust" sería un disco emblemático?
¿Ahora, quizá? No lo sé (Risas) Es que no pensamos las cosas en esos términos, ya sabes, la idea del micro y el macro. Cuando hacemos música siempre miramos el detalle, lo pequeño. Luego el cómo la gente lo reciba es un regalo, una bendición, cosa que agradezco, pero… no sé. Pienso en discos emblemáticos y es algo muy personal. ¡Próxima pregunta! (risas)

¿Cómo recuerdas las sesiones de grabación?
Las recuerdo bien. Fue una época muy agitada, muy poderosa, muy significativa para todos nosotros. Estábamos madurando, en nuestros tardíos veintitantos, tratando de lograr tener una audiencia. Y "Angel Dust" fue el disco en el que sabíamos claramente que teníamos la atención de todo el mundo.
Y sabíamos que haríamos un disco que no tendría nada que ver con el anterior, ya que todos acordábamos en el hecho de que era importante evolucionar. Eso conllevó un riesgo gigante porque sabíamos que no le daríamos a la discográfica lo que ellos querían, que era un “The Real Thing” parte II. Nunca fue una opción hacer eso. Entramos a la grabación con toda la atención de la industria sobre nosotros; estábamos curiosos por ver si la compañía confiaba en nuestro juicio. Estábamos muy seguros de lo que haríamos, eso es lo que nos llevó allí y no íbamos a dar el brazo a torcer.
Teníamos un presupuesto mejor, más tiempo de estudio -aunque este se redujo porque tuvimos que girar en medio y eso hizo que el final de la grabación sea estresante-. Tuvimos que reconocer el equipamiento en el estudio, todos los samples de Roddy fueron robados por un hombre que pasaba por ahí y vio una pequeña caja que le llamó la atención.

Uff, complicado…
¡Sí! Roddy estuvo meses trabajando en eso. Haciendo sus propios samples a mano, uno a uno. Fue muy heavy. Mi técnico de batería se dio cuenta que faltaba esa caja de samples cuando metió el equipamiento en el estudio. Nos volvimos locos y el técnico dijo haber visto a un indigente merodeando nuestras cosas, había muchas personas sin hogar en el aparcamiento del estudio, no era un barrio sofisticado para nada. Era la calle Mission en San Francisco.
No sé como entablaron diálogo entre ellos pero este tipo terminó diciéndole a nuestro técnico “tengo algo que puede interesarles”. Ya sabes, mi técnico era un tipo de Louisiana, joven, no era alguien miedoso precisamente, entonces dijo sí a la propuesta del indigente de ir a una habitación de hotel para mostrarle esto que “podría interesarle”. A pesar de todo, la situación lo preocupó y asustó, porque aparte, el tipo comenzaba a decir muchas cosas sin sentido. Gritaba delirios grandilocuentes. En un momento nuestro tipo vio la caja en medio de las cosas del indigente ¡Las cogió y salió corriendo! (Risas)

¡Qué loco!
Sí, y ese fue el primer día antes de que tengamos los equipos listos para grabar.
Me acuerdo de muchas cosas, es el trabajo de mi vida. Aquí dejamos la mayor parte de nuestra cordura, oído y juventud. Hicimos un disco que amamos, estamos orgulloso y que nos exigió a tope, joder. Al mismo tiempo no sabíamos cómo reaccionaría el mercado y nuestros seguidores.
El disco anterior fue el mejor que pudimos hacer en ese momento y ahora dos años después es igual, es lo mejor que podemos hacer. Esto no era como -a falta de un mejor ejemplo- “Kiss Alive II”, no por despreciar este disco, sino por el hecho de ser una continuación, por cierto “Kiss Alive I” ya era muy bueno (risas) Necesitamos hacer algo nuevo, fresco, honesto y puro. Siempre fuimos así, era algo que no se discutía. No hicimos “We Care a Lot” parte II, ni nada de eso. Sin dudas no es el enfoque más comercial, porque conlleva muchos riesgos pero es honesto ayer, hoy y siempre. Estoy orgulloso de eso. Es parte de mi misión en la vida junto a mi familia y mis hijos. Puedo hablar por mí y algunos más de los miembros de la banda: nunca optamos por la salida fácil. Eso sería deshonesto.

"La compañía discográfica quería hacer hincapié en que éramos un grupo de estereotipos. “Él es el metalero, él el punk rocker, él el clásico”, yo era el puto chico del reggae. Eso no es verdad"

Hablando de tu forma de tocar la batería, eres un batería muy energético pero en este disco hiciste un trabajo muy amplio en términos de atmósfera musical. Quisiera saber qué tan desafiante fue para ti enfrentarte a estas canciones tan eclécticas.
Es bueno tener desafíos, es bueno “estirar” tu cabeza tratando de ampliar tus horizontes.

Bien, pero ahora tienes 59 años, no 28 como en aquel momento, ¿cómo lo veías en ese tiempo?
Mira, yo toco con mi corazón. Alguien me dijo esto alguna vez y me lo quedé. Lo que hago es aplicar mi sentimiento, mi vibra, mi groove, mi flow, y todo eso viene de mi corazón, lo cual es muy distinto a tocar con tu cabeza. Por otra parte, todos estábamos muy preparados en cuanto a la variedad en la música. Piensa que con “The Real Thing” fuimos a Sudamérica por primera vez, igual que a Australia, Nueva Zelanda, Japón. Obtuvimos muchísimas experiencias de mundo ¡Joder! ¡Si estábamos en Berlín cuando cayó el puto muro! Fueron muchas vivencias. Tocamos en el Maracaná teloneando a Guns N Roses, lo cual fue increíble. Tocamos en Manaos, junto al río. Todas esas cosas entraron de algún modo en la producción de "Angel Dust".
En lo personal, analicé bien las canciones que me proponían Bill, Roddy y Mike, escuchaba y entendía su enfoque o su mirada sobre las canciones e intentaba hacerles honor con total respeto. Jim tenía sugerencias para mí y también intenté que esté cómodo, porque al fin del día, todos debíamos estar cómodos.

Para muchos este es el disco que puso a Mike Patton en un nuevo nivel de performance…
Sí, opino igual.

Entre todos los aportes que hizo Mike Patton a este disco ¿Cuál es el que más te gusta?
(Piensa) Puedo decir algo bueno de cada canción, creo. Amo “Midlife Crisis”, más allá de que sea un single y lo conozca todo Dios, es una de mis favoritas. Creo que tiene todos los elementos de la banda representados. Amo “Everything’s Ruined”. Creo que su actuación en “Kindergarten” -más allá de que no sea una canción que tocamos mucho porque musicalmente es complicada sobre todo en cuestiones de tempo- es fabulosa. “Smaller and Smaller”, increíbles voces. Creativas y oscuras. “Caffeine” es maravillosa. “Land of Sunshine” que abre el disco porque es la hostia.
Así rápido, creo que serían “Everything 's Ruined” y “Midlife Crisis” en el lado más amable y en el lado más agresivo podría de “Caffeine” o “Land of Sunshine”. Pero no soy muy bueno para esto. Todo lo que entró en el disco lo hizo por algo, todo tenía su lugar. Esto tiene relación con la época porque hacíamos, discos, álbumes, grupos de canciones con una progresión.
Hace mucho tiempo una amiga mía me dijo que lo que le voló la cabeza de “Angel Dust” es que puedes apoyar la púa en la primera canción y sentir que estoy en una montaña rusa, en ese momento en el que sube y sube para luego largarse hacia un viaje completamente loco en el que no escucharás la misma cosa dos veces. Cuando llegas al final con “Midnight Cowboy” volver a prepararte para el comienzo. Ese el viaje en el que te llevan todas estas canciones. Es lo que para mí pasa con los grandes discos: te hacen viajar.

Y también sucede que “Angel Dust” es un disco en el que nunca terminas de descubrir cosas nuevas.
De acuerdo.

O quizá lo que cambia con los años es la forma de percibir las intenciones de la música.
Puede ser, sí. Seguro. Como oyente puede que cambies tu foco luego de un tiempo.
Pusimos todo lo que teníamos en ese disco. Billy lo dijo en una charla hace un tiempo: este disco tiene todo dentro. Es una caja completamente llena. Fíjate en el siguiente disco (“King for a Day, Fool for a Lifetime” de 1995), es muy despojado, muy libre, mucha de a mierda fue sacada afuera de la caja en ese caso. Es como tú dices, “ningún disco es igual al anterior”, pero ambos encajan perfecto en la visión macro de la banda. En la micro son monstruos completamente distintos, únicos.
Creo que, para responder tu pregunta, hay una combinación de ambas cosas: está la voluntad de la gente de escucharlo lo suficiente para encontrar el detalle, y también es una realidad que el disco tiene capas, capas y más capas. Y eso tiene mucho que ver con Bill y Mike, creatividad y visión. Se trata de ver cómo las cosas funcionan y cómo encajan.
Sobre Mike, en “The Real Thing” teníamos la música hecha antes de que él entre y de golpe tuvimos todas esas experiencias increíbles alrededor del mundo, que, Dios mío, tomó una vida para entender todo. Pero para él fue todo muy fácil y enriquecedor: obtuvo todas esas herramientas, los idiomas que fue aprendiendo y los usó de forma creativa.
Fue el florecer de su creatividad y merece el crédito porque… mierda, ¡es brillante! Hizo cosas que nadie había hecho en ese tiempo, hizo cosas que nadie quería que haga -como por ejemplo, cantar con un micrófono distorsionado en un elegante estudio de 3000 dólares la hora-, llevó todo muy lejos.

Hizo que muchos vocalistas comiencen a usar esos sonidos como algo “normal”...
Claro, es como cuando cocinas y salpimentas, debes saber cómo hacerlo, por qué, cuando. Esa es la identidad artística de alguien.

Yo creo que mucha gente se focaliza en Patton por ser la cara de la banda, pero siento que en Faith No More cada uno de vosotros tenéis ese nivel de identidad artística y además esas identidades artísticas son muy distintas entre sí ¿En qué sentidos esto facilitó el desarrollo del grupo o en realidad lo complicó?
Creo que lo que nos hizo mejorar fue la amplitud de miras, claro. La variedad era muy natural porque venía de personas de formas de ser muy variadas. Pero una cosa tengo para decir de esto: la compañía discográfica quería hacer hincapié en que éramos un grupo de estereotipos. “Él es el metalero, él el punk rocker, él el clásico”, yo era el puto chico del reggae. Eso no es verdad. Es una manera extrema y estúpida de simplificarnos. Por cierto, yo soy el que empezó metido en la música clásica y de pronto descubrí el metal, luego el punk rock y el post-punk. Más tarde el jazz, el puto reggae.
Todos teníamos ese tipo de formación con todos esos sonidos diferentes, cada uno de nosotros.
Eso es algo que la disquera no entendía: para ellos teníamos que ser como los Village People o las Spice Girls ¡Puta mierda! Eso está muy mal. Lo que más teníamos en común era ese gusto por la variedad musical sin límites, y también el hambre por encontrarnos con todos esos sonidos que nos inspiraron y empujaron a ser quienes somos. Cagas lo que comes.
Esto no tiene intención de hacer un “nosotros contra él”, para nada, pero excepto Jim, todos teníamos esa desesperación por experimentar todo en la música, ya sean cantos de garganta o soundtracks oscuros de los 50s, lo que sea. Todo.

Te escucho muy entusiasta hablando de tu música y es algo que no siempre pasa con el resto de miembros de la banda. Tengo la sensación de que Faith No More es una banda que gusta más al público que a los mismos miembros de la banda.
No creo que sea mi caso. Vengo de un lugar muy tradicional en plan que yo soy un metalero. Fui al instituto con Cliff Burton. De ahí vengo y lo único que quería de mi vida era ir a la tienda de discos y comprar todos los que pudiera. Puedo conectar y entender perfectamente a quien es muy fan de nuestra música y eso es un puto regalo enorme, porque este es el trabajo de mi vida, y me pone orgulloso lograr esto. Lo haría de nuevo sin pensarlo. Yo no quiero que esta banda se olvide, no quiero que quede enterrada por lo que venga después. Hicimos algo que fue único, honesto e irrepetible.
Para mí significa mucho que haya gente que levante nuestra bandera.

Hermoso. Te felicito por tener la capacidad de poder dejar todo lo oscuro detrás. La realidad es que tienes un disco que amas y ya. Siempre que hablo con Billy de algún disco, no solo de FNM, cuenta que le fue muy complicado componerlo y/o grabarlo (risas)
Este es el punto con Bill: él ve las cosas de un modo muy visionario. Es instintivo, su naturaleza es la creatividad. Es brillante. Entiende las situaciones de antemano. Así que para él, y ojo que esta es mi visión personal, cuanto más gente involucrada en los procesos de trabajo hay, menos es la injerencia de su visión. De algún modo se siente condenado porque debe compartir una visión que él ya tenía completa, porque tiene esa capacidad, claro.

¡Es que el tipo es pasional!
Todos lo somos, pero de distintas maneras. Cuando escuché “Volume 4” o cuando vi a los Sex Pistols en directo con Cliff Burton, cambió el ritmo de mi corazón. Y para colmo, tienes en la misma jugada a Mike Patton que es tan talentoso, tan creativo y tan visionario como Bill.

Hubo en aquella época un cambio de imagen en general y en particular con Patton cortándose el pelo y volviéndose más oscuro como artista, también estuvo la controvertida gira con Guns n Roses y Metallica ¿fue aquí cuando FNM se convirtió en una banda marginal, contraria?
Bueno, en realidad se trató una vez más de evolucionar. Sí, Patton era más guapo en “The Real Thing”, ¡pero ese no era él! Toda la cuestión Village People era falsa y "Angel Dust" nos dio la oportunidad de expresar cómo éramos, dónde estábamos, cómo nos sentíamos. El salir de gira con GNR fue extraño para algunos de los miembros de la banda que no se sentían cómodos en ese lugar tan de “rock”. Para mí fue genial, me hice amigos en la banda en aquel tour que aún conservo al día de hoy. Giramos con Soundgarden, que eran nuestros amigos, nuestra familia. Depende de cómo lo mires, puedes discutir mucho sobre esto pero ¿éramos una banda contraria? Mmm… puede que en algunos sentidos ¿por qué no? Pero ¿qué tal decir que éramos una banda desafiante y honesta?

Seguro, de todos modos yo no digo la palabra “contraria” como una cualidad negativa.
Claro, las palabras pueden ser imprecisas. Pueden significar algo para mí y otra cosa para tí. Nosotros sí fuimos contrarios a lo que la gente y la discográfica esperaba de la banda.

También me refería a que FNM casi que no encajaba en la escena del rock alternativo californiano, ¿no?
De algún modo nos sentimos marginales, sí. Es divertido porque giramos con los Chili Peppers, hicimos el último tour con Hillel Slovak antes de que perdiera la vida. Me caía muy bien ese tío, era genial. Flea es una de las mejores personas que conocí, es increíble ¿Anthony? Nunca tuve un problema. Y Jack Irons que era el baterista en aquel momento también es una persona sensacional. Ya sabes, las políticas se vuelven extrañas, sí, pero cara a cara nunca tuvimos problemas.
¡Amo a Fishbone! Todos los amamos. Hicimos un puñado de shows con ellos, especialmente en la época de Chuck, porque Chris Dowd (teclista original de Fishbone) iba al instituto con él. Había conexiones, no te olvides que tres de los nuestros eran de Los Angeles: Bill, Roddy y Chuck.
Hubo divisiones sí, no puedo hablar por todos nosotros, pero ¿contrarios? Sarcásticos sí. Especialmente algunos de nosotros éramos jodidamente sarcásticos, no yo. Fue una de las características, pero hubo muchas otras, como por ejemplo que siempre fuimos muy sentidos, muy cordiales. Y pusimos todo afuera de una manera muy personal, muy romántica y genuina. Eso depende de cómo lo mires. Es muy difícil mantenerse en línea cuando hay tantas tentaciones de parte del sello “si hacéis esto, ganarás muchísima pasta”. En ese sentido estoy muy orgulloso de mi banda, porque realmente triunfamos ahí y esto incluye a Jim. No acordamos con él en la dirección artística que iría la banda pero a su manera se mantuvo genuino. Y yo respeto eso cada día más. Viendo el macro, cada vez tengo más respeto por lo que hicimos con él y con Chuck.
Me gusta mirar adelante teniendo en cuenta ese respeto por la contribución de todos, porque fue muy importante.

Todo esto me lleva a pensar en cómo habrá sido trabajar en “Sol Invictus” que fue el primer disco que hicieron independientemente.
Fue increíble, un sueño hecho realidad en muchos sentidos. Para empezar nunca creí que sucedería el disco. Mira, en mi última temporada con Ozzy, la número 15 (1995-2010) la gente me preguntaba por FNM y yo lo tenía muy en claro “nunca sucederá, es imposible”. Estaba muy feliz con mi trabajo con Ozzy, siempre lo estuve, y de golpe volvimos con FNM. Nunca se sabe. Y cuando volvimos a tocar, quise estar seguro de que lo haríamos con el respeto que se merece el grupo. Evolucionamos en todo ese tiempo, crecimos. Y para mí era muy importante saber que el público deseaba vernos y que los chicos de la banda estaban completamente comprometidos con esto. Fue algo que tomé con mucho cuidado y gratitud, y también fue un espacio artístico en el que pude poner en práctica todo lo que aprendí en mi tiempo con Ozzy. Volver y tocar esa música fue algo no se hizo a medias. Trabajamos muy duro. Escribimos las canciones, fue como volver a conocernos. Piensa que no somos cantautores, somos un bajista y un baterista componiendo. En un punto fue todo muy romántico, pero también hubo muchísimo trabajo en esto para poder volver a sentirnos confiados en estudio y en escena, necesitamos asegurarnos de que el músculo estaba firme nuevamente. Ahí fue cuando comenzamos a sentir que necesitábamos tener nueva música. “Matador” fue lo primero que trajo Billy. Fue mucha cosa recibir esta nueva canción, y hablando de performances vocales, bueno, la de esta canción es una locura. Increíble.

Tocaste con el feel más sensible en ese disco…
¿Más dinámico? Tiene que ver con ser adultos, con saber mejor cuando tirar y cuando empujar para que las cosas sean mejor o más efectivas.

Volviendo a Angel Dust, pregunta obvia pero inevitable: ¿Es para tí el álbum más especial de FNM?
Es complicado, muy difícil. No miro a mis hijos de esa manera ¿sabes? Los amo a todos.
“We Care a Lot” fue muy especial porque fue lo primero que hicimos, nos subimos a una van, pagamos el estudio, grabamos todos en la misma habitación fue puto increíble.
“Introduce Yourself” fue especial porque fue cuando firmamos con Slash y por primera vez tuvimos un estudio serio, tiempo para trabajar, el equipamiento era excelente. Pudimos dedicarnos bien a hacer un disco en serio.
“The Real Thing” fue realmente fucking especial porque llegamos a la audiencia masiva, nos puso en un lugar al que queríamos llegar.
“Angel Dust” totalmente especial porque fue el primero en el que Mike Patton se afianzó en la banda. Sentimos esa unión con él y todos sentimos que era un valor agregado. En EEUU solemos decir que esto fue como cuando pones a un puñado de tíos tirando del mismo lado de la soga. Todos trabajando con el mismo objetivo, bueno, no todos, sino Bill, Mike, Roddy y yo apoyándonos para lograr el disco que queríamos hacer.
El siguiente “King for a Day, Fool for a Lifetime”... amo ese puto disco. Tuvimos otro productor -Andy Wallace-, lo grabamos en el norte del estado de Nueva York. Quisimos mostrar que teníamos mucha música de guitarras para lanzar, cosa que no hicimos antes por no haber conectado del todo con Jim. Amo a Trey Spruance -guitarrista de Mr Bungle y Secret Chiefs 3, quien tocó en este álbum de Faith No More- ¡Mierda, es brillante!

Es un genio.
¡Creo que sí! Tuve mucha suerte de cruzarme con gente así, como también lo era Cliff Burton. Instintivo por naturaleza, inspirado, maravilloso, un bajista increíble.
Bill Gould, otro genio. ¿Mike Patton? Absolutamente. Toqué con Jerry Cantrell, otro genio, espectacular. Me siento bendecido por esto.

Hablando de Trey, una vez hablamos y me habló muy bien de tí.
Debe ser porque siempre hago todo de corazón. Tocando o no sé, cocinando algo, siempre doy todo. Ese soy yo.

Trey me contó de aquella anécdota, mucho tiempo atrás, probablemente en 1986, en la que Faith No More tocó en Eureka, -el pueblo de Trey y Patton- y Trey te alcanzó una copia del primer demo de Mr. Bungle. Contaba aquello con mucha ilusión.
Es una gran persona, tío. Es puro corazón. Creo que Flea, a quien mencionamos antes, también lo es; todo corazón, ¡todo! No todo el mundo es así, este es un negocio duro ¿sabes?
La cosa con Trey es que nosotros tocamos en el instituto de Eureka, vinieron cinco personas. Nos dimos cuenta allí que eran vacaciones y el instituto estaba cerrado. Trey vino con otros tres y luego del show, estábamos cargando nuestros equipos, vendiendo alguna camiseta, quizá, no sé y se acercó y me dio la cinta. Se los veía muy inocentes, nada que ver con nosotros. Me dio la cinta, la escuché. Y es esa cinta famosa -se refiere al demo de “The Raging Wrath of the Easter Bunny”-, la cual Jim Martin tomó y se enamoró de esa música, porque, en su mente, y quiero ser muy cuidadoso con esto para no hablar por él, pero dijo “la música es muy en plan Slayer, metal desquiciado en esa onda y el cantante parece un tipo de 160 kg, gigantesco y grasoso”
(Risas)

Me parece muy gracioso, porque él estaría pensando en una imagen como la de TAD o quizá Screaming Trees, que tiene estos integrantes enormes.
Eso fue una buena parte de lo que tiene que ver con la entrada de Mike Patton en nuestro mundo. La ironía de esto es que Jim se volvió loco con esa cinta, porque es extrema y súper metal y luego en el tour con los Chili Peppers nos encontramos de nuevo con los Bungle porque nos solían seguir. Eso fue en San Francisco en el Fillmore, vinieron todos y hablé con Patton “hey, tú eres el tío de Mr Bungle ¿cómo va todo?”, y me dice “bueno, ya no sonamos como aquella cinta, para nada”, y me dio la nueva cinta.

“Bowel of Chiley”
“Bowel of Chiley”, correcto. Yo en plan “Ok, cool, ¿y a que sonáis ahora?”, “Bueno, es algo distinto, más como Fishbone y algo de surf music”. Para mí fue genial escuchar esto, hay que evolucionar, y volvemos a lo que decía del paso de “The Real Thing” a “Angel Dust”, comparemos esto con el pasaje de “Raging Wrath…” a “Bowel of Chiley”. Ellos también tienen la misión de nunca hacer lo mismo dos veces, lo cual es perfecto, porque tenían los mismos valores que nosotros: nunca repetirte, nunca forzar tu voluntad. Para mí eso requiere de mucho coraje, mantenerse en el camino de la evolución.
Y lo genial es que todos nosotros, el único que no pensaba así es…
(risas)

¡El tipo enamorado de “The Raging Wrath of the Easter Bunny”!
Muy irónico.

Pero todo se acomoda de algún modo ¿sabes?
Volviendo a la idea y para resumir mi comentario sobre mis hijos musicales, así es Trey.
Fue fantástico trabajar con él. Aún siento que me hubiera encantado hacer shows con Trey pero ese que hicimos en Chile -tocaron completo “King For a Day” con Trey en guitarra- fue encantador, creo que para él también lo fue. Fue totalmente genial haber podido tener esa experiencia y tocar las canciones con dos guitarras a tempo ¡IN-CRE-IBLE!
Cuando hicimos las audiciones para reemplazar a Jim, por las que pasó Geordie de Killing Joke, le preguntamos a Mike si Trey lo podría hacer, y Mike predijo todo “claro que lo puede hacer, pero socialmente esto será un desastre”. Piensa que ellos tienen una relación personal que estaba mucho más allá de nosotros. Pero igual tuvo sentido intentarlo porque un tipo así, tan por encima de mi visión y sabiduría musical, es perfecto para todo. Le pedimos que sea áspero, pesado tocando y lo fue, pero también en ese disco está “Caralho Voador”, ¡una puta bossa nova con aires de samba! “Just a Man” está ahí, que es como una canción de show televisivo o algo así. Todo lo que intentamos hacer fue purificar la propuesta, al contrario que con “Angel Dust” que tenía todo dentro.
En “King for a Day” cambió todo porque desnudamos la música y ahí las canciones se volvieron Village People ¿Se entiende? Cuando la canción es tan única y tiene su propio estilo, eso también es satisfactorio.

“Evidence” versus “Cuckoo for caca” por ejemplo.
Sí y la maldita “Star AD”, todo. Esto increíblemente satisfactorio de hacer porque nos dejó la sensación de que mejoramos como compositores, mejores para ejecutar lo que teníamos en mente. También en ser más eficientes en lo que queríamos escuchar. Es un orgullo para la banda.
Luego vino “Album of the Year” que tiene temas muy buenos. “Ashes to Ashes” está ahí, hay muchos.
Bill se involucró mucho, comenzó a producir, le estoy muy agradecido por eso y me da mucho orgullo.
Y luego nuestro hijo más joven que es “Sol Invictus”, lo hicimos Bill y yo en nuestro estudio, y nadie sabía. Y la pasamos súper bien haciéndolo.
Tenemos un lenguaje musical en común, es muy fácil entendernos. No hay egos: hacemos nuestro trabajo.
Amo a todos mis hijos, no me hagas esas preguntas. (Risas)

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