El legado de la banda neoyorquina es inagotable. No es casual que este otoño coincidan el esperado documental de Todd Haynes con este exquisito tributo, el primero que recrea el mítico debut de la banda. No existe ningún disco más icónico que “The Velvet Underground & Nico” (Verve, 67). Fue la primera apuesta del sello de jazz Verve por el rock, en un intento por diversificarse que, aunque comercialmente no saldría como se esperaba, tendría incalculables efectos artísticos. Hal Willner, amigo íntimo de Lou Reed y especialista en la confección de recopilatorios de calidad, se echó a sus espaldas la idea de recrearlo con artistas incondicionales. Pero desgraciadamente Willner fue víctima del Covid en la primera ola de 2020, aunque el sello Verve ha concluido un álbum que exhibe coherencia y gusto. Una galería de artistas de distintas generaciones recrean el álbum con mimo reverencial y pasión: Michael Stipe, Matt Berninger, Thurston Moore y Bobby Gillespie, St. Vincent, Fontaines DC, Kurt Vile, Iggy Pop y Matt Sweeney, Sharon Van Etten y Angel Olsen, Courtney Barnett, King Princess… No se puede fingir el entusiasmo con el que Jamie Krents habla de la celebración de un disco que convirtió el rock en vanguardia artística “adulta” y turbia, abriendo innumerables caminos. Mantenemos una agradable conversación con el responsable de Verve en relación a este lanzamiento tan especial.
“Tiene su gracia que el disco neoyorquino por excelencia lo hiciera un grupo con un galés y una alemana”.
¿Cómo de complicado ha sido concluir este proyecto? Fue el último proyecto de Hal Willner, que no ha podido verlo terminado.
Sí, tristemente… No diría que fue difícil, pero llevó mucho tiempo, fue lento. La idea surgió en 2017. Queríamos hacer algo para celebrar el grupo. Habíamos empezado a trabajar con algunos de mis colegas del grupo Universal en el documental que se estrena ahora. Yo llevo Verve Records y Verve, con la casa original de The Velvet Underground pensamos en cómo podíamos hacer un homenaje que fuera respetuoso, pero también interesante. Personalmente, no soy muy fan de los discos de tributo, creo que normalmente son inconsistentes y a veces un poco aburridos, pero también siempre pensé que si alguien los hacía bien era Hal Willner. Y por supuesto, Hal era además el mejor amigo de Lou Reed. Había trabajado con él y también con Laurie Anderson en su archivo. Todo parecía encajar. Era la oportunidad de trabajar con Hal, que era un héroe para mí y mi equipo.
¿Y cuál fue el enfoque?
Decidimos que en lugar de hacer un tributo general a sus grandes éxitos o algo así, cogeríamos el primer disco canción por canción. Queríamos que estuviera un poco más enfocado, porque a lo largo de sus cuatro discos de estudio tienes distintos miembros y compositores: Nico está ahí y luego no, John Cale se va, entra Doug Yule… Nos gustaba mucho la idea de reconocer el álbum que lo empezó todo. A mí me encantan todos sus discos, pero éste es excepcionalmente importante. Trabajamos con Hal en una lista de artistas. Él llamó a algunos: por ejemplo a Michael Stipe era muy amigo. Le apetecía mucho que Michael cantara “Sunday Morning”. Algunas de las sugerencias las hicimos nosotros, pero Hal fue como nuestro “rabino”. Él podía decir “sí” o “no”. Y luego el proyecto se alargó porque queríamos hacerlo coincidir con la película, que saliera más o menos al mismo tiempo. Por desgracia, Hal pilló el Covid antes, así que hay uno o quizá dos cortes que nosotros acabamos después de que muriera, pero siempre con su aprobación: Fontaines DC y King Princess. Le encantaba la idea de que participara King Princess, pero no pudo oír la canción. Creo que todo lo demás lo había oído. Estuvo muy encima de muchas cosas: “quiero que cante Michael Stipe y que toque la guitarra Bill Frisell”... Fue muy divertido. Más que difícil, lo que pasó es que lo que nos iba a llevar un año acabó llevando cuatro. El negocio de la música.
Me figuro que tiene que ser toda una responsabilidad rehacer un disco tan icónico. No se me ocurre uno que sea más legendario e influyente para bandas y artistas.
Ni a mí… Pues sí. Todavía siento mucha presión, y sé que hay gente a la que no le va a gustar. Nunca vas a mejorar el original, olvídate. Hay un par de personas que me han preguntado si a Lou Reed le habría gustado esto. Pues no lo sé. Creo que probablemente al final de su vida no estuviera interesado en cosas así. Lo que es verdad es que John Cale nos ha dado el visto bueno, pero sin tocar. No creo que el espíritu de The Velvet Underground estuviera muy interesado en tributos. Ellos estaban muy centrados en lo nuevo, en evolucionar y crear cosas nuevas. Pero sí tengo presión, porque esta música es como “sagrada”, como has dicho. No quieres ser la persona que haga un tributo malo de The Velvet Underground. Pero creo que hemos sido muy cuidadosos con los artistas invitados.
¿Y qué destacarías de los elegidos?
Queríamos que el disco fuera interesante, no un puñado de bandas de garage que lo hicieran sonar como un grupo de bodas tocando a The Velvet Undeground. Que fuera una mezcla… Respetuoso y reverencial, pero también me gusta mucho la gente que ha aportado algo nuevo, distinto, a la canción. Algunos han sido más aventureros y otros creo que se han pegado mucho al original, pero con integridad. Es lo que me gusta: cada tema tiene un nivel diferente de experimentación. Creo que en general la mayor parte de la gente va a entender que lo hemos hecho con mucho respeto. Porque tienes razón: ahí está la cita famosa atribuida a Brian Eno, que no sé si es real: “Todo el que compró este disco montó un grupo”. A veces da esa impresión. Yo mismo tocaba en bandas y siempre fueron una de las mayores influencias en todas las en que he tocado. Les robamos con mucha generosidad [risas].
“Al final de su vida Lou Reed no estaba interesado en este tipo de tributos”
El resultado me ha parecido, desde luego, especial. Ese cariño y respeto del que hablas aflora realmente… ¿Crees que es uno de los mejores tributos de este tipo que se han hecho?
No lo sé, no creo que yo pueda decir eso. Hal hizo muchos álbumes tributo importantes: el de Thelonious Monk, el de Charles Mingus o el de T. Rex que salió el año pasado, pero creo que éste es mi preferido. Lo digo con un sesgo total [risas]. Puede ser que sea el que estoy disfrutando más. Todo ha sido como un sueño hecho realidad. De hecho, descubrí a Thelonious a través del tributo de Hal Willner. Salió cuando era joven y estudiaba música y para mí fue la puerta hacia Monk. Ojalá que éste sea la puerta a The Velvet Underground para alguien al que le encantan Kurt Vile, Courtney Barnett o King Princess, pero que no le ha dedicado tiempo al catálogo de The Velvet Underground. No sé si es de los mejores tributos, sé que estoy muy orgulloso de él. Creo que hemos hecho muy buen trabajo y que los fans de verdad lo van a reconocer. Espero algo de críticas, porque hay gente a la que estos discos no les gustan, pero esto muy satisfecho con él.
Una duda que tengo: ¿Es este el primer tributo específico a este disco?
Yo diría que sí. Ha habido algunos generales del grupo, pero sobre todo se han hecho versiones independientes de canciones. Es el primer tributo de un gran sello a The Velvet Undeground. Y es también el primero de su discográfica original. Hay que entender que en 1967 Verve era todavía un sello de jazz y entonces llegó un productor y A&R genial, Tom Wilson, que les fichó a ellos y a Frank Zappa And The Mothers Of Invention. Tom Wilson es un tipo completamente infravalorado. Produjo discos de Bob Dylan, fichó a Simon & Garfunkel para Columbia, Sun Ra… Fichó a muchísimos artistas increíbles, pero no se le da el crédito que merece. No está en el Rock And Roll Hall Of Fame. Tom Wilson reinventó Verve en 1967 y este álbum fue como la piedra fundacional. Fue un mensaje. Aunque comercialmente no fue enorme, en los cincuenta y tantos años que han seguido se ha convertido en uno de los discos más influyentes. Y sí, sin duda es el primer tributo al disco entero.
Yo recuerdo versiones sueltas, por ejemplo la que hicieron R.E.M. de “Femme Fatale”…
Sí, ¡Big Star también la hicieron! Ha habido cosas. Cowboy Junkies hicieron “Sweet Jane”. Janes Addiction “Rock And Roll”, pero lo que yo recuerdo son versiones sueltas aquí y allá. Ésta es la primera vez que se hace con un disco entero. Nadie más lo ha hecho. Y no se ha hecho nunca con “Loaded” ni con “White Light White Heat”. Quizá algún día. Vamos a esperar a ver si éste gusta.
También me pregunto si los artistas tuvieron libertad total y completa para hacer lo que quisieran con cada canción. Como has dicho antes, hay enfoques muy fieles y otros experimentales. Por ejemplo, “All Tomorrow’s Parties” de St. Vincent y Thomas Bartlett.
Sí, tuvieron libertad. Lo único: sé que Hal estuvo en el estudio con Michael Stipe cuando hacía “Sunday Morning”, no sé, quizá estaban colaborando. Pero la libertad fue total. Ni siquiera les pasamos notas sobre las mezclas y el máster. Nos dieron sus mezclas propias. No nos metimos en el estudio a llevarles de la mano o decirles: “No hagas esto o aquello”. En absoluto. Creo que habría sido un error hacer un disco de tributo de The Velvet Underground diciéndoles lo que hacer desde el sello. Habría contradicho el espíritu del grupo.
Por supuesto.
Lo único que fue complicado fue decidir qué canción hacía cada uno. Porque claro, había varios que querían “European Son” e Iggy ya la había pillado... Fue un poco darwinista en cuanto a quién decía “sí” antes. Lo que hemos intentado hacer también es no mantener el género del cantante de cada canción: “Sunday Morning” la canta una mujer, Nico, y en el disco la canta un hombre, Michael. Pero sí, han tenido el cien por cien de libertad.
El sonido y los arreglos son, desde luego, exquisitos. ¿Grabaron todos en el mismo estudio? Supongo que no, pero el álbum suena coherente.
No, para nada. Y eso por lo que normalmente no me gustan nada los tributos, que suenan como una mixtape mala. Como que no fluyen bien. Eso me preocupaba. Pero, insisto, Hal Willner era un genio y creo que era uno de esos tíos que podía oír las cosas antes de que se grabaran. Tenía un sexto sentido, y sabía que Thurston iba a hacer esto. “Esto es por lo que quiero a Courtney Barnett o Fontaines”. Fontaines DC grabaron su corte en Abbey Road. Iggy y Matt Sweeney, en Brooklyn, donde vivo. Estoy de acuerdo con tu apreciación y no tengo ningún mérito: creo que es de la gente que entendió el rollo y por eso suena tan sólido, no suena incoherente. No hicimos nada, tuvimos suerte de que esta gente es buena en lo que hace.
“Kurt Vile sabe más del grupo que nadie en Verve” .
No hay manera de notarlo, desde luego. Buen trabajo de mastering.
Totalmente, claro. Pero si los artistas nos hubieran entregado cosas absolutamente caóticas, quién sabe si habría salido tan bien [risas]. Por suerte, el flow es muy coherente.
Doy por descontado que todos los artistas involucrados son fans totales del disco y del grupo. Sabía que es el caso con Thurston Moore, Bobby Gillespie o Michael Stipe; en cambio, no tenía ni idea de que Kurt Vile lo era tanto.
Sí, de hecho Kurt acaba de firmar por Verve, lo cual es algo muy emocionante para mí. Soy fan desde hace tiempo. Hace unos cuatro años John Cale dio una serie de conciertos como tributo a The Velvet Underground en una sala de Brooklyn, BAM (Brooklyn Academy Of Music). Llevaba de artistas invitados a Sharon Van Etten, MGMT y Kurt. Kurt es un fan enorme de The Velvet Underground, igual que su manager. Cuando le vi cantar con John Cale me di cuenta de que tenía que estar en el disco. Es uno de esos tíos que lo sabe todo de ellos: qué tipo de guitarra Fender usaron en no sé dónde, el equipo… Lo sabe todo. Yo creo que no hay nadie que no sea muy, muy fan. Incluso King Princess se lo tomó como que tenía que hacerlo sí o sí. Es una influencia muy grande, aunque la mayoría piensa en ella en términos del mundo pop porque tiene billones de descargas. Pero le encantan, su padre lleva un estudio en Nueva York. Pero sí: Kurt sabe más de The Velvet Underground que nadie en Verve, te lo aseguro. Incluyéndome a mí.
Hablabas al principio de la presión, pero ¿cómo crees que los fans van a recibirlo?
Hasta el momento los comentarios han sido muy positivos. Hemos hecho primicia en Pitchfork y las primeras reseñas han sido realmente buenas. A la gente le gusta que todo el mundo aporte su propio enfoque. Espero algún palo, porque pasa siempre, pero creo que a los fans les va a gustar. Van a apreciar que si no lo conoces, es una manera de descubrirlo, y si lo conoces, te da la oportunidad de oír estas canciones con un giro y una nueva energía. Espero que sirva para descubrir o bien redescubrir al grupo. Tengo cuarenta y seis años y llevo más de la mitad de mi vida escuchándoles, pero me ha hecho volver otra vez a todos los discos de arriba a abajo.
Espera, que te enseño algo [se levanta un momento y vuelve con un enorme cofre de vinilos]. Estaba el otro día en una tienda de discos en Brooklyn y vi esta caja, no la tenía. Tenía los discos en vinilo, pero esto es una caja que salió hace un par de años. Son los discos de Verve y MGM. Además, incluye los discos de Nico. Lo que quiero decir es que hacer este disco de tributo me ha llevado de vuelta a los originales, a hacerme con masters de buena calidad. Y me he obsesionado de nuevo. Espero que sea lo mismo para otra gente. Pero con respecto a nuestro disco, espero una reacción positiva, sinceramente. Creo que la mayoría va a a ver que es un tributo muy bonito.
La pregunta del millón: ¿Por qué pasan los años y “The Velvet Underground & Nico” sigue sonando tan fresco y vigente?
Creo que, igual que sucede con muchos discos que han pasado la prueba del tiempo, no seguía ninguna tendencia. Nada de lo que hicieron tenía que ver con una ambición comercial o hacer caja. Eran parte de la escena artística, y creo que ese disco es el sonido de Nueva York en 1967 y en el 68. El sonido de las fiestas de Warhol… Yo no estuve ahí, pero ahora vivo en Nueva York. Y Nueva York no es la misma ciudad. Si vas a la calle Houston (en el East Village) hay uno de esos supermercados orgánicos carísimos Wholefoods, un The Gap y todo eso. Era el sonido de New York City y no creo que haya ningún otro disco de ese periodo que lo capture igual. Hay discos que capturan el sonido de California: The Beach Boys, The Mamas & The Papas, Joni Mitchell, el sonido Laurel Canyon. Pero, ¿cuál dirías que es el disco neoyorquino por excelencia? Para mí, es éste. Lo cual tiene su gracia, porque en el grupo había un tío de Gales y una alemana. Pero creo que por eso ha envejecido bien. No es música hippie, tampoco es punk rock ni rock clásico. Está en su propia categoría, como mucha de la música que ha dado la ciudad: Television, Ramones, Blondie, Talking Heads… ¿Qué son? ¿New wave? No mucho, son Nueva York.
¿Cuál es la importancia del álbum original para el sello a día de hoy?
The Velvet Underground no tenían intención comercial, De hecho, es muy probable que en el momento en que salió Verve se decepcionara cuando vio que no llegaban a ser sus The Rolling Stones. Con el tiempo, la gente lo empezó a comprar, pero no entonces. No fue un gran éxito y ellos no tenían un plan más allá de capturar su momento. Para Verve, hoy es un disco importante. Seguimos evolucionando. Estamos muy orgullosos de nuestro legado de jazz, y seguimos en ello (no sólo con Verve, sino con Impulse Records, somos una sola compañía), pero también tenemos actividad con el rock. Acabamos de firmar a Kurt Vile, como te decía. Y tenemos a artistas alucinantes, como una mujer que se llama S.G. Goodman, que para mí es una de las artistas sureñas más importantes ahora mismo. Vamos a firmar un par de ellos más de los que no te puedo hablar aún, pero somos parte de ese espacio que se conoce como “indie rock”. Es un disco importante porque en cierta manera recuerda que Verve es un sello ecléctico. Que no significa necesariamente jazz, sino buena música e integridad. Artistas que son valientes. Si me pides que use adjetivos para calificar a The Velvet Underground, “valientes” sería uno de ellos. Fueron valientes, no fueron por el camino fácil. Y creo que Kurt Vile es lo mismo: quiere hacer lo que quiere hacer, no se va a preocupar por las listas o lo que van a poner en la radio, es el mismo espíritu. El tributo es importante para nosotros: por supuesto, queremos que venda bien, pero también manda cierto mensaje a los que estén escuchando: que el logo de Verve con el círculo alrededor todavía significa algo. Nos tomamos eso muy en serio.
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