En el mismo artículo, Met hacía referencia a la pausa que Rosalía tuvo que hacer en un concierto para asegurarse de que su público estaba bien, así como a otros artistas que sufrieron dolor en sus gargantas o que tuvieron que repartir botellas de agua entre los asistentes que esperaban la entrada a los recintos en los se iban a celebrar sus conciertos. El artículo hacía referencia a sucesos ocurridos en 2022, pero en este 2024 hemos podido ver, por ejemplo, la cancelación, debido al calor extremo (y a la muerte de una joven el dia antes por este motivo), de uno de los conciertos de Taylor Swift en Río de Janeiro, tras los 50ºC de temperatura alcanzados ese día y el anterior, en la metrópolis brasileña.
“La Península Ibérica será una de las más afectadas de Europa por el aumento de periodos de sequías más intensas y un aumento de la temperatura significativo”
En la semana en la que estamos escribiendo este artículo, el Hollywood Bowl de L.A., ha cancelado el concierto de Vance Joy por los cortes de energía que se están produciendo en la ciudad y que son debidos a la ola de calor que estos días azota el Sur de California. Incendios forestales que impactan en la calidad del aire, lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, cortes de energía, temperaturas extrem... Estas últimas, refereridas a nuestro país, ya son noticia en medios extranjeros y sirven de aviso para aquellos que pretendan viajar a nuestros territorios. ¡Ups!, el turismo… El turismo musical en España, según datos del grupo GAT y extraídos de la web de Hosteltur, es una tendencia de viaje que deja una facturación de 578 millones de euros.
Esta sopa de vivencias, sucesos y datos, las tomamos como tendencias que nos invitan más que a escribir un artículo, a hacer un ejercicio especulativo. Porque creemos que más interesante que nuestra opinión es poner sobre la mesa varios escenarios de futuro que nos ayuden a pensar (y elegir) dónde queremos estar dentro de veinte años. Para diseñar estos escenarios, que, por el momento no son más que un esbozo (aunque ya dan lo suficiente para sentarse a pensar), hemos cruzado dos variables. La primera responde a la tendencia del auge de los eventos en vivo y al aire libre en nuestro país. La segunda, a la tendencia, también en aumento (a pesar de los negacionistas), de los eventos negativos producidos por el cambio climático. Al cruzar estas variables, hay cuatro escenarios resultantes que dibujan cómo pueden ser este tipo de conciertos/espacios en el año 2044. Los resumimos de forma frugal a continuación, porque como decíamos, son sólo un simple ejercicio, un punto de partida para impulsar la reflexión.
Escenario 1: Sigue creciendo el modelo de conciertos masivos al aire libre. El impacto del cambio climático es moderado.
Podríamos decir que este escenario es la linea recta, allí donde nos dirigimos si todo sigue más o menos igual (o si no somos capaces de ver más allá), es decir, clima con algún susto y festivales y conciertos por doquier, aunque sí más activos y concienciados en temas de sostenibilidad. Quizás lo más relevante de este escenario es que estos espacios se han convertido en espacios musicales verdes (de verdad). Tecnología y sostenibilidad en el centro para que lo que hoy se pide a gritos, que el greenwashing desaparezca y que el compromiso con la sostenibilidad en estas ofertas de entretenimiento masivo, sea algo tangible.
Escenario 2: Los conciertos masivos al aire libre siguen aumentando. El impacto del cambio climático asciende.
En este escenario el modelo de negocio comienza a transformarse obligatoriamente. A causa de las múltiples cancelaciones debidas al impacto del clima, se invierte en en construir espacios más preparados, que sirvan de refugio al público que asiste a este tipo de eventos. Por ende, la logística de estos eventos se encarece cada vez más, lo que también encarece este tipo de oferta que a la vez, se vuelve accesible para un segmento de la población mucho menor y más acomodado. El resto del público opta por asistir a estos conciertos (híbridos) mediante tecnologías como la realidad virtual u otras que están por llegar (y que aún no conocemos).
Escenario 3: Los conciertos masivos al aire libre descienden y el impacto del cambio climático es moderado.
El impacto climático es moderado, pero hay un cambio cultural en el que el público, que más conciencidado con la ecología y la necesidad de adaptación de la forma de vida al impacto del cambio climático, comienza a demandar que estos eventos se realicen en espacios más pequeños y sean más sostenibles, con infraestructuras y logística más baratas y con menos impacto negativo en el entorno. Hay un auge de la música local y se recuperan espacios “olvidados” de las ciudades.
Escenario 4: Los conciertos masivos están en declive y el impacto del cambio climático es severo.
Los eventos al aire libre apenas existen debido al gran impacto del cambio climático. Los que quedan son costosos en extremo, se celebran en espacios altamente protegidos y están destinados a la élite. Los espacios cerrados y más pequeños, aunque más sostenibles, también necesitan una gran inversión para adaptarse al nuevo clima y asumir transformaciones profundas. El consumo popular de conciertos se ha trasladado por completo a la esfera digital, provocando que la interacción humana a través de la música desaparezca, provocando una profunda desconexión social.
Planteados los cuatro escenarios, quizás muchos decidan quedarse con el Escenario 1 y seguir haciendo las cosas como las estamos haciendo hasta ahora. Es decir, intentar ser más sostenibles y obviar el impacto que el cambio climático puede llegar a tener. Es lo más cómodo.
Pero puede que sea más valiente (e inteligente) trabajar sobre el Escenario 4, el menos apetecible. Explorarlo en profundidad y abrazarlo como posibilidad. Esto, aunque pueda parecer imprudente e insensato, incluso para algunos una pérdida de tiempo, nos puede llevar a desvelar con mayor amplitud los grandes desafíos que enfrentamos, no sólo como industria, sino como sociedad. Porque sólo mirando de frente esos desafíos, atravesándolos, seremos capaces de descubrir mejores oportunidades y de construir desde el presente, el futuro que realmente deseamos.
Desde el Observatorio de Mondo Sonoro seguiremos desarrollando y ampliando estos escenarios para encontrar nuevos caminos, formas de innovar, que nos permitan seguir disfrutando durante mucho tiempo de lo que más nos gusta: la música en directo.
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