Matthew E. White
Aunque con su debut fue elogiado por doquier por parte de la crítica tanto estadounidense como europea, no fue suficiente para encender la chispa y poner el nombre de Matthew E. White en un primer plano. "Fresh Blood" (Domino, 15), de momento, parece seguir el mismo camino: un ábum de pop-soul cuidadísimo, sin una fisura, que recibe elogios pero tampoco acaba de catapultar al de Richmond. Solo el tiempo puede decidir si su propuesta acaba por calar, o si el preferir hacer discos redondos a fabricar un hit acaba pasándole factura.