Manu Chao
Si con Mano Negra había alcanzado ya una fama bastante considerable en Europa y había empezado a sentar las bases de su estilo, sería con su primer disco en solitario, "Clandestino" (Virgin, 98), cuando daría el salto en todos los sentidos. Público y crítica, pero sobre todo público, se rindieron a un disco donde Manu Chao mezclaba estilos, idiomas y sampleos con una naturalidad y una sencillez enormes, una obra donde hay tristeza, melancolía y un drama, el de la inmigración, que rara vez se trataba incluso en músicos muy politizados; pero también un cierto aroma a esperanza.