Gary Olson
Hay un elegido número de artistas que son dueños en propiedad de ese tipo de pop distinguido que, además, suele acarrear consecuencias sanadoras para el oyente. Bart Davenport, Robert Foster, Lloyd Cole, Sondre Lerche, Neil Hannon o Martin Carr serían sólo algunos de los miembros de tan selecto club, en una lista en la que tampoco debería faltar el nombre Gary Olson. El que fuera líder de los añorados y por siempre reivindicables The Ladybug Transistor –desde mediados de los noventa hasta aquel excepcional canto de cisne que fue ‘Clutching Stems’ (Merge, 11)–, se ha lanzado en solitario.