Damien Rice
No se puede decir que sea el músico más prolífico del mundo, pero se le perdona fácilmente. Con "O" (14th Floor, 02) se daba a conocer, con un grupo variado estilísticamente, ambicioso, complejo, que incluía ya algunos de los mejores temas de su carrera. En "9" (Heffa, 06) se contenía un poco más estilística y compositivamente, seguía por la línea del folk-pop de cámara marca de la casa, pero daba una cierta sensación agridulce respecto al primero. Y ocho años habría que esperar para "My Favourite Faded Fantasy" (Atlantic/Warner, 14), donde el irlandés recuperaba la inspiración de su primer disco y entregaba un trabajo redondo, donde da rienda suelta a una épica contenida que rezuma dolor por los cuatros costados.