The Flaming Lips
8 /10
The Flaming Lips llevan en activo desde 1983 y, a pesar de unos inicios más cercanos al punk-rock, el devenir del grupo apunta a lo que hoy son sus composiciones. Según cuentan, todo comenzó en una de esas fiestas salvajes en casa de Michael Ivins, en Oklahoma City. Un primer concierto en un bar de travestís llamado Blue Note y un primer disco, objeto de deseo de cualquier coleccionista que se precie (mil copias en vinilo verde, a las que siguió una reimpresión en vinilo rojo) “Flaming Lips” (84), autoproducido y autoeditado, al que siguieron “Hear It Is” (Restless, 86) y “Oh My Gawd!!!...” (Restless, 87), donde, entre la urgencia, la dispersión y las cantidades ingentes de ruido, se aprecian ecos de psicodelia y rock. Poco después, un promotor de conciertos de Nueva York se interesó en ellos y les ofreció apoyo, llegando finalmente a colaborar con el grupo. Su nombre era Jonathan ´Lingus´ Donahue y su participación tuvo lugar durante la gira de “Telepathic Surgery” (Restless, 89) y la gestación de “In A Priest...” (primer disco en el que Dave Fridmann se coloca a los mandos), antes de dejar el grupo para dedicarse por completo su propio proyecto: Mercury Rev. A lo largo de ese periodo, y casi hasta que apareció “The Soft Bulletin” la banda adoptó una formación estándar de cuatro músicos. El resto ya es historia.