Supersubmarina
Supersubmarina es un grupo de pop originario de Baeza (Jaen) que tiene como líder a su cantante y compositor principal José Chino. En la actualidad (2015) han editado tres largos de estudio:
“Electroviral”
(Octubre, 10)
Tras dos EP’s previos de lanzamiento el cuarteto llega suficientemente fogueado a su debut largo. El ataque con el que abordan ese pop de trasfondo adolescente y la solvencia con el lápiz a la hora de hacer crónica generacional son la clave de unas canciones que ya despiertan una virulencia inusitada dentro de esa escena independiente que busca expandir su mercado. Como ellos se definen son un impulso eléctrico y así arremeten temas como “Cientocero”, “Galáctica Elástica” o “Supersumarina”. Vienen de Baeza, pero aspiran a enrolarse en la reputada escena granadina a la que rinden honores con “LN Granada”, su perla mora.
“Santacruz”
(Octubre, 12)
Tras la luminosidad de su debut toca buscar en las sombras argumentos que amplíen el recorrido de sus canciones. Nada mejor para un compositor pop que una ruptura con la que dar rienda suelta a ese caudal de inspiración que supone el desamor y Jose Chino carga con su cruz durante todo el repertorio. La banda aprovecha para asumir más riesgo en la producción, recrudecer su sonido y para ello cuentan con Tony Doogan. El escocés consigue que el negro le siente bien al grupo gracias a una superposición de capas en las que los teclados de Javi Serrano son también una acertada novedad.
“Viento de cara”
(Octubre, 14)
En cuatro años Supersubmarina se han colocado entre las bandas más taquilleras del país. Deshacerse de la presión (y en algunos casos de los ataques) que se ejerce sobre ellos como parte de ese selecto grupo de galácticos que copan los festivales requiere un acto de liberación que parece reflejarse en el nuevo disco. Los demonios de Chino han desaparecido, pero siguen apostando por ese tormentoso esquema de capas superpuestas que ya con el tiempo y la experiencia dominan con soltura. La cara y la cruz de sus dos trabajos precedentes se unen en una misma moneda que lanzan al aire conscientes de que su apuesta sigue siendo ganadora.