Grinderman
Está claro que cualquier cosa que haga Nick Cave va a estar en el centro de todas las miradas, y Grinderman no iba a ser menos. Si con los Bad Seeds lleva unos cuántos discos bajando la intensidad y la agresividad que había al principio y buscando canciones más redondas, Grinderman es precisamente todo lo contrario. Una especie de válvula de escape donde Cave, rodeado de amigos como Warren Ellis o Sclavunos, deja de ocupar el papel de líder absoluto y da rienda suelta a la mala hostia con un sonido crudo y guitarrero (sin llegar al de The Birthday Party, claro), que no deja discos perfectos, pero ni falta que hace.