Hace dieciséis años Hate cantaba: “Abre mi vinilo frotándolo con el vaquero, mi cara se asoma en el MondoSonoro de nuevo”. Era la canción “Vivir para contarlo”, de 2006, y es “increíble que tantos años después sigamos todos en pie, co. ¡Qué gustazo que sigamos dando guerra!”, recuerda Sho-Hai al inicio de nuestra charla. El zaragozano nos recibe en un bar cercano a Conde Duque, en Madrid, para hablar de su nuevo álbum. “Es el disco más alegre que he hecho. Mi primer trabajo, 'Doble Vida' (11), era un disco muy oscuro. Yo estaba en una época de desamores, porque yo soy muy sensible con esas cosas, y eso se refleja en el disco. En 'La última función' (17) ya se nota un cambio, un álbum más positivo, con más luz. Y este sigue por esa misma línea, con un sonido cada vez más colorido, atreviéndome con nuevos ritmos y estilos”, cuenta el cantante, que en contraposición a esta luz ha titulado a su disco “Polvo”, “porque tuve una pérdida bestia de mi hermano Rebel y el polvo viene a simbolizar eso, el paso de la vida. Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Vamos viendo cómo gente cercana se va quedando por el camino y hay que disfrutar la vida. Porque no sé sabe, hoy estamos aquí y mañana igual ya sólo somos polvo”, explica. Parte de culpa de este sonido más fresco y vivo es de R de Rumba, amigo y productor de confianza de todo ex Violador del Verso que se disponga a hacer un disco. Aunque en este “Polvo” ha habido novedades. “En este disco me he involucrado más en lo musical que en los anteriores. He trabajado mano a mano con Rumba y le iba marcando el camino de los samplers que me gustaban o el sonido que quería, y él ya hacía la magia como siempre. También participa en el disco Carlos Porcel haciendo arreglitos y hay bases de Acción Sánchez y Hazhe, dos buenos amigos. Por eso hay canciones de varios estilos, aunque todas mantienen una misma línea que es la que buscaba”. A mantener esa línea ayudan también las voces de Kaze y Swan Fyahbwoy, así como la de Kase.O (quien también tuvo su propio “Renacimiento” por cierto) y la de Violadores del Verso al completo. Una canción, esta última, de la que hablaremos más adelante.
"Tú puedes hacer la música que quieras, pero lo importante es que esté bien hecha"
Porque el protagonista de este disco es Sho-Hai. Un rapero que, como recuerda, se enamoró “de la cultura hip hop antes que del rap. Me encantaba el break dance, ese baile raro que acompañaba a la música rap o electro, sobre el año 84. Cuando lo vi por primera vez no sabía que era eso. Yo era un crío, pero luego fui descubriendo películas del 84 u 85 como 'Beat Street' o 'Electric Boogaloo', y empecé a ver a gente rapeando o pintando grafitis, con lo que con diez u once años me enamoré de este mundillo. Pensaba 'no sé bien que es esto, pero me encanta'”. Y añade: “De los primeros raperos, recuerdo que uno de los que más me impactó fue Ice-T. Recuerdo que había unos scratches en el estribillo y mi hermano y yo los imitábamos con la cremallera de la sudadera [risas]. Fue el primer no-scratch que hice, con la canción 'Reckless' de Ice-T. Debía ser el año 85 o por ahí. Hasta entonces, en mi casa sonaban The Beatles, que a mí me gustaban mucho. Sonaban siempre en un radiocassete en mi cocina. Pero, de repente, apareció el rap y entró en mi corazón y en mi alma, y de ahí ya no salió nunca”. Así comenzó un amor por la música que fue desarrollando hasta llegar a recorrer diversos países, llenando escenarios con Violadores del Verso. Una carrera larga, llena de buenos momentos y canciones. Me intereso por saber cuáles son para él las tres mejores canciones que ha hecho. No sin dudas, responde: “Me quedadría con 'Para ser un rapper', 'A las cosas por su nombre' y 'El rey de las cantinas', que siempre ha sido mi canción más representativa, aunque a mí ya me quema un poco. De hecho, estoy pensando en quitarla de los conciertos [risas]”.
La de Sho-Hai es una de las voces autorizadas del rap nacional. El maño lleva en el mundo del hip hop desde prácticamente en capítulo uno. A lo largo de todo este tiempo ha sido testigo de como esta música y esta cultura evolucionaban. “Hay gente que lo sigue manteniendo muy puro. Tú puedes hacer la música que quieras, pero lo importante es que esté bien hecha. Hay canciones que se nota que están hechas en quince minutos y me da vergüenza. Pero es porque son letras pensadas para clubes o conciertos, sin pararse a pensar en lo que están transmitiendo. Todo debe tener su justa medida. A mí las canciones con mucho autotune o piano no me gustan mucho, pero un poco puede quedar guapo. Lo que importa es que hagas tu música original y cuidada, como están haciendo Foyone, Ayax y Prok o Hoke en el nuevo disco, que lo están reventando”. Porque, pese a que en este “Polvo” haya nuevos sonidos y elementos, Sho-Hai se considera un MC al que “le va el rap clásico”. Fue así desde que empezó su aventura con Doble V allá por 1995. Un grupo que –ahora sí que hablamos de ello– ha regresado después de seis años con una canción, “Únicos”, con lo que tenemos algo que preguntar obligatoriamente a Sho-Hai. ¿Volverán Violadores del Verso? “Bueno, esa es la idea, que este fuese el primer ladrillo para una vuelta de Violadores. A todos nos gustaría, pero aún hay cosas que deben solucionarse antes. Pero ya unirnos para esta canción ha sido increíble. Muchos recuerdos. Ha sido como retroceder en el tiempo y recordar aquella gran época. Hacía seis años, desde aquella colaboración de 'El Circulo', que no grabábamos nada juntos y era justo y necesario hacer una canción ¡ya! La gente lo quiere y nosotros también”.
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