Satyr apareció en el escenario únicamente con un micro, lo cual no impidió que se viviesen grandes momentos con “Nemesis Divina” o “Mother North”, incluso “Havoc Culture”, para la que contaron con la colaboración de Phil Anselmo. Eso sí, especial atención mereció su batería Frost. En cambio, Powerman 5000 demostraron una mediocridad sorprendente. Todo calculado, todo medido a la perfección, una ojeada a lo que está de moda en Los Angeles y qué suerte tengo de que Rob Zombie sea mi hermano, que me prepare algunos temas porque nuestro primer disco en plan funk-metal no tuvo demasiado éxito. A propósito, me curraré un vestuario impactante, a lo Mad Max y a triunfar. Una basura vamos. Por contra, Pantera ofrecieron un set tan brillante como de costumbre (eso si no tenemos en cuenta su actuación junto a Dowset de hace unos años). Además de poder escuchar un puñado de los temas de “Reinventing The Steel”, volvimos a paladear todos sus clásicos: “Walk”, “Fuckin’ Hostile”, “I’m Broken”, incluso un amago de “Planet Caravan”. Eso sí, Phil Anselmo estaba más borracho que nunca, hasta el punto de abrirse una brecha en la frente a base de golpearse la cabeza con el micrófono. También contaron con las apariciones de los chicos de Satyricon. Esto si es metal.
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