La historia de los Smiths tiene una fecha de comienzo tan destacada como la de los Beatles, si todo documental sobre los Fab Four comienza con el día en el que Paul McCartney fue a ver al grupo de John Lennon y se conocieron, la de los Smiths también empieza de manera marcada cuando Johnny Marr, 18 años, el guitarrista más prometedor de Manchester, se plantó en mayo del 82 en la puerta de la casa de Steven Patrick Morrissey, 23 años, desempleado y viviendo con su madre, para pedirle que se convirtiera en su pareja compositiva, después de un documental que había visto en el que Jerry Leiber y Mike Stoller comenzaban su relación así.
Decir que de aquella unión surgió magia sería quedarse muy corto, porque los Smiths son, para el que esto escribe, la banda más importante de los 80, sí, por encima de R.E.M., de U2, de los Cure o de cualquier otra. Desde el principio la fórmula se descubrió perfecta, Marr ponía el manto emulando el Muro de Sonido de Spector pero con múltiples guitarras, nunca buscando el foco para sí mismo sino para crear la mejor canción posible, Morrissey era el encargado de las melodías y de la parte literaria, lo increíble es que, a pesar de sus múltiples influencias compartidas, los New York Dolls, Patti Smith, T. Rex o los grupos de chicas de comienzos de los 60, el resultado era algo totalmente peculiar y propio, algo que se notaba también en su enorme personalidad en sus respectivos campos.
Marr era un guitarrista único, una enciclopedia pop y rock que siempre terminaba sonando solo a sí mismo, mientras que Morrissey era un cantante sin ningún referente claro, puede que fuera el presidente del club de fans de los New York Dolls, pero su forma de cantar estaba más cerca de un Frank Sinatra bisexual que tomara antidepresivos que de David Johansen. Y luego ficharon a Andy Rourke y a Mike Joyce como sección rítmica y como Ringo en los Beatles todo hizo click y conformaron una de las secciones rítmicas más imparables de la historia, dándoles mucha más fuerza a las brillantes composiciones de Morrissey y Marr.
Su primer disco apareció en febrero de 1984, y lo grabaron dos veces, primero bajo la supervisión de Troy Tate y, en la definitiva, con John Porter como productor. No se quedaron contentos con ninguna y son muchos los que piensan que las mejores versiones de estas canciones se encuentran en el fundamental "Hatful Of Hollow" que se editaría a finales de ese mismo año, con diferentes sencillos, caras B y tomas grabadas en el programa de radio de John Peel, pero el caso es que este disco fue un verdadero soplo de aire fresco en la música pop.
En medio de una maraña de sintetizadores y purpurina se podría decir que "The Smiths" fue una de las primeras muestras de la música que iba a dominar en los 90, tanto los grupos alternativos como los del Brit Pop tendrían en esta banda y este disco uno de sus referentes fundamentales.
Así que para celebrar sus 40 años desglosémoslo canción a canción:
Reel Around The Fountain
The Smiths decidían abrir su primer disco con la canción más larga y una de las menos movidas, "Reel Around The Fountain", un extenso episodio de seis minutos en el que Morrissey reflexiona sobre la pérdida de inocencia y el despertar sexual de un adolescente, claro que, siendo los Smiths, existió polémica en su tiempo, con algunos creyendo ver un tema pedófilo. El caso es que la canción es una maravilla que está tocada de manera más lenta que en la versión en directo en John Peel que aparece en "Hatful Of Hollow", y creo que le viene bien, igual que los teclados a cargo de Paul Carrack, que encajan a la perfección con la interpretación vocal de Morrissey, utilizando su registro más grave y calmado, aunque es la letra la que la eleva todavía más, como con ese poderoso y romántico "People see no worth in you, I do" o la que considero la mejor parte de la canción, cuando a los 4 minutos la canción cambia y parece elevarse y Morrissey canta aquello de "I dreamt about you last night And I fell out of bed twice, You can pin and mount me like a butterfly, But, "Take me to the haven of your bed" Was something that you never said". Un brillante comienzo.
You’ve Got Everything Now
El ritmo se acelera a partir de aquí con esta nerviosa canción en la que el cantante expresa su amargura hacia una persona de la que da a entender que sólo finge su felicidad. El cambio hacia el estribillo es brutal, con numerosos cambios, pero, como muchas de las canciones de los Smiths, termina con otro cambio totalmente imprevisto, con Morrissey pasando a su falsete de maniático y declarando que, a pesar de todo, "But I don't want a lover, I just want to be tied oh, to the back of your car", y Marr coloreando todo con la guitarra desde el fondo.
Miserable Lie
Una de las canciones con una estructura más libre de su catálogo y, aun así, es puro Smiths. Comienza como una melancólica canción post punk, con ese tintineante sonido de la guitarra de Marr acompañando las lamentaciones del cantante pero, de la nada, la canción se acelera vertiginosamente, Joyce y Rourke aceleran y Morrissey pasa de cantar a desgañitarse con su falsete. Al final Marr se suelta con la guitarra eléctrica y Morrissey sigue gritando en falsete como si él también estuviera haciendo un solo sobre la imparable base rítmica de Joyce y Rourke.
Pretty Girls Make Graves
La línea de bajo de Andy Rourke en lo alto de la mezcla lleva musicalmente esta canción en la que Morrissey se saca de la manga otra de sus maravillosas melodías melancólicas, a pesar de que el arreglo musical es totalmente optimista, casi con un punto caribeño. Eso sí, como en muchas de las canciones de los Smiths tiene un giro totalmente inesperado, cambiando tempo y estructura radicalmente. Líricamente Morrissey coge prestado el título de la canción de "Los Vagabundos del Dharma" de Jack Kerouac y se siente intimidado por una chica atractiva y sexualmente promiscua a la que pierde por culpa de otro hombre.
The Hand That Rocks the Cradle
Johnny Marr la compuso a partir de los acordes del "Kimberly" de Patti Smith, que estaba en uno de los discos fundamentales tanto para el propio Marr como para Morrissey, "Horses". Nuevamente Marr construye un muro de guitarras, con toques 'jangle' y acordes en staccato juntándose con su acústica para que Morrissey se suelte de la lengua sin buscar en ningún caso un estribillo ni nada parecido, solo un torrente de poéticas palabras, normal si tenemos en cuenta que esta es una de las primeras canciones que compusieron, con una fórmula opuesta a la habitual. Y es que normalmente era Marr el que escribía toda la música y se la pasaba a Morrissey para que añadiera melodía y letra, pero aquí construyó la canción a partir de varios poemas de Morrissey, siendo la segunda canción que compusieron juntos, tras la descartada "Don't Blow Your Own Horn".
This Charming Man
El segundo sencillo de la banda, tras "Hand In Glove", se lanzó el 31 de octubre de 1983, pero no estaba incluida en la primera versión en vinilo de este disco que se lanzó en el Reino Unido, aunque sí en la versión cassette y en la versión estadounidense del mismo. Desde entonces se ha incorporado a todas las ediciones y se la suele incluir como parte de su debut. Es normal, es la canción que definiría a los Smiths en la consciencia popular y sobre la que se construyó el mito de la banda. Estamos hablando de una de las tres mejores canciones de la banda, junto a "How Soon Is Now?" y "There Is A Light That Never Goes Out", pero también en la canción en la que se piensa cuando se habla de cómo suenan los Smiths, aunque solo defina el sonido de esta primera época (y hasta en ese momento sean mucho más variados de lo que la gente piensa). Pero aquí está encapsulada la fórmula mágica de aquellos primeros discos y sencillos, el legendario riff 'jangle' de Marr, las letras irónicas y malhumoradas de Morrissey, también la ambigüedad sexual que representaba el cantante y la imparable sección rítmica, resultando en una música refrescante y un letrista afilado que iban a lograr cambiar el destino de la música pop británica una vez más.
Still Ill
Que los Smiths no eran como ninguna otra banda también se puede ver en el hecho de que decidieran usar las canciones más conocidas y los sencillos de la misma en la segunda cara de su debut, en vez de en la primera. "Still Ill" no fue elegida como sencillo, pero debería, y es que esta canción mayestática abría por todo lo alto la segunda cara del disco. Marr entregaba una de sus canciones más complejas en lo musical, con uno de sus arreglos más ambiciosos y múltiples cambios, su forma de tocar es espectacular y su interacción con el bajista Andy Rourke es impresionante, Marr y Rourke tocan magníficamente el uno contra el otro, uno subiendo de escala mientras el otro desciende; el bajista pone el manto perfecto para que Marr pueda dar rienda suelta a su adictivo riff. Morrissey, por su parte, entrega otra certera letra en la que mezcla su compleja orientación y deseo sexual ("Am I Still Ill"), ¿es la mente la que controla al cuerpo o al contrario?
Hand In Glove
El primer sencillo de la banda, lanzado en mayo de 1983, es una de sus canciones más fieras y apasionadas, con una curiosa mezcla entre punk y 'jangle', en el que incluso cabe una armónica diabólica, con Marr y Rorke nuevamente jugando el uno con las líneas del otro y otra ambigua letra con la que Morrissey cortaba con el machismo y la testosterona que se solían aplicar a la música rock. El resultado era tan refrescante como nuevo, no había, ni había habido ninguna banda que sonara así, los Smiths eran esa rara banda que desde el principio encontraron una marca musical propia, como explicaría el propio John Peel cuando los escuchó por primera vez: "No podías saber inmediatamente que música habían estado escuchando. Lo que era algo bastante raro y totalmente impresionante".
What Difference Does It Make?
El riff de Marr ya debería venderte la canción por sí sola, es el riff más directo y rock de todo el disco, los Smiths pocas veces han sonado tan cabreados y furiosos como aquí, con Morrissey volviendo a desatarse con el falsete al final. Fue el tercer sencillo de la banda, tras "Hand In Glove" y "This Charming Man", y se convirtió en su mayor éxito hasta la fecha, subiendo hasta el puesto 12 de las listas británicas. Puede que a ello contribuyera el hecho de que contara con una de esas caras B tan increíbles como las que solían meter los Smiths, en este caso la delicada "Back to the Old House".
I Don’t Owe You Anything
Y tras el frenesí llega la calma con pura melancolía hecha canción, con un punto cercano a las canciones de los grupos de chicas de los 60, eso sí, líricamente, la canción es otro de esos lamentos románticos de Morrissey en el que se encuentra desencantado con una chica que esta mucho menos interesado en él de lo que el protagonista querría. Es otra de las canciones en las que Porter vuelve a utilizar a Carrack para meter un órgano que se integra bien con la música.
Suffer Little Children
¿A quién coño se le ocurre terminar su disco de debut con la canción pop más escalofriante jamás escrita? Pues a los Smiths, es "Suffer Little Children" una canción discreta, tranquila, hermosa e inocente, pero totalmente perturbadora y es que, aunque instrumentalmente parece acariciarte, trata sobre unos niños que fueron violados y asesinados cerca de la casa natal de Morrissey en Manchester en 1965, cuando él contaba con 8 años de edad. Los Smiths le ponían el final más brutal a su debut y se confirmaban como una banda totalmente única e irremplazable.
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